Quintanilla de la Presa
En zona de transición entre la campiña y las Loras, retirado de las carreteras que van a todos lados, en un valle, rodeado de vecinos pequeños, este pueblo está entre la cercanía y la distancia a poblaciones grandes. Pequeño, recogido, pétreo, rodeado de naturaleza y campos de cultivo a la par, Quintanilla es calma, quietud y placer.
Accesos | Servicios públicos | Casas y calles | Casona de Iván Llanillo |
Casetas y cocheras | Iglesia de Santa Columba | Chopas | Río Brullés, Pozón y Presa |
Vistas aéreas | Video | --- | --- |
La carretera BU-V-6014, que conecta Brullés con Fuencivil (donde acaba), ambos vecinos de Quintanilla, vio en 2018 cómo se mejoraba su plataforma, que antes estaba muy parcheada y ahora aparece lisa y muy transitable, aunque estrecha.
Mejora de las infraestructuras rurales, fuente pública de piedra, parques públicos, antiguo potro de herrar, contenedores de recogida de residuos, transformador, repetidor de ondas radioeléctricas, depósito de agua potable, saneamiento, surtidor de agua para usos agrícolas y bancos públicos se vieron.
En la construcción tradicional, destaca el uso casi exclusivo de la piedra. Solo se vio una pared de adobe y parte de otra.
Resulta llamativo que, al contrario de lo habitual en los pueblos de la comarca, en Quintanilla no se ha visto ningún balcón.
Casona blasonada de Iván Llanillo
Esta casona es una joya arquitectónica en este pueblo pequeño. La fachada es de sillares y piedras labradas. En el piso superior presenta, de izquierda a derecha según se mira, una ventana renacentista, otra ventana que tiene a los lados y encima sendos escudos de gran calidad y bien conservados, con un dintel en el que se lee:
El COMISSº IVAN LLANILLO AÑO DE 1666
Y a la derecha una especie de saetera horizontal, que está encima de un pequeño palomar integrado en la fachada con tres huecos de entrada y un posadero.
Las casetas son de piedra, están en buen estado de conservación, varias de ellas en piedra seca.
Una de ellas tiene parte de la fachada de adobe.
El aspecto actual es el resultado de trabajos arquitectónicos ocurridos en distintos momentos.
La iglesia tardorrománica tuvo una reforma gótica. En época postmedieval se añadió la torre.
En la parte que alberga las campanas se ven piedras desencuadradas, en particular desde el nacimento de los arcos hacia arriba.
Alrededor del pueblo, llaman la atención varios conjuntos de chopas.
Río Brullés, el Pozón y la Presa
El río Brullés, nacido en el término de Fuencivil, pueblo vecino, pasa al este del casco urbano.
Además de lo bucólico de su discurrir, tiene una pequeña cascada de varios saltos que viene a dar a una poza, que aquí llaman El Pozón. En él, recuerdan que iban a bañarse los chicos.
A continuación de El Pozón, que está entre paredes de roca, se abre una especie de cuenca, también entre rocas, de unos 80 m de largo por entre 15 y 20 de ancho, que fue, sin duda el lugar donde estuvo la presa que forma parte del nombre del pueblo y que debió alimentar un molino hidráulico.
De Sandoval de la Reina a Quintanilla de la Presa hay 22 km