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De Rebolledo Traspeña a La Lorilla

Dentro de la serie de rutas y sendas de especial atractivo para Sandoval de la Reina, se reproduce esta ruta descrita en Wikiloc, realizada el 2 de febrero de 2023.
Se incluyen algunas imágenes seleccionadas, todas de Manuel GC (Maisid).
Para la información completa y todas las imágenes, ver la página de Wikiloc.

Senderismo de De Rebolledo Traspeña a La Lorilla

Duración de la ruta: 5 h 38 min (total); 4 h 14 min (en movimiento)

 

* Preámbulo

La Lorilla, La Lora, Lorilla. No confundir(se). No es un galimatías.

Las tres se encuentran en el Geoparque de Las Loras (Reserva Geológica Mundial, según la UNESCO), pero son enclaves distintos:

(a) Lorilla es un pueblo deshabitado, en el vértice geográfico entre las provincias de Burgos (a la que pertenece), Cantabria y Palencia. (b) La Lora es una zona más extensa del geoparque, situada en la parte norteña de éste, donde está Lorilla. (c) *La Lorilla* (o Lora Pequeña) es una porción sureña entre Valdelucio y Valdehumada, al norte de Peña Amaya/Peña Castro.

Lugares todos ellos tan objetivamente sobrios como (subjetivamente) fantásticos. Por si eso fuera poco, me despiertan además fervorosos recuerdos.

Hacía unos días, ‘Manu Arroyo’ había publicado dos rutas entre Rebolledo Traspeña y La Lorilla, que comparten varios tramos:

Ruta (1) Rebolledo de Traspeña: Cuevas del Monte, el río Odra en su esplendor, La Lorilla y el Sendero Colorao. Geoparque de Las Loras

Y Ruta (2) Rebolledo de Traspeña: Cuevas del Monte, Traspeña, pozos y cascadas en el Odra y La Lorilla. Geoparque de las Loras

En época lluviosa y nivosa, ‘MA’ pilló a estos parajes en su máximo esplendor de exhibición acuática: los manantiales, los pozos, las cascadas. Como si hubiera estado al acecho del momento ideal. No extraña que repitiese con una diferencia de sólo 11 días.

Mientras, otros estábamos ‘a verlas venir’; esperando a que se abrieran (despejaran) los cielos y se cerraran (secaran) los campos. Lo reconozco: sentí envidia, pelusa (‘pelusilla’, diría más de uno por allí). Ese espectáculo es raro de ver.

Así que, en el primer hueco, allá fuimos con fe ciega. A otras candidatas en la lista de espera les dimos plantón. Había que aprovechar los momentos (escasos últimamente) con abundancia de agua en esas fuentes y saltos.

Hacía mucho tiempo que no los había visto con esa abundancia; …‘antiguamente’. Expectantes, nos pusimos en camino. Habían pasado sólo 12 días desde la segunda visita de ‘MA’. A ver qué queda de todo ello….

 

* La Ruta

Nos guiamos por la ruta (2) de ‘Manu Arroyo’, buen conocedor de la zona.

[*Nota: de su ruta (1) (ver enlace arriba) hemos tomado las fotos 3ª y 4ª incluidas en nuestro ‘waypoint’ 20, Pozo del Corral, para contrastar con las de la presente excursión, tres semanas después. Con su permiso].

Partimos del pueblo de Rebolledo Traspeña con dirección al Alto de la Cruz. Llegamos a la ‘cueva del lobo’ (km 2,2) en el primer escalón rocoso; luego, a la ‘cueva del raposo’ (km 3,3) en el segundo. Son curiosas oquedades en los muros verticales encarados hacia el sur.

Superamos el risco del alto y bajamos al otro lado, el norte, al vallejo del río Odra (km 3,8). Por él descendemos hasta la zona de las fuentes (entre los km 5,1 y 6,9, aprox.): en orden, Pozo del Corral, Pozo de los Aceites, Manapites, y Yeguamea.

Desde allí toca ascender hasta la meseta de La Lorilla (km 8,5). Con algo de zigzagueo entre las rocas, y luego por un camino, llegamos fácilmente al altiplano. A partir de ahí, uno puede ir ya ‘donde quiera’, tomando como referencia el punto geodésico de Peña Lora (km 10,9).

Pateamos primero un trecho por la zona central de La Lorilla, monte a través. Luego cruzamos hacia los acantilados de su borde norte (km 9,9), para contemplar Valdelucio y las montañas cantábricas. Llegamos hasta Peña Lora (1.177 msnm).

Iniciamos el regreso cruzando la planicie hacia el sur, sin sendero. En el km 12,4, tomamos el camino de bajada que abre una brecha en La Lorilla hacia Las Praderas, el ‘Sendero Colorao’. Por él llegamos de nuevo al valle del Odra (km 14,0).

Enseguida afrontamos el repecho final al Alto de la Cruz (km 14,4). Desde allí, una pista descendente nos deja a las puertas en Rebolledo Traspeña.

 

* Posibles Dificultades

En conjunto, y en condiciones normales, las demandas físicas y de orientación en la ruta son moderadas.

Sin embargo, con nieve en bastantes tramos y también barro a trechos, el camino se hace fatigoso. Subir a las cuevas y caminar por el pasadizo que lleva a la primera (la del lobo), requiere cierta precaución.

La orientación no es difícil, pero se hace aconsejable una guía. Ésta se convierte en necesaria para localizar las cuevas, y también para el punto de descenso desde La Lorilla (hay que salvar antes una alambrada).

 

* Destacado

Acertamos con un día espléndido. Con todo a favor: soleado, frío, cielo diáfano, algo de nieve, verdor incipiente en los campos y firme en los altos. Y, quizá lo más importante, con abundante agua en manantiales, regatos, cascadas y pozos.

Nos estaba esperando. Nada podía salir mal; ni siquiera lo que se torció… (ver Anécdota).

Destacable en esta ruta es todo. Claro, que yo tengo debilidad por estas tierras austeras (y también por otras más exuberantes). Así que, procurando mantenerme no demasiado lejos de la objetividad, haré una selección.

 

* El Agua, las aguas

Esquivas éstas durante la mayor parte del año, en un terreno pedregoso y estepario, las lluvias y nieves de las últimas semanas habían montado un festival. Más deslumbrante, si cabe, por el contraste con lo descarnado del entorno; tanto, que le aflora el espíritu bajo la piel.

Valle del Odra arriba, el aún arroyo sonaba bravo en su estrecho cauce. Luego se cubría de hielo. Después aparecía seco (debe haber filtraciones o captaciones de agua). Apenas llegaba líquido al Pozo del Corral. El Odra escapista, jugando al escondite: ‘ahora me ves, ahora no’.

Un poco más abajo, confluyen sobre él varias fuentes desde las faldas de La Lorilla: el Pozo de los Aceites, Manapites, y Yeguamea. Todas con sus cascadas, en plural; ninguna quiere ser menos. En Yeguamea hay tres (con cola de caballo, claro): la ‘madre’, la más ostentosa; la ‘hija’, al lado; y la ‘sobrina’, un poco más allá, a la derecha (inventos ‘maisidianos’).

Resulta muy curiosa la surgencia de Manapites. Es como una marmita de agua transparente de color verde aterciopelado, cristalino (como los ‘pites’ de las botellas de cristal), desprendiendo reflejos bajo el sol. Se ve brotar el agua, a borbotones, como si estuviera hirviendo. En medio del sendero. Hipnótico.

 

* Los horizontes desde La Lorilla

Se queda uno como extasiado, suspendido en el aire, caminando sobre esas soledades. Por esa venteada meseta, fortificada con anillos de piedra alrededor. ¿He dicho alguna vez que sientes las piernas como si fueran alas? Allí te puede ocurrir.

No sabes qué vas a encontrar unas decenas de metros más allá de tus pies. Pero el mundo se te acerca a esa atalaya desde infinitos kilómetros a la redonda:

De oeste a este, por el norte, la multi-picuda y densamente nevada Montaña Palentina, antesala de los Picos de Europa, el alomado Alto Campóo, los recios páramos de La Lora, las montañas cantábricas guardianas del Ebro, La Tesla, los Obarenes.

En el sureste, la vista alcanzaba hasta la alargada silueta de La Demanda (a 100 km en línea recta, según Google Maps). Luego, al sur, los campos de la Meseta, mayormente velados por Peña Castro y Peña Amaya.

Más en la cercanía, justo bajo los riscos de La Lorilla encarados al norte, se hiende y estira un angosto ‘valle colgado’ (un sinclinal y su anticlinal). Sobre él vuelan, por encima, los buitres. ‘Colgado’ y encantado, parece.

En la propia superficie de La Lorilla, sorprende su verdor sobre un suelo yermo. La nieve se agazapaba tras las matas de brezo, como buscando el abrigaño frente al cortante cierzo. Formaba así curiosas dunas triangulares de estirada cola, simulando rayas marinas.

 

* Los caminos de ascenso y descenso de La Lorilla

La Lorilla es, pues, un mundo que se conecta al otro (éste) a través de los horizontes del cielo. Pero, durante la ruta, también hay una conexión física a través de los valles y caminos que llevan a aquella. Naturalmente.

Nos movemos por vericuetos entre unas loras y otras, cual laberinto entre valles solitarios. Sólo dos pequeñas manadas de caballos fueron testigos de nuestro peregrinar. Nos miraron tranquilos y siguieron paciendo. Todo trasmitía sosiego.

El trayecto de ascenso, siendo impresionante, es más ‘terrenal’ que el de descenso por el ‘Sendero Colorao’. Bajando por éste, a los lados vamos dejando los recortados y serpenteantes bordes sureños de La Lorilla y los espigones de las loras adyacentes. La fuerte erosión les ha conformado a capricho. Para dejarte embelesado.

En la parte inicial del trayecto están las cuevas del lobo y del raposo. Lo más interesante es la galería que conduce a la del lobo. Caminamos unos 500 m por un pasillo en el primer escalón, con las paredes cóncavas y una especie de visera superior. Con vistas a Peña Amaya, Peña Castro y Valdehumada. Un suntuoso mirador.

 

* Anécdota

Siempre me han parecido mágicos estos andurriales de La Lorilla. No sabría bien decir por qué. Es una sensación indefinida.

A lo concreto. Nos había ocurrido ya. Casi lo mismo. Allí mismo, con una diferencia de nada; en mitad de La Lorilla. Para más coincidencias, sospechosas, y para que no parezca mero azar, la otra vez fue también en febrero, hacía un año, y con un tiempo casi idéntico (*).

Fue algo que alteró nuestra paz en la ruta. Nos suscitó cierta inquietud, si bien algo menor que en la ocasión anterior. Pero ahora no nos pilló tan desprevenidos. Íbamos mejor pertrechados, aunque no soy consciente de que lo hiciéramos a propósito….

Fue algo sin consecuencias graves, no obstante. Sólo como si obedeciera a alguna fuerza oculta traviesa, juguetona. Que no quisiera hacer daño de verdad, pero sí poner zancadillas. Como un tunante, como un granujilla descarado que se nos cruzó en el camino.

Hacía un año, allí, de pronto se me bloqueó el teléfono con el que íbamos siguiendo la ruta. Nos quedamos ‘ciegos’; sin ver el trazado. Hubo que afrontar lo más difícil (localizar el punto para el descenso) ‘a tientas’. Pero, sorpresa, Wikiloc siguió grabando (‘en la sombra’).

Ahora, en esta segunda ocasión, nos volvió a ocurrir lo mismo. El teléfono (*un* teléfono) se bloqueó. No conseguimos revivirlo hasta varias horas después (‘¡a buenas horas!’). Aclaro que el teléfono ahora era distinto, nuevo, y ‘mejor’ (a juzgar por su precio).

No tenemos explicación para el incidente. ¿Tal vez algún duendecillo habita por aquellos lares? ¿Algún espíritu picaruelo con poder para torcer los afanes y los planes de los intrusos que por allí osan deambular? Que no quiere que descubramos sus secretos….

“Pues esta vez te vas a fastidiar, briboncillo, seas quien seas; o lo que seas”. Ahora llevábamos *dos* teléfonos con seguimiento de la ruta. En el mío se bloqueó el seguimiento, pero no en el otro, que nos sirvió de guía. “No lo sabías, ¿verdad? Esta vez te engañamos.”

‘¡Y que conste que todos me llaman escéptico!’

[Doy fe].

(*) https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/fuenteodra-y-pena-lora-96470479
(*) https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/de-fuenteodra-a-pena-lora-r-124894838

 

Índice de fotografías
De Rebolledo al valle del Odra El vallejo del Odra Los manantiales
Subida a La Lorilla En y desde La Lorilla Por el Sendero Colorao
La cabecera del Odra    

 

Desde Rebolledo Traspeña al valle del Odra

 

      


      


      


      


      


      





El vallejo del Odra

      


      


      


      


      


Los manantiales: El Corral, Los Aceites, Manapites, Yeguamea

      


      


      


      


      


      


      





Subida a La Lorilla

      


      


      


      


      


      


      


En y desde La Lorilla

      


      


      


      


      


      


      


      


      


Por el Sendero Colorao

      


      


      


      


      


      


La cabecera del Odra

      


      


      


      


      

 

colaboración de Manuel GC, autor del trabajo, publicado con su acuerdo
página creada el 19/04/2023