Ruta de las 20 Ermitas (entre Villadiego y Sotresgudo) 

La mayor parte de esta ruta se hace en vehículo, dada su longitud total (unos 150 km). La parte propiamente senderista, caminando, puede oscilar flexiblemente entre unos 5 y 30 km, a voluntad del viajero.

CONTEXTO

En el noroeste de la provincia de Burgos, las tierras de Amaya y Villadiego se asientan en un enclave privilegiado geográficamente: entre las últimas estribaciones septentrionales de las montañas cantábricas, por el norte, y los campos y cerros de la meseta castellana, por el sur. Apoyan sus espaldas sobre los baluartes norteños de Peña Amaya y Peña Castro, Las Loras y Peña Ulaña, para proyectarse hacia las llanuras sureñas.

Lugares con trascendencia histórica, son también tierras plenas de magia y encanto en su austeridad paisajista. Sus gentes, hijas de esa historia y ese entorno, viven con orgullo el ser parte esencial de una y otro. Se lo han ganado con su abnegación y sus sacrificios sin reservas para salir adelante en circunstancias de penuria. A su entrega infatigable al duro trabajo campesino han añadido una inquebrantable fe en sí mismos.

La religiosidad que se manifiesta en sus iglesias y ermitas, forjada a lo largo de siglos, se ha alimentado en esas duras condiciones de vida; y, a la vez, ha proporcionado el empuje para luchar en la adversidad. A pesar de la carga extra, en muchos de estos pueblos se han llevado a cabo iniciativas de recuperación de ese patrimonio histórico, artístico y cultural. Sus habitantes tienen motivos para sentir nobleza y satisfacción por ello.

He elegido 20 ermitas, en 18 pueblos, por hallarse dentro de un recorrido ‘circular’ y asequible en términos de tiempo para una larga mañana. Hay, obviamente, algunas ermitas más en otros pueblos de la zona. Sirvan las presentes como muestra representativa. Nuestro respeto y admiración abarca a todos ellos.

DATOS DE LA RUTA

La ruta fue realizada el 29 de mayo de 2022. Dado que en la excursión original la exploración nos llevó a algunos desvíos o rodeos, pequeños pero prescindibles, la he reconstruido fielmente (sin esos ‘errores’) antes de subirla a Wikiloc (aún fresca en la memoria). Así será más útil para orientar a posibles viajeros y caminantes interesados en seguirla de modo eficiente.

Longitud total: 154 km (en vehículo: 144,1 km; caminando: 9,9 km). Si se desea caminar (ida y vuelta) a todas las ermitas desde los núcleos urbanos, se pueden recorrer a pie un total de 30-32 km (no es necesario tanto si se acerca un vehículo a ellas). También es posible caminar algo menos de nuestros 10 km.

Desnivel acumulado en todo el trayecto, caminando (depende de cuánto desee caminar cada cual): 205 metros, en nuestro caso. Ermita situada a mayor altitud: Nuestra Sra. de Camporredondo, en Cuevas de Amaya (1.000 metros). A menor altitud: Ermita de San Roque, en Villahizán de Treviño (827 metros).

Duración total: 6 horas y 58 minutos; comienzo a las 6:50 h am. y final a las 13:48 h, ambos en el pueblo de Castromorca (a 2,8 km Villadiego, carretera C-627, en dirección a Burgos ciudad).

Tiempo en movimiento caminando: 2 horas 47 minutos (en nuestro caso; con sosiego, admirando el entorno).

La ruta recorre 10 pueblos habitados del municipio de Villadiego (12 ermitas) y 8 pueblos del municipio de Sotresgudo (8 ermitas); éste es algo menor en extensión y población que aquél.

ITINERARIO (en orden numerado): Pueblos (y municipio). Nombre de las ermitas. Y distancia/acceso.

(1) Castromorca (Villadiego). Ermita de la Concepción. En núcleo urbano.

(2) Villadiego (Villadiego). Ermita del Cristo. Núcleo urbano (periferia).

(3) Villalbilla de Villadiego (Villadiego). Ermita de San Roque. Núcleo urbano (periferia).

(4) Tapia de Villadiego (Villadiego). Ermita de San Bartolomé. Núcleo urbano (periferia).

(5) Villusto (Villadiego). Ermita del Santo Cristo de las Eras. A 200 metros de la periferia. Accesible caminando.

(6) Palazuelos de Villadiego (Villadiego). Ermita de la Virgen de la Berzosa. A 800 metros de la periferia. Es posible aproximarse en vehículo por pista rural, y luego caminando.

(7) Rioparaíso (Villadiego). Ermita de San Juan. A 400 metros de la periferia. Caminando.

(8) Sandoval de la Reina (Villadiego). Ermita de San Martín de Castrorrubio. A 2,5 km de la periferia. Es posible aproximarse en vehículo por caminos rurales, y luego a pie.

(9) Sandoval de la Reina (Villadiego). Ermita de San Roque. A 100 metros de la periferia. Accesible caminando.

(10) Peones de Amaya (Sotresgudo). Ermita de la Virgen del Pilar. A 150 metros de la periferia. Al lado de la carretera.

(11) Salazar de Amaya (Sotresgudo). Ermita de San Roque. Núcleo urbano (periferia).

(12) Cuevas de Amaya (Sotresgudo). Ermita de Nuestra Sra. de Campo Redondo. A 150 metros de la periferia. Accesible caminando.

(13) Cañizar de Amaya (Sotresgudo). Ermita de Santa Lucía. A 1,5 km de la periferia. Es posible aproximarse en vehículo por la carretera, y luego a pie.

(14) Sotresgudo (Sotresgudo). Ermita de San Cristóbal. A 800 metros de la periferia. Es posible aproximarse en vehículo por caminos rurales, y luego a pie.

(15) Barrio de San Felices (Sotresgudo). Ermita de Santa Ana. A 400 metros de la periferia. Al lado de la carretera.

(16) Quintanilla de Riofresno (Sotresgudo). Ermita de San Roque. A 100 metros de la periferia.

(17) Guadilla de Villamar (Sotresgudo). Ermita de la Virgen de Villamar. A 1,4 km de la periferia. Es posible aproximarse en vehículo por caminos, y luego a pie.

(18) Villanueva de Odra (Villadiego). Ermita de La Magdalena. A 2,5 km de la periferia. A 100 metros de la carretera.

(19) Villanueva de Odra (Villadiego). Ermita de San Roque. A 400 metros de la periferia. Es posible llegar en vehículo por pista rural.

(20) Villahizán de Treviño (Villadiego). Ermita de San Roque. Núcleo urbano.

COMENTARIO y VALORACIÓN

El objetivo de nuestra ruta es servir a peregrinos de la historia y la cultura, con independencia de su devoción religiosa. Pero la ruta también ofrece atractivos para exploradores naturalistas. Combina las manifestaciones artísticas (arquitectónicas) religiosas con la naturaleza de los campos y los montes circundantes. Dado que varias ermitas se hallan algo apartadas de los núcleos de población, el viajero puede decidir cuánto desea caminar (sin usar un vehículo).

Tienen estas tierras hondas raíces históricas cristianas, forjadas durante los inicios de La Reconquista. Esto probablemente influyó en la proliferación de iglesias y ermitas. Muchas de las poblaciones se establecieron con organización social en los siglos IX y X. De ahí que varias de las ermitas (y las iglesias) tengan una arquitectura de origen románico. No obstante, hubo por allí, además, asentamientos humanos prehistóricos, prerromanos, romanos y visigóticos.

Las ermitas son generalmente construcciones de menor tamaño y elaboración arquitectónica que las iglesias. Resulta admirable el que la mayoría de estos pueblos, con limitados recursos humanos y materiales a lo largo de sus mil y pico años de historia, tengan no sólo una iglesia (y hasta dos), sino también su propia ermita (y hasta dos).

Las ermitas tienen una particularidad especial con respecto a las iglesias: eran lugares de procesión religiosa (a menudo algo alejadas o en la periferia urbana); pero también eran lugares de esparcimiento y diversión, en las romerías. Ello las convierte en doblemente interesantes.

La presente ruta aspira a ser un modesto homenaje a las ermitas y a las gentes que pusieron en ellas sus esperanzas de transcendencia, y también sacrificios y ‘sudor’ para construirlas.

ALGUNAS PARTICULARIDADES

Todas las ermitas estaban cerradas durante la excursión (y así permanecen habitualmente, salvo en alguna festividad). Es, pues, posible, contemplar su exterior, no su contenido interior.

Quizá dos ermitas, las de Villadiego (2) y Sotresgudo (14), destacan por su mayor refinamiento. La de Sotresgudo, una de las más antiguas, es un templo románico construido en torno al año 1200. La de Villadiego es una capilla del siglo XV. El resto de las ermitas tienen una apariencia más austera, pero sugerente y adorable.

Sin pretender establecer comparaciones, porque cada ermita tiene aspectos destacables, la de Cuevas de Amaya (12) sobresale por su majestuosidad, encabalgada en una ladera de las estribaciones próximas a Peña Amaya.

En este mismo sentido paisajístico, también se yerguen airosas e hidalgas en medio de la llanura campestre, pero recortadas contra Peña Amaya al fondo, las ermitas de Palazuelos de Villadiego (5), Villusto (6), y Cañizar de Amaya (13).

Resultan igualmente sobresalientes arquitectónicamente la de Guadilla de Villamar (17) y la de La Magdalena en Villanueva de Odra (18). La otra ermita (19) de este segundo pueblo, de aspecto más rústico, se encuentra en avanzado hundimiento.

Sandoval de la Reina, sin embargo, conserva sus dos ermitas (8 y 9) en aceptable estado. En el caso de la de San Martín de Castrorrubio (9), los vecinos y varias asociaciones culturales han hecho un loable esfuerzo de recuperación. Las vistas desde ambas son impresionantes.

Las de Tapia de Villadiego (4), Rioparaíso (7), y Salazar de Amaya (11), son ermitas anexas a los respectivos cementerios de esos pueblos. En Sotresgudo hay una capilla en el recinto del camposanto (denominada ‘Ermita de Entrambosbarrios’).

En Villahizán de Treviño (20), la ermita queda deslucida por su entorno inmediato (depósitos de basura; torreta eléctrica; tablones de andamiajes, etc.). En contrapartida, Villahizán tiene dos iglesias: una joya románica en ruinas, y otra algo posterior con buena presencia.

La sobria ermita de Villalbilla de Villadiego (3) tiene una sólida factura en sillares de piedra caliza magníficamente encajados y una portada con arco de medio punto. Sorprende su redondeado borde bajo el tejado.

Las ermitas de Castromorca (1), Peones de Amaya (10), Barrio de San Felices (15), y Quintanilla de Riofresno (16) son edificaciones menos antiguas. Algunas tienen un considerable tamaño (1 y 15); otras (10 y 16) son más reducidas. Todas resultan entrañables.