Retablo del Santo Cristo de Sandoval de la Reina - Conservación / 26 marzo 2023 / Concluido
Imágenes (más abajo) tomadas una vez concluidos los trabajos de conservación del retablo.
• Tras el retablo, apareció un fresco muy deteriorado en el que se podían apreciar el sol, estrellas, un ángel y adivinar otros componentes. Parece ser que ese fue el fondo original asociado a este Cristo gótico, es decir, que fueron probablemente contemporáneos. Es una policromía sobre piedra; en el lateral derecho de la hornacina hay un ángel; en la parte frontal estaría el Calvario pintado, con la luna a la izquierda y el sol a la derecha, al contrario de como se ve en la pintura del retablo; dos hornacinas pintadas al lado derecho y al lado izquierdo del Cristo en las que irían San Juan y la Virgen en tallas de madera o incluso de piedra, no se sabe; el Cristo iría colgado, aunque probablemente también pintado; estrellas en el firmamento, que en principio sería azul, y que se ennegreció con los humos de las velas y de los candiles, pues tiene elementos para colgarlos; en el lateral izquierdo de la hornacina no ha aparecido nada porque está todo muy perdido; en la parte central y el lateral derecho a la derecha, a cierta altura, se aprecia una cenefa con un texto no descifrado.
• El Cristo con la Cruz puede pesar unos 100 kg.
• El retablo que enmarca la talla fue reaprovechado de otro lugar, sin que conste de dónde procede. Se sabe porque no se adapta a la hornacina que albergó originalmente la imagen y porque, tal como apreció Nicolás Cuñado, el color azul, presente en bastantes superficies del retablo, está asociado, habitualmente, a la Virgen María, por lo que podría haber tenido esta advocación. Además, la cruz, que es de madera, seguramente de pino, fue cortada para adaptarla a su nuevo marco en su parte superior y, tal vez, también en su parte inferior.
• El hueco interior que quedó al descubierto al retirar los elementos del retablo está ennegrecido en gran medida, especialmente en la zona del arco. Aunque se pudo pensar que pudo haber sido debido a algún fuego, en realidad se debió, seguramente, a tener candiles de aceite encendidos en el altar.
• La pintura del fondo representa Jerusalén Celeste o Celestial. Se preguntó a los restauradores si estaba firmado. No estaba firmado, sin bien, Ana Peñacoba señaló un hombrecillo en la pintura que parece saludar y que podría haber sido una marca personal que dejó el autor.
• En el altar, que hace de banco del retablo, hay una pintura representando a María Magdalena, que está echada, leyendo. Esta pintura de forma circular, sobre cuero, estaba parcialmente desprendida y fue fijada durante los actuales trabajos de conservación.
• El altar presenta tres colores superpuestos, rojo anaranjado, bol arménico (arcilla roja) y marrón. El color original del adorno de hojas era verde y, en algún momento atrás en el tiempo, se doró.
• En la parte superior, el remate, incluye otra pintura circular que representa un Ecce Homo. Estaba muy oscurecido, apreciándose apenas. Ahora, ha quedado limpio y se le distingue bien.
