Escultura Románica Sexual (etapa en Sandoval de la Reina, 24 de agosto de 2022)

[Delante de la fachada principal]

Rafael Santamaría - Bueno, pues ya estamos en Sandoval. Yo no sé si veis que aquí hay alguna cosa más. La torre es del Renacimiento, es posterior. La iglesia es gótica. Pero se han conservado estos capiteles, estos canecillos. Perdonad, cuando tenga algún error me lo corregís. La última rehabilitación, vamos a decirlo así, del templo se hizo en 1996, hace unos 25 años, aproximadamente. Y fueron colocando ahí canecillos que tenían en una serie de sitios. Como veis, ese no es el lugar original. Afortunadamente, sí que les han conservado. Pero, de la noche a la mañana, cinco, y algunos dicen que seis, canecillos desaparecieron. Cuando los iban a colocar ahí. Lo consideran un expolio. Lo han denunciado, pero no han vuelto a aparecer. No han aparecido los canecillos.

Tenemos entonces una serie de canecillos, no sé si les vais reconociendo. Allí tenemos un personaje.

Público - ¿Un ciervo?

RSM - ¿Qué os parece que es?

PB - Hablan varios a la vez.

RSM - El único que hay. Bueno, puede haber sido objeto de ese expolio, represión o censura. Veis que tiene una cara como de simio. No vemos bien si es una mujer porque tendría la cabeza con alguna toca. Puede ser, perfectamente, un hombre itifálico, es decir, un hombre que está sentado mostrando el pene largo y gordo. Esto sería.

PB - Cuando tienen toca significa que son mujeres casadas.

RSM - Sí, ya lo hemos comentado. Estos personajes aparecen muchísimas veces mutilados por lo que os acabo de decir. Seguimos.

Tenemos un animal con cuernos. Un músico, un arpa. Un hombre con un tonel encima del hombro. Este otro se supone que es otro músico. Otro animal con cuernos. Otro. Y otra vez aparecen los tonelillos.

Ahora vamos a ir al otro lado para que veáis otra serie de capiteles [canecillos] y ya os comento algo sobre algunos de ellos. Todos estos que veis aquí, suponiendo que el primero sea un exhibicionista, otros dice que es una señora que está dando a luz.

Lo que quiero que veáis aquí es que empieza a aparecer ya un contexto para estas figuras sexuales que no deja de repetirse. Es importante, es impactante a un itifálico, un hombre..., o ver a una exhibicionista mujer enseñando el sexo, pero siempre vendrá acompañada de toda esta fauna que os digo, animales con cuernos, también animales monstruosos y luego toda esta gente de la farándula, contorsionistas,...

[Se] le da mucha importancia a..., también nosotros, al beber como veis. Beber porque produce alegría, están contentos por el sexo y por la vida diaria. No os extrañe, porque las penalidades de esta gente eran... Bueno, veis cómo lo pasaban nuestros abuelos. Los que somos ya ancianos... En fin, cómo lo pasaban los abuelos. Fatal. Pues toda aquella gente peor. Era una salida de alegría. Y por ahí van ahora todas las interpretaciones que os acabamos de dar a los que habéis llegado más tarde. Es una de las explicaciones más... si no la más acertada. Es un trasunto de la vida diaria, la vida diaria llena de penalidades y que «ya que tenemos la suerte de poder practicar un poco el sexo, que no nos joroben, que no nos lo quiten, y beber que no nos lo quiten». Vamos a ver los de la otra parte.

[Fachada norte]

RSM - Poneos de manera que el sol no os moleste.

Mirad qué canecillos más representativos. Ya tenemos canecillos muy muy representativos. ¿Veis un animal con la lengua fuera?, siempre está vinculado a lo sexual. Las fatigas que te produce el sexo, cuando tienes que hacer esfuerzos. Seguimos. Id viendo monstruos, los cuernos siempre, este otro también parece otro animal con cuernos. Esto que tenemos aquí, ya voy por este, por el cuarto, el tercero mejor dicho, este puede ser algo simiesco y también podemos pensar en una mujer exhibicionista.

En el que me voy a detener es en el penúltimo, que ya veis lo que es, es una escena de parto. Es muy famosa. Las escenas de parto se las efigia o esculpe de dos maneras, si habéis traído catalejos lo veis mejor todavía si os les ponéis, pero bueno, yo creo que se ve bastante bien. La primera manera [de esculpirlas] es de esta manera, todavía no ha nacido el niño, simplemente se ve la vagina a la mujer por la que va a salir el niño. Veremos otras donde ya el niño está fuera y le agarra su madre de las piernas, tiene una cabeza enorme.

Os voy a comentar ahora por si se me olvida. Hay alguno de estos, donde el niño ya ha nacido, que ya ha salido de la madre, que está en una actitudes que, en fin, un poco temibles casi. Por ejemplo, en Artaiz, que está en Navarra; ha nacido un niño, con un mano coge a la madre de las piernas y con otra tiene un cuchillo, y unos ojos saltones, alucinados. Se piensa, ¿qué estará diciendo esta escena de sexo?, un niño que acaba de nacer y parece ya que viene aquí... [PB - dando guerra]. Sí, sí, con mucha. Siempre se piensa, como primera opción, que es un castigo que ha hecho el escultor de alguna familia a la que le tiene poco cariño; «tú vas a tener unos hijos que van a ser todavía peores que tú, lo mal que me caes». En otros casos, simplemente puede estar prefigurando alguno de los seres malísimos que hay por el mundo, los que declaran guerras, etc.

Voy a aprovechar esto para hablaros de los partos de entonces. Los partos son muy frecuentes, y la guerra que le dieron a la Iglesia; según ellos, claro. El ideal de parto para la Iglesia era el de la Virgen, lo que vemos en Navidad. Allí no aparecerá una mujer desnuda y aparecen desnudas, con los pechos, ya lo veis. A la Virgen nunca la veréis así. Aquí nunca veréis una escena de lactancia, que el niño mame, no se verá. Ya sale con unas ganas el niño de guerra tremendas. Entonces, ¿qué se ha pensado?, que esta es una de las escenas misóginas por excelencia. Misóginas, es decir, de ataque a la mujer.

La mujer, ni siquiera, en la tarea que le encomendó Dios, para que se perpetúe la especie, ni siquiera en ese momento es buena persona, porque si practicas sexo, fijaos lo que os digo, es por placer, no por procrear que es lo que debe hacer. No se permiten más coitos, no se permiten más uniones carnales que las que vayan destinadas a tener hijos. Así que, se acabaron, eh. Y luego posturitas y tal. Solo la postura del misionero, ¿ya sabéis cuál es?, el hombre encima, la mujer se abre de piernas y ya está. No hay más, eh. Así esas..., que si yo del lado y que si yo no sé cómo, en fin, no sé si hay alguien aquí que nos puede ilustrar. Bueno, no se admite ninguna, solo esa.

Ya insistiré sobre el lenguaje misógino, sobre todo cuando lleguemos las mujeres, que aquí hay una, las serpientes que las muerden los pechos. Pues la mujer, en este caso, ha tenido un niño fruto de la concupiscencia y entonces la vemos desnuda..., a ver, el parto es, justo lo que más debería cuidar el escultor; pues la Iglesia no se lo permite, quiere que aparezca ese sesgo. Pero tuvo un problema porque resulta que, citaré el Génesis más veces, Dios les dice, una vez que han aparecido Adán y Eva, «Creced y multiplicaos». Creced, no hay más que una manera de crecer que es lo que hay que hacer, practicar sexo, si no, no puedes crecer. Pero a la vez lo condena. Es decir, tuvo una contradicción enorme, la Iglesia. Ya veréis cómo se resuelve.

Se resuelve muchas veces, no sé si os adelante esto, porque en otro sitios también... Se resuelve de una manera extraña. A  ver, hay una cosa que, desde Grecia, incluso desde antes, apareció en todos los escritos de los grandes que consideraban científicos, es decir, si no, estás jorobado, tendrás enfermedades, te irá muy mal en la vida. Hay que practicar sexo. La Iglesia, «si yo dejo esto, si yo dejo a los curas, a los monjes que tengo en el monasterio, me van a llenar el convento enseguida ¿Qué hago yo y qué pasa entonces? Pues, que cada hijo de fraile me reclamará una parte del convento. De aquí a nada, nos quedamos sin convento y sin nada».

Así que, tuvieron que optar por otras cosas, por la castidad. La castidad es lo bueno, en fin, y lo demás, en fin. «Esto que tenéis sí que lo permitió Dios», pero sólo como os decía antes, «Solo y específicamente para eso. Olvidad lo demás del sexo». Entonces empieza un ataque feroz contra las mujeres. Ataque feroz, eh. Dicen los que tenían este lenguaje misógino «No os extrañéis, Dios...».

Hay dos partes en el Génesis, Dios, de barro, modela a Adán y lo crea. Y luego, duerme a Adán, le coge un trozo de una costilla y con ella forma a la mujer ¿Estáis de acuerdo? Ahí está todo el mensaje misógino. Si Dios crea simultáneamente al hombre y a la mujer, están en el mismo nivel. Pero es que, la mujer..., Adán sí que es creado de barro o de lo que sea, pero es que la mujer no, es un trocito de Adán, por tanto, siempre está a sus expensas. Habéis visto dónde radica. Lo que ha costado en acabar con eso.

Os iba a contar otra cosa, vinculado a eso, «O practicas sexo o eso no va a ir bien, vas a tener enfermedades»; sobre todo quiénes las tendrían, las mujeres que están recluidas, quiere decir, que siguen una regla monástica; y van a tener un problema; se llama sofocación vaginal, lo llamaban ellos. Como que necesitaban varón. Se arma la de Dios es Cristo con este tema, la de Dios es Cristo, porque los hombres, que son los que dirigían la Iglesia decían «Si les dejamos a las mujeres que se alivien..., en fin..., cómo lo hacemos. Bueno, pues que se casen, que es mejor casarse que abrasarse», decía San Pablo. «Bueno, qué otra cosa podemos hacer. Bueno, pues, en fin, no sé. Les vamos a permitir la masturbación a las mujeres». De verdad, os estoy describiendo como la cosa es. «Les vamos a permitir masturbación, que se toquen, lo que sea. Y así, ya se alivian y las mujeres podrán vivir». Los frailes le dicen entonces a la [Iglesia] «Pero bueno, que es que las mujeres... Que nosotros también queremos tener algún salvoconducto». Y,  ¿cómo lo resuelven? Pues llegó un momento en que a las viudas sí que les dejaban masturbarse, a las viudas, porque como ya sabían lo que era el sexo... Pero a las novicias solo les servían los consoladores, unos aparatos que los fabricaban..., bueno, lo puedo describir, pero bueno, yo no sé qué ¿inaudible? les echaban. [PB - No eran como los de ahora]. No, qué va. Y, así, salieron adelante con este tema. Siguieron protestando los varones «¿Y nosotros qué?» «A vosotros os vamos a hacer», perdonadme, «una paja mental en el sentido siguiente, vosotros vais a ser los amantes de la Virgen, pero, a ver, eh, amor cortés, nada de pensamientos ni de historias». Eso aparece en las Cantigas de Alfonso X el Sabio. Y así les permitieron. Ellos decían «¿Yo, mi virilidad, cómo la ejerzo? Pues, tú, conviértete en amante secreto de la Virgen». Y así se resolvió el tema. [PB - Todos tenían ama]. Sí, sólo os estoy contando los líos, claro.

Sí, en la época en la que estábamos había concubinas para los sacerdotes así [hace el signo de 'muchas'], así. [PB - Y el Papa]. El Papa. ¿Os acordáis de lo de la papisa Juana, lo que también estaría vinculado aquí, aquella chica que, como ahora, ocultó su sexo, se fue a estudiar a un convento de frailes, no sé cómo lo lograría. Era tan lista que ascendió, el Papa la llevó a su lado, que, al morir [el Papa], la nombraron Papa, pero ya la había embarazado no sé quién y un día la mujer dio a luz, entonces claro, imaginaos [PB - Dio a luz en una procesión].

No sé si me he dejado algo de comentaros. Que sepáis que... Ah, sí, los que dicen «A ver, a ver, mujeres, que os quejáis de que os ha maltratado siempre la religión... Eso no es así, eh. Mirad a quién dejaban masturbarse, a vosotras y no a los hombres. Así que no os quejéis». Se han escrito libros  a propósito de eso, tratados.

Bueno, pues esto es lo que vemos aquí. Ya sé que diréis «Pues no se ve muy bien, ni el sexo ni la cara». [Estos canecillos] tiene mil años, hablamos de mil años y las figuras se han deteriorado. Lo que sucede es que, a ver, es que esto es para rústicos iletrados, sin afán de ofender. Rústicos, yo me imagino a mi abuelo Julián, que sabía leer pero pocas nociones tenía de más cosas. Y sí que entendían estas imágenes. Que si es despectivo este parto para las mujeres, que aparecen desnudas y con unos pechos y tal, bueno, es que nuestros padres y nuestros abuelos han sido machistas, y no sé si nosotros también. [PB - A ese le han quitado... ].

Muchas veces te arriesgas, pero todos estos canecillos que vemos mutilados siempre debemos sospechar que son hombres itifálicos. A pedradas acabar con el falo, con el miembro viril. Y cuando llega la época del franquismo, que fue una época, digamos, más rigorista en la moral, los curas llamaban a los niños y ¡venga! [a tirarle piedras], aunque alguna teja jorobarían a cambio también, imagino.

Esto es lo que hay aquí. Vamos a ver luego [en otras iglesias] escenas más claras todavía que esto y donde las vamos a ver clarísimas, aunque también le han cortado el falo, es en la pila bautismal [de otra iglesia], pero allí lo vamos a ver muy claro.

Rafael Santamaría Tobar, 24 de agosto de 2022
Sandoval de la Reina