Puente Medieval de las Bodegas
Lobo Quirce (seudónimo), camionero, de Alar del Rey, publicó en 2014 en la Red este estudio sobre nuestro Puente Romano, al que denomina «Puente Medieval de las Bodegas», que reproducimos aquí por su interés para nosotros.
Lobo Quirce tiene un cuaderno de bitácora al que llama Cazando Puentes, en el que recoge el estudio que él mismo hace de una serie de puentes.
Esta es la captura inicial de la publicación de la ficha publicada en 2014 en que, posteriormente, publicó en su cuaderno de bitácora inaugurado en 2015.
Este es, editable, el mismo texto:
PUENTE DE SANDOVAL DE LA REINA SOBRE EL RÍO ODRA La mítica carretera comarcal C-627 que trasegaba mercancías desde núcleos importantes de la Meseta Norte -como Burgos o Lerma- hasta el borde cantábrico en Potes o Santander, se ha diversificado en un puzle de nomenclaturas: La N-622, la BU-627 y la CA-184 ya en territorio cántabro, entre otras. Este itinerario bellísimo, mezcla los paisajes austeros de loras, parameras y campos cerealísticos con la rocosidad y aspereza de Peña Amaya y las estribaciones del Sistema Cantábrico o la Montaña Palentina, camino de Potes. El río Odra da nombre a esta comarca (Comarca del Odra-Pisuerga) y marca parte del itinerario, desde sus fuentes en territorio de Humada hasta su unión con el río Pisuerga en el puebluco de Pedrosa del Príncipe, a lo largo de 65 kilómetros. Es un cauce irregular, con largos estiajes veraniegos y flujos regulares el resto del año, aunque con alguna que otra riada imprevisible que destruye a su paso caminos, campos de cultivo, arboledas y, por supuesto, los puentes que vadean su cauce. Bien, la BU-627 transita por estos páramos burgaleses y cruza, entre otros, el viejo e histórico núcleo de Sandoval de la Reina, donde el Quirce [el autor] se encontró con el bello puente anónimo del que relata. Colegas camioneros, no hay problema: podéis acceder a él fácilmente y admirar su estructura; creo que los vehículos ligeros pueden cruzarlo todavía y tractores o pesados vadean el río sin problemas, como se puede observar en una foto adjunta. Allí, en Sandoval, no se informa sobre puente romano alguno. Creo recordar que se cita como puente medieval y -desde mi punto de vista- aciertan. En algunas webs sí se menciona como romano pero es cosa común que un puente viejo, de piedra y que se encuentre en (o cerca) de viejos núcleos o mansiones de origen romano, se le adjudique un origen romano. Las recientes prospecciones aéreas que está haciendo la Universidad de Cantabria en el Valle del Odra indican que estas campiñas pudieran tener asentamientos romanos (Villadiego o Sasamón) o de pueblos indígenas de autrigones, como en Peña Amaya. Puede considerarse como segura la vía romana auxiliar que unía Amaya con Segisamon (Sasamón) y aún otras más. Recientemente, he visitado el Puente de San Miguel y su calzada romana y doy por cierto su origen bajoimperial. Bien es cierto que, en mi opinión, estos puentes tuvieron un origen coyuntural y por tanto, su estructura debió de ser de maderamen; al consolidarse la mansio o finca agrícola de Sasamón, los propietarios decidirían consolidarlo en piedra y así -o casi- llegó hasta nosotros un bello puente de origen romano. Respecto al de Sandoval, no lo parece y si bien es cierto que se encontraba en la calzada romana que unía Amaia, Deobrigula y Segisamon, posiblemente se construyó en madera y por lo tanto, ha desaparecido, o bien, se construyó en fábrica y alguna riada de consideración, se lo llevó por delante. El puente de Sandoval de la Reina es una bella obra de ingeniería; dispone de seis vanos y tiene una longitud aproximada de 40 metros. El tablero es horizontal aunque todavía subsiste un ligero apuntamiento en su justo medio. Los arcos son irregulares, algunos parece que disponen del medio punto, otros son más abiertos o rebajados. Sería interesante conocer las zapatas y los arranques pues es fácil predecir que, debido a los arrastres de arenas y limos depositados junto a las pilas, ahora se encuentran un metro o metro y medio ocultos. La vertiente más cuidada es la de aguas arriba, donde la fábrica parece tener mejor factura. Las hiladas inferiores y medias de piedra caliza son lineales, están aceptablemente talladas y a buen seguro se obtuvieron de los escombros de la vieja ermita tardo-gótica de San Juan derrumbada hace siglos. No obstante, son sillares desproporcionados, que no guardan relación. El resto del paramento es más irregular y grosero, propio de construcciones coyunturales bajo-medievales. Dispone de 2 tajamares semicilíndricos aguas arriba, alguno con manifiestos desperfectos en la actualidad. La descentralización de éstos, hace pensar en que el puente original era más corto, situándose los contrafuertes o tajamares de contención en el viejo cauce, más estrecho y profundo que el actual. El trabajo de la cara "aguas abajo" es aún más rústico y se mezcla la piedra ciclópea, sin desbastar, con sillares, sillarejo y, en general, mampostería descuidada (no cabe duda de que es una obra civil económica rural que ha dado un resultado espléndido..., aunque se echa en falta la labor de tallistas o labrantes). Se observan diferentes restauraciones y modificaciones realizadas a lo largo de siglos, si bien es cierto que, la última, que tuvo lugar apenas hace unos años, permitió consolidar y elevar los tímpanos sobre arcos y reafirmar muros, tablero y cabezas del puente. Los pretiles -si es que los tuvo- desaparecerían para permitir el tránsito de maquinaría agrícola y tractores. El ayuntamiento solicitó en 2006 a la Confederación Hidrográfica del Duero el correspondiente permiso para rehabilitar el puente y las bodegas anexas. Bueno, el Quirce sí se maravilló de la estructura interna de las bóvedas. Los arcos exteriores -las boquillas- no son significativos y se encuentran muy deteriorados; la piedra caliza es lo que tiene, que sufre el ataque de muchos componentes químicos. Muchas dovelas están mal labradas, son irregulares y dispuestas sin guardar la geometría del arco; otras, sí se ven acuñadas. Aguas arriba, existe una fusión entre tajamares y salmeres de los arcos (la zona baja) que impide ver la trayectoria total de arcos. Pero el intradós (la arcada interior de cada vano) es perfecta. Son dovelas grandes, regulares, bien talladas y muchas de ellas asentadas "a hueso", sin ligamento alguno; protegidas de intemperies y solanas, mantienen un bello color, guardan armonía y exhiben "la firmitas" que aquellos maestros canteros e ingenieros, quisieron dar a la obra civil. En definitiva, un puente castellano interesante que os invito a que visitéis, queridos colegas camioneros, sin miedo a que no podáis aparcar en las cercanías vuestras máquinas. Como existe allí mismo un ancestral complejo de bodegas rupestres -aún en uso-, llamaré a este puente anónimo el "Puente Medieval de las Bodegas". Buena información sobre las calzadas romanas de la zona así como los puentes adscritos a las mismas se puede consultar en: "Descripción de la vía romana de Italia a Hispania en las provincias de Burgos y Palencia" Isaac Moreno Gallo, Edición de las Diputaciones Provinciales de Burgos y Palencia, Año 2001. (citas de Sandoval de la Reina en pág. 94 y 96) Más información y fotos en:
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