Rosi Pajuelo
Una foto de mi ama con mi
hermano Boni y la iglesia al fondo el año es verano de 1963. También de
acompañamiento está el perro, yo creo que era de la familia.
La otra foto es de mi ama sola en las laderas de una campa yo creo que será
cerca de la iglesia como ves el perro sigue ahí.
Mi ama se llama Rosi Pajuelo (su marido era mi padre
Bonifacio y su suegro
Máximo Vegas).
Ana Isabel Vegas, 5 de octubre de 2010
Prohibido recordar (documental)
Sentada en la foto, Rosa Pajuelo Velarde, Rosi.
En pie sus hijos Ana Isabel, José María y Bonifacio, muy comprometidos con esta historia familiar y social.
Prohibido recordar es un documental sobre la cárcel de mujeres de Saturrarán (1938-1944), donde estuvo detenida la madre de Rosi, Rosa Velarde Peña.
Rosa Velarde nació, en 1902, en la comarca de la Serena (Badajoz), en La Haba, y tenía 1 hijo y 4 hijas cuando ingresó en la cárcel de Saturrarán.
El complejo fue primero un balneario de lujo. Pasó después a ser un seminario. Por último, cárcel de mujeres.
Estába ubicado en Motrico (Guipúzcoa), junto a la playa de Saturrarán.
En 1987 se demolieron todos los edificios.
En 2007 se hizo el primer homenaje institucional.
Algunas de las reseñas sobre esta cárcel:
La playa de Saturrarán (Mutriku) y su balneario en primera línea de playa se convirtieron tras la Guerra Civil en uno de los principales penales para mujeres del Estado español, y en el que podría ser un escenario idílico hubo muchas presas que vivieron un auténtico calvario. Desde las torturas, el hambre y el robo de bebés, a las muertes por inanición o intervención directa de las monjas mercedarias, a cargo de la custodia del penal. Este documental recoge testimonios de las presas y también de sus hijos, herederos directos de las consecuencias de aquella prisión a orillas del Cantábrico que durante una década fue un infierno para más de 1500 mujeres venidas de toda la geografía española. (filmaffinity.com)
Albergó una de las mayores y más crueles cárceles del régimen franquista. Saturrarán se convirtió en prisión de mujeres clasificadas de extremadamente rebeldes y peligrosas. Dos mil mujeres republicanas de edades comprendidas entre los 16 y los 80 años y provenientes de todos los lugares de España, estuvieron encerradas entre 1937 y 1944. (elsaltodiario.com)
El documental vasco 'Debekatuta dago oroitzea" (Prohibido recordar), recoge el testimonio, hasta ahora silenciado, de las mujeres que durante el franquismo estuvieron presas en la cárcel de Saturrarán (Motrico). Los abusos sufridos y el doble sufrimiento de no poder contarlos durante años, salen por fin a la luz con este largometraje, que recibió el premio al mejor documental en el Festival de Cine de Nantes (Francia). Sus directores son Txaber Larreategi y Josu Martinez.
El documental recupera la memoria de las 2000 mujeres que fueron encarceladas tras la guerra civil en la cárcel de Saturrarán, antiguo balneario de lujo convertido en prisión, situado en el bello paraje de la playa del mismo nombre. A pesar de lo idílico del emplazamiento, la cárcel se convirtió en centro de abusos y humillaciones para las condenadas. La cárcel se cerró en 1944, pero durante años estas mujeres siguieron presas de una ley del silencio que les impedía hablar de lo sufrido. El documental, realizado en el año 2010, da voz a las supervivientes de aquel grupo. (euskalkultura.com)
El documental Prohibido recordar, que recomendamos ver completo, se encuentra disponible en la Red en este enlace:
A continuación el video iniciándose en el momento de la primera intervención de la hija de Rosa Velarde, Rosi Pajuelo, y más abajo la transcripción de su intervención:
Transcripción de la intervención de Rosi Pajuelo en el documental Prohibido recordar: Mi madre se llama Rosa Velarde Peña y estuvo ocho años en la cárcel. Pelaban las patatas e iban luego las presas a recoger las peladuras y a quitarle lo que podían. Las cocían en un pote para darnos lo más limpio que podían. Eso de las monjas..., [le dijeron a mi madre] que si quería darme en adopción. Mi madre dijo que ya había dado a una y que no daba a ninguna más. Que lo que tuviera que pasar, pasaría, pero que no. «Bueno, ma (mamá), y a mí con quién me mandaste». Pues con una que era del pueblo que iba para allá, que salió en libertad. No hace mucho que estuve yo en el pueblo, 4 años o 5, y empecé a hablar. Y enseguida me taparon la boca. Que no hablaría. Y 'por qué', les dije. 'Mejor callar, mejor callar'. |
Unas fotos familiares de Rosi:
6 de septiembre de 2022