La esquila de las ánimas en otros pueblos de la comarca

El 20 de diciembre de 2017, Alberto Delgado Berezo nos remite una colaboración sobre esta antigua costumbre del pueblo y ya olvidada en Sandoval.

Alberto es de Villasandino y desde hace algún tiempo viene recopilando información sobre las tradiciones más significativas de la comarca que viene a corresponder con el Arzobispado de Amaya y la Comarca Odra Pisuerga que, no coincidiendo exactamente su ámbito geográfico, considera que se pueden tomar como referencia de comarca para el estudio.
Él tiene interés en todo lo relacionado con la vida de nuestros mayores, especialmente lo que aun pervive como manifestaciones folclóricas y religiosas y parte de la tradición oral, la ya recogida por otras fuentes y otras que puede descubrir, como alguna copla o canción, entre otras cosas.

Atendiendo a la solicitud que hacía el sitio de Sandoval en la Red de más información sobre la «Esquila de las Ánimas», Alberto nos envía esta colaboración:

Sobre Sandoval no le puedo informar, pero sí le diré que se daba en otros pueblos de la zona y aun sigue viva en dos que por ahora conozca. Como bien sabrá, porque la cofradía de Sandoval es de las Ánimas y por lo que ha expuesto en el artículo, conoce el origen de la tradición.

En nuestra zona por lo que se conserva, no sé si antes fue de otra forma, la diferencia entre Tornavacas (CC) y La Alberca (SA) es que allí el toque es diario. También hay otros pueblos, como Mogarraz (SA), donde se realiza el toque de la esquila por una promesa, pudiendo estar tocándose la esquila equis tiempo que dura la promesa y luego no tocarla nadie porque no hay nadie que haya hecho una. Pero esto es otra historia.

Como decía, la diferencia con nuestra zona, por lo que he podido recoger, es que se hacía siempre que moría una persona que pertenecía a la Cofradía de Ánimas (antiguamente, prácticamente todo el pueblo, un buen morir y las oraciones por los difuntos eran muy importantes) para avisar del funeral y era exclusivo de esta cofradía. Es curioso que, mientras en otros lados solo se conocen mujeres, en nuestra comarca tocaban principalmente hombres, aunque también se recogen mujeres que lo hayan hecho.

Una vez desaparecidas la mayoría de estas cofradías, desapareció la costumbre, si bien en algunos lugares se mantuvo y pasó a informar de todas las defunciones del pueblo, no solamente de las de las cofradías de ánimas, porque estas ya no existían y por lo tanto no tenía sentido. Los lugares donde aun se puede ver esta tradición son:

Castrojeriz:
Al que toca la esquila se le llama veredero; solía ser un hombre, pero ahora es una mujer. Viste un traje que se parece al de un ujier antiguo y va tocando la esquila por todo el pueblo para avisar de los entierros. Este toque lo hace por la mañana los días en que hay funeral.

Para los cabos de año (oficio y misa que se celebran en sufragio de un difunto el día en que se cumple el año de su fallecimiento) lo hace por la tarde. Como hoy hay pocos sacerdotes y tienen muchos pueblos, en Castrojeriz el cura ha determinado que sea los sábados, actualmente casi todos los sábados por la tarde hay misa de recordatorio y es el momento en el que se toca la esquila.

Villasandino:
La tradición duró hasta casi los años ochenta en que la última familia que tocaba la esquila emigró y nadie cogió el testigo. Era similar a Castrojeriz. Avisaba de los entierros de todos los vecinos del pueblo. Probablemente antes solo lo hiciera de los de la Cofradía de Ánimas, que existió en el pueblo y que desapareció. Tal debió ser su poder económico que sufragó uno de los retablos de la Iglesia de la Asunción o popularmente de la Villa y en el que se puede ver un cuadro con las ánimas entre las llamas del purgatorio que están deseando ser salvadas.

Hace unos años, la Asociación Cultural Villatintorería decidió recuperar en parte esta tradición, pero solamente la realiza el día de Los Santos (fecha señalada por la importancia del recuerdo a los difuntos) por la mañana a las 8:00 y luego a las 20:00, cuando el día está entre dos luces, momento en el que popularmente se ha dicho que es el de las ánimas. Va tocando la esquila por el pueblo y en las plazas y dice la siguiente oración, que es la que se decía por costumbre:

Recemos un padre nuestro, por el alma de nuestros fieles difuntos, para que Dios les haya perdonado y nos perdone a nosotros cuando de este mundo al otro vayamos.

Toca la esquila y sigue.

Pedrosa del Principe:
También tuvo Cofradía de Ánimas y tenía esta tradición de tocar la esquila por los difuntos, pero se perdió hace tiempo.

Sería bonito que Sandoval, que tiene Cofradía de Ánimas, recuperase esta tradición, aunque solamente fuera el día en que celebra su fiesta o el de Los Santos, pero bueno, ¡ahí queda la propuesta!

Alberto Delgado Berezo