El juego de la rata
Lo jugaban chicos y chicas (hombres y mujeres).
Se usaban los cestos de vendimiar que se ponían juntos formando un círculo grande en una plaza.
Estos cestos eran altos (sobre 1,50 m) y tenían la boca suficientemente ancha para que entrara una persona.
Las bocas de los cestos miraban hacia el centro y dentro de uno de ellos se metía una de las personas que jugaban. Al que se escondía se le llamaba la rata. Quien adivinaba quién estaba dentro del cesto, se llevaba un premio.
A este juego se jugaba allá por las décadas de 1940 y 1950.