Habla Leoncio

Dos pequeños avisos:

El primero viene porque me han pedido las chicas que están restaurando los retablos, que si hay alguien aquí en el pueblo, que si tiene algún cuerpo de andamio para poder hacer lo de arriba sin tener que coger mucho las cosas. Si hay alguno que tiene un cuerpo de andamio, la tijera y la chapa, que me lo diga para podérselo decir. Así no hay que desmontar nada [del retablo].

La segunda cosa, ..., deciros adiós. Hace doce años se encontraron nuestros caminos. Hemos caminado juntos estos doce años. Yo agradecido de haber sido vuestro párroco y de haber disfrutado de vosotros. Espero que os haya sido útil. A partir de ahora vendré aquí como cura y como amigo, pero ya no como párroco. Así que, pues nada, encantado de estar con vosotros y tampoco vamos a estar muy lejos, así que nos vamos a ver, o bien por los pueblos por aquí o en Melgar [de Fernamental] o en cualquier sitio nos vamos a seguir viendo.

Santos [Dehesa], también te agradezco estos doce años de alcalde, de sacristán y como persona.

Que paséis un buen día. Podéis ir en paz.   Demos gracias a Dios.

Javi Fuente:

Entonces, yo creo que también nosotros somos agradecidos. Perdemos algo. Yo te cuento una anécdota (dirigiéndose a Leoncio). Cuando fui a León me dijeron que venía un párroco nuevo y, yo no voy a decir quién [me lo dijo] pero, «es un cura muy guapo y está muy bueno, algo hemos ganado». Bueno, han sido doce años y cuando uno tiene este regalo es agradecido. Y si este regalo es una persona, pues mucho más. Siempre, cuando alguien se despide, de alguna manera, se queda con nosotros. Y tú [Leoncio] te quedas en los niños que has preparado para la comunión de nuestra comunidad, en aquellos que han recibido la confirmación, en aquellos que han contraído matrimonio, con aquellos a los que hemos despedido [que han fallecido]. De alguna manera, los que van a los cielos se quedan con nosotros y nosotros somos agradecidos con Dios. Porque el Señor está con nosotros y nosotros estamos alegres, porque sabemos que no te vas lejos, te vas muy cerca. Nos seguiremos viendo y cada uno de nosotros podremos decirte después algunas pequeñas cosas. Para los que lo deseen, al final a la salida de la iglesia haremos una foto para aquellos que quieran ponerse, como recuerdo. Terminamos con el Himno de Sandoval de la Reina.

Habla José Luis

... Yo vine hace unos diez años. ... Desde entonces, yo creo, que Sandoval, salvo excepción ..., nunca se ha quedado sin misa los domingos. Sobre todo aquí, en pueblos pequeños que ya sabéis que la escasez de vocaciones y la multitud de pueblos, en Burgos hay 1003 parroquias, que se dice pronto. La posibilidad de un servicio para poder celebrar juntos la eucaristía cada domingo, para juntarse en torno a la eucaristía ... Es un momento de salir de casa, de encontrarse con la gente... Yo creo que la eucaristía de los domingos en los pueblos tiene algo más que en las ciudades. Los que conocemos las ciudades grandes sabemos lo que significa. Porque es un momento de encuentro, de amigos, de vecinos, de gente que viene para celebrar la vida, para celebrar la muerte, para dar gracias, para encontrarnos, para saludarnos, para preguntarnos «¿qué tal la semana?». En fin, la eucaristía siempre es un motivo, aparte  de rezar, encontrarnos unos con otros. Bueno, pues en ese encuentro, creo haber participado durante estos, creo que, casi diez años, ¿no?

Hoy, como dice Leoncio, a él le trasladan y a mí con él, porque, de algún modo, paso a la zona de Melgar [de Fernamental] y también tiene más pueblos. Vuelve a haber el mismo problema, ... Pero nuestra despedida no ... porque, aunque dice un refrán que «no hay cosa mejor que la fuente del pueblo que ya no da agua, que la campana que ya no toca y que el cura que se fue». Eso significa que el cura que se fue es bueno. Bueno, pues el cura que se fue, los curas que nos vamos nunca nos vamos del todo, porque, seguramente, volveremos a celebrar las fiestas o las despedidas, los acontecimientos del pueblo. Porque siempre un pueblo, aunque vamos siempre de tránsito, yo siempre lo digo que los curas somos interinos, los definitivos son los que viven en el pueblo, somos siempre temporales. Pero, esos momentos temporales se viven con intensidad y somos, ante todo, ya, de este  pueblo. Pues nada, muchas gracias por todo y seguiremos viéndonos en el camino.

La bendición de Dios todopoderoso, Padre, Hijo y Espíritu Santo descienda sobre todos vosotros.
Cantamos la Salve

Pues, buen domingo, buena semana, podemos ir en paz.