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  Libro de la Crónica de la Parroquia de Sandoval de la Reina 

  Crónica décimo séptima 

  Santa Misión - 1922 

En las postrimerías de esta Misión se instauró la visita domiciliaria de la Virgen Milagrosa, en tres urnas.
Cada urna visitaría rotativamente 30 familias.
Actualmente, en 2011, después de 88 años, dos de las urnas siguen visitando las casas en Sandoval de la Reina.
A esta crónica se han incorporado imágenes de una de estas urnas.

 

Crónica décimo séptima              (Ireneo Rilova López)

Santa Misión             [incluyendo Comunión de niños y niñas y Establecimiento de la visita domiciliaria de la Virgen de la Milagrosa]

Folio 10 reverso

Año de 1922

Siendo Arzobispo de Burgos el Excmmo Sr. Cardenal Dr. D. Juan Benlloch Vivó, ordenó se diese una Santa Misión en esta parroquia de Sn Pedro Apóstol de Sandoval de la Reina, la que estuvo a cargo de los Reverendos P.P. Paúles de la casa de Tardajos.

Avisado el pueblo de antemano del día y hora de la llegada de dichos P.P. y amonestado del objeto y fin de la misión; (el pueblo) así preparado acudió en bastante número a la parroquia con el objeto de salir a recibirlos. El mismo día diez y siete de febrero del año corriente, salió desde la Iglesia formada la procesión. A la cabeza de la misma iban los niños de la escuela con banderas de todos los colores, estandartes, Cruz Parroquial y después en medio de la [folio 10 reverso] misma el Sr. Cura párroco con capa pluvial morada, dirigiéndose al camino de Villanueva de Odra desde el cual se esperaba a los P.P. A las once de la mañana llegaron, siendo recibidos en medio de las aclamaciones de los concurrentes, por el Sr. Párroco (quien les dio a besar el Crucifijo), autoridades y bastantes vecinos del pueblo en medio de un gran volteo de campanas, volviendo a la parroquia en la misma formación, cantando la Letanía de la Sma. Virgen.

Llegados o estando en el Templo se leyó desde el púlpito la Patente por la que el Exmmo Sr. Cardenal Arzobispo de Burgos autorizaba a Misión en la Parroquia de Sandoval de la Reina a los R.R. P.P., como Director al P. Prudencio García, P. Andrés Avelino Gutiérrez [Moral] y P. Eugenio Vicente de la casa misión de Tardajos, y acto continuo el P. Director dirigió un cariñoso saludo al pueblo, agradeciendo altamente el cariñoso recibimiento que se les dispensaba, anunciando que al día siguiente, diez y ocho, y hora de las siete de la tarde empezaría el primer ejercicio de la misión, exhortando a todos a que todos acudiesen a la Santa Misión.

La concurrencia a los actos de la Santísima Misión fue general tanto por la mañana como por al tarde, tocándose por la mañana a las seis y media y por la tarde también a las seis y media, exponiendo a todos los fieles el fin para que el hombre fue criado en esta vida, verdades eternas, las dos banderas, parábola del Hijo Pródigo, explicándoles los Mandamientos como examen de conciencia, preparación para una buena confesión, sermón acerca de la blasfemia, perdón de las injurias y de devoción a la Sma Virgen y frecuencia de Sacramentos. Esta es la labor desarrollada desde el diez y ocho hasta el veintiocho de Febrero.

El domingo veintiséis de Quincuagésima se celebró la Comunión solemne de los niños y niñas, dirigiéndoles el P. Director una plática alusiva al acto y por la tarde se tuvo la procesión por las calles del pueblo, llevando los niños y niñas los banderines y cantando los cánticos propios de la Misión y, una vez en el Templo, el Sr. Párroco revestido con capa blanca se dirigió a la Pila Bautismal que estaba muy bien adornada, [folio 11 anverso] donde todos los niños hicieron la renovación de las promesas del Bautismo, besando la concha y poniendo la mano sobre el Misal, en alegría de haber recibido las aguas Bautismales y profesión de nuestra Santa Fe, en la que quieren vivir y morir, lo que resultó muy solemne y conmovedor, arrancando lágrimas a los presentes, terminando el acto con la imposición de la Medalla Milagrosa, que duró bastante tiempo, pues era mucha la afluencia de gente, no solo del pueblo sino de varios pueblos limítrofes. Este mismo día comulgaron también las mujeres y algún hombre, y el lunes se confesaron todos los hombres, comulgando toda la feligresía el martes de Carnaval, en desagravio de tantas injurias como recibiría hoy de tantos malos cristianos, y sin que nadie se acordase en esta parroquia fuese carnaval, perseverando en el recogimiento y piedad. La misa de comunión general se celebró a las ocho de la mañana en la que se cantó varios motetes a Jesús Sacramentado. A las diez de la mañana se celebró la misa solemne con exposición de su Divina Majestad haciendo de Preste Diácono y Subdiácono los mismos P.P. y asistidos del Sr. Arcipreste del distrito y algunos compañeros de pueblos limítrofes.

Por la tarde se celebró la procesión con su D.M. recorriendo las calles del pueblo y carretera cantando el Santo Rosario y cánticos a su D.M., habiéndose hecho cuatro altares en donde reposase el Rey de Cielos y Tierra para ser adorado de todos en medio de Himnos y cánticos dirigidos al Cielo para que Dios perdonase a los hombres que en aquella hora le ultrajasen frenéticos, en medio de tantas desvergüenzas e inmoralidades que los mismos paganos se avergonzarían de ellos.

 

La procesión estuvo concurridísima y terminada que fue, el P. Director desde la Sagrada Cátedra exhortó a que conservasen en su corazón las cosas expuestas durante la Misión y que continuasen en los buenos propósitos, puesto que les indicaba los medios de conservarlos y se acordasen de la Virgen Milagrosa que había presidido la Santa Misión y la tuviesen mucha devoción.

Bendecidos los Rosarios y Crucifijos y demás objetos, el P. Director dio la bendición Papal como remate a la Santa Misión.

El día uno de marzo después de imponer el párroco la Ceniza a todo el pueblo y celebrar la misa parroquial, a las nueve de la mañana se celebró un solemne funeral por todos los difuntos de la parroquia en el que ofició de Preste el P. Director y de Diácono y Subdiácono P.P. Gutiérrez y Vicente, asistiendo casi todo el pueblo.

Por la tarde del día uno a las dos de la tarde se hizo la señal con la campana con el objeto de reunirnos todos en la parroquia para salir a despedir a los P.P. Misioneros. Reunidos allí todos, el P. Director dio las gracias al párroco por la buena acogida que les había prestado en la parroquia y por el hospedaje en la casa rectoral, y por la eficacia que había prestado a la Santa Misión, coadyuvando al gran fruto hecho durante las Misiones. También dio las gracias al Sr. Maestro por la ayuda que había prestado en la preparación de los niños en la cataquesis, etc., y demás actos, como también a todo el pueblo por los obsequios recibidos. A continuación el Sr. Párroco dio las gracias a los R.R. P.P. como igualmente en nombre del pueblo, deseándoles hiciesen mucho fruto en sus tareas evangélicas, pues así se lo pedía por sí y en nombre del pueblo a Dios Ntro Sr. y Santísima Virgen, teniéndolos siempre presentes en sus oraciones; pues eso mismo pedía a los P.P. rogasen por el párroco y pueblo para que Dios le ayudase a trabajar en la parroquia por la conservación y aumento de las buenas prácticas hechas en la Misión, y al pueblo para que no se olvidase de los buenos propósitos y siguiesen en los mismos, y así un día todos llegásemos a reunirnos en el Cielo. Dada la bendición por el párroco a los P.P., a las tres de la tarde salió todo el pueblo a despedirles en medio de aclamaciones y disparo de cohetes, pues se dirigían al pueblo de Sotresgudo acompañados de bastante personal de esta parroquia de Sandoval, para misionar en la parroquia de dicho Sotresgudo.

Tal es en resumen lo practicado durante la Santa Misión, llegando el número de comuniones a ochocientas. Dios quiera y la Sma Virgen dure mucho tiempo el fruto de la Santa Misión, esto desea y pide en el Santo Crucifijo de la Misa quien esta crónica escribe.

Y para que así conste, lo firmo en Sandoval de la Reina a seis de marzo de mil novecientos veintidós.

Ireneo Rilova López

Nota
Como recuerdo y fruto de la Santa Misión, se estableció la visita domiciliaria de la Virgen de la Milagrosa, quedando establecida en tres coros, cada coro consta de treinta familias con la Virgen Milagrosa dentro de su hornacina o urna, que ha sido muy acogida, como igualmente su devoción, fecha ut supra.

 

                  

                            

 

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Fue uno de los misioneros en esta misión de 1922.
En 1960 se abrió un proceso de canonización de 15 compañeros.

Nació en Salazar de Amaya (Burgos) el 12 de noviembre de 1886, ingresó en la Congregación el 3 de julio de 1903, emitió los votos el 4 de julio de 1905 y fue ordenado sacerdote en Limpias en octubre de 1911. Tanto en Limpias como en Tardajos, en Orense y en Gijón, se destacó por su predicación celosa y ardiente en las misiones populares, su resistencia al cansancio y a las inclemencias del tiempo, la solidez de su doctrina y su enorme simpatía con chicos y mayores. En Gijón estuvo desde 1933, había vivido por tanto la persecución de 1934.
Al P. Avelino fueron a buscarlo a la propia residencia y él no ocultó su nombre ni su condición de sacerdote Paúl, sobre el 25 de julio de 1936. El 3 de agosto es llevado en un camión a un pueblo llamado Sariego, junto a Villaviciosa y allí le hacen subir entre las malezas, ya muy agotado hasta un monte, donde le dan varios tiros dejándolo medio muerto. Varios vecinos suben a comprobarlo. Expira sobre las 5 de la tarde después de una agonía espantosa. El Párroco del pueblo recogió en cuanto pudo los testimonios de los vecinos y así se ha podido documentar perfectamente estos hechos.

Fuente: http://www.vincenziani.com/profilotobarspagnolo.htm