A moler harina a Alar en la época del estraperlo
Un sandovalés septuagenario nos cuenta una experiencia infantil:
Allá por los años 40 del siglo XX yo era un niño. Recuerdo bajar con mi padre con el carro de bueyes a moler cebada para el ganado al molino de Alar del Rey. Teníamos que bajar allí porque la molienda, tras la Guerra Civil, estaba muy regulada. El camino de Alar no era como la carretera que hay hoy. Llevaba tiempo hacer los alrededor de 22 km que hay desde Sandoval. Y luego la vuelta. Eran los tiempos del estraperlo y la harina de trigo para cocer pan la teníamos racionada. Nos daban una cantidad para cocer para la semana, que se quedaba escasa para las necesidades de la familia. Por eso, mi padre llevaba escondidos, entre los sacos de cebada, un par de sacos de trigo de nuestra cosecha, para así poder complementar nuestra alimentación. |