A rosas no van a oler y a culo van a volver
Una sandovalesa decía que cuando lavaba las sábanas luego no las planchaba.
Y lo justificaba con esta divertida frase:
«Para qué voy a planchar yo las sábanas, si a rosas no van a oler y a culo van a volver».
Después de lavarlas las ponía al sol, antes de doblarlas.