Mil pesetas cada uno y llueve
Hubo un pastor en Sandoval de la Reina, que, en época de sequía, cuando se hacían procesiones y rogativas para que lloviera, decía a la gente, en broma, pero poniéndose serio:
- No hace falta que hagáis procesiones y rogativas para pedir la lluvia. Si me dais mil pesetas cada uno, yo hago que llueva en una semana.
- ¿Y si no llueve?
-Os devuelvo el dinero.
También decía, cuando había un fotógrafo: «Tú a mí no me retratas».
Ese dicho quedó para la posteridad y había gente que lo repetía muchos años después, en su recuerdo, cuando veía alguien con una cámara fotos en las manos.
Una vez, llevaba el carro marcha atrás en una cochera que no era suya y le decían bromeando: «Ahora lo enguiñarás», lo entornarás (el carro), para que cayera el grano que llevaba y lo dejara ahí.
Eran tiempos de muy buen humor entre la gente.
Era en los años centrales del siglo XX (1930 - 1950).