Valtierra de Riopisuerga
Valtierra de Riopisuerga está más al sur que su medio homónimo Valtierra de Albacastro, ambos en la provincia de Burgos.
El día en que se hizo este reportaje alternó el cielo gris homogéneo con nubes de varios tonos de azul y gris, que cubrían todo el cielo, y con amplios claros acompañados de un sol brillante. También cayó alguna chaparradilla. Así queda reflejado en las imágenes.
Valtierra es un pueblo pequeño, al que se sobrevuela en escasos minutos a todo su alrededor y que otea el cauce del río Pisuerga desde la pequeña elevación en la que se asienta.
Entre sus atractivos están su iglesia de san Andrés Apóstol, el mismo río Pisuerga con sus choperas y sus caminos, dos parques infantiles, la ronda de las bodegas y merenderos, las construcciones en adobe, las ruinas del puente de San Pedro Royales sobre el Pisuerga. Valtierra tiene dos palomares tradicionales, uno de ellos con palomas.
Respecto al vino, en este pueblo se le llama Churro y aun queda al menos una viña, junto al pueblo. Según contó un vecino ya mayor, actualmente hay dos personas que hacen el vino aquí para su consumo del año.
Hubo una experiencia rural en Valtierra como «Pueblo Escuela», subvencionada por ... (ilegible) y coordinada por «Escuelas Campesinas», tal como figura en un panel a la puerta de las antiguas escuelas.
Valtierra es un pueblo compacto y al mismo tiempo con amplias vías y plazas, sin agobios.
Como no todo puede ser bueno, y asumiendo la crónica e intensa despoblación, comentaron en el pueblo que, además, ya no hay pájaros o pocos, culpando de ello a los pesticidas, en especial al que llaman de forma muy descriptiva como el quemante. Por otra parte, la agricultura expansiva va dejando muy pocos espacios y microespacios para la vida natural. Estos tres males afectan a toda la comarca.
En lo que concierne al adobe, a la entrada del pueblo hay un cartel turístico informativo sobre el «Sendero Los Medievales», en el que uno de sus textos habla de ese material de construcción de esta manera:
EN TIERRA DE ADOBE La arquitectura popular encierra una idea filosófica que se ha ido perdiendo con la irrupción de la industria y la cultura urbanita dentro de lo rural. A lo largo de los siglos, los habitantes que han vivido en sus respectivas comarcas han ido aprendiendo de ellas lo bueno y lo malo, han ido depurando formas, materiales y actitudes, han ido adoptando costumbres que responden a las equivocaciones que, generaciones tras generaciones, han corregido, costumbres que marcan tiempos y formas y, por fin, costumbres que indican dónde se ha de edificar, cómo se ha de hacer, cuándo es el mejor momento y hacia dónde deben orientarse las casas. Es el elemento de construcción más característico de la tierra del Pisuerga por ser el más fácil de elaborar y utilizar, así como por su versatilidad. La fabricación de los adobes, a pesar de su sencillez, requiere una serie de pasos: en primer lugar se debe cribar la tierra para limpiarla de impurezas; después se amontona y se mezcla con la paja y, por último, se añade el agua al tiempo que se pisa para que todo quede bien humedecido. Una vez hecha la pila de barro, se vuelca en unos moldes rectangulares de madera llamados gradillas, hormas o bancales*. El barro se aprieta con un rasero. Finalmente se les pone a secar al sol, dándoles vueltas para que se sequen por todos los lados y no se resquebrajen. * A este molde, en Sandoval de la Reina y otros pueblos su comarca, se le llama macal. |
Accesos, campos, huertas, ribera del Pisuerga
Callejeando por Valtierra de Riopisuerga: calles y casas
Como es tradicional en muchos pueblos del entorno, muchas casas tienen balcones.
Destacan algunas construcciones en adobe magníficas.
Se han visto dos. Uno de ellos en uso y con muchas palomas.
Medios para la labranza, actuales y antiguos
Naves agrícolas, cocheras y casetas
Clásicas y modernas.
Se recogen aquí imágenes de panel informativo de senda rural, cementerio, báscula, recogida de residuos, corriente eléctrica, pueblo escuela, correos, alcantarillado. Además hay dos parques públicos que están en otro apartado.
Hay dos. Ambos con columpios y otras atracciones infatiles. Uno de ellos con fuente.
Ronda de las bodegas y merenderos
Una calle asfaltada en forma de media luna recorre las bodegas y merenderos adosados a ellas. Es un sitio bastante cuidado.
Forman el borde norte del pueblo, a un nivel inferior y con vistas a la vaguada y a la ribera del río Pisuerga.
En 2020, dos vecinos han hecho vino Churro.
Cuentan que, antiguamente, cuando quedaba mucha gente en el pueblo, antes de comer se juntaban en las bodegas a charlar, comer un bocado y echar un trago. Por la tarde se iba al bar a jugar a las cartas.
Emiliano Nebreda Perdiguero en su libro «Amo a mi pueblo», en el que recorre todos los pueblos de la provincia de Burgos, dice de la iglesia de Valtierra de Riopisuerga que es de planta románica, de una nave y dos capillas añadidas, de 159 metros cuadrados. Conserva su ábside románico, recrecido, con columnas y contrafuertes y ventanal con capiteles, cegado. La portada tiene arco de medio punto con grandes dovelas, bajo pórtico abierto añadido en el siglo XVIII con tres hermosas arcadas clasicistas en piedra (una cegada), de medio punto con impostas molduradas. La torre es rectangular, de dos cuerpos, recrecida, restaurada con ladrillo caravista, con seis huecos, dos campanas y un campanillo. La pila bautismal es de copa lisa con base cilíndrica y está partida en tres piezas; y el retablo mayor es barroco. En otro hay una Virgen del Rosario sedente del siglo XVI. Tiene una portada plateresca de entrada a la sacristía y un antepecho de piedra en el coro.
A destacar, por su singularidad, la estela funeraria incrustada en el muro frontal del pórtico, encima de uno de sus arcos.
De Sandoval de la Reina a Valtierra de Riopisuerga hay 21 km.