Congosto (23 de octubre de 2020)
Lo encontramos al abrigo de la Peña Amaya, en el vallejo que forma el río Odra, rodeado de alturas y en terreno desigual, llegando por un ramal de carretera, que parte en Ordejón de Abajo.
Emiliano Nebreda Perdiguero. «Amo a mi pueblo», pg, 416.
Añadir que, mirando al sur y en contraste con el terreno montuoso al pie del que descansa, Congosto se abre a la ondulada, casi llana, Campiña burgalesa.
Hay que señalar que en 1752, tal como se recoge en el Catastro de la Ensenada, en Congosto había dos molinos (uno del común usado en adra y otro de una vecina de Rioparaíso) y un batán de dos ruedas (del común, arrendado a un vecino de Los Ordejones). Había dos tejedores. Un pueblo donde se daba la miel, pues ya entonces había 31 colmenas de 10 vecinos, de los 14 que eran. Había una taberna de «vino de acarreo» (o de fuera aparte, o sea, traido de fuera, no producido en el pueblo, pues aquí no había viñas), que se regía también por adra entre los vecinos.
Adaptado de Javier Ortega González, El Señorío de Congosto.
Esperanza, Heliodoro y otra gente de Congosto
Esperanza y Heliodoro han vivido toda su vida en el pueblo. Habitan la última casa antes de tomar el camino que lleva a la iglesia. Hablando con ellos, contaron algunas cosas de Congosto, como cuando venía gente a expoliar la iglesia y poco se podía hacer para evitarlo.
Además de posar para este reportaje, aportaron una serie de fotos de momentos familiares vividos y también fotos históricas de grupos de gente de Congosto.
En una de las fotos, el cura párroco, Isaías Pérez López, natural de Ordejón de Abajo (Burgos), que había estudiado en el seminario de los Padres Paúles de Tardajos, aparece con la gente de Congosto en su despedida del pueblo en 1971, al hacerse cartujo.
Además de desde Ordejón de Abajo por una estrecha carretera asfaltada y de otros caminos secundarios, un camino sin asfaltar en buen estado lleva directamente a Villavedón, continuándose por carretera asfaltada hasta Sandoval de la Reina.
... viendo las calles, las casas y el Arroyo del Val, que atraviesa el pueblo y desemboca en el río Odra, junto al pueblo. Aunque hay un par de casas en mal estado, una de ellas en ruinas, la mayoría están en un estado excelente, incluyendo arquitectura nueva y tradicional. Hay unas pocas naves agrícolas. Hubo un buen último rebaño de ovejas que se alojaban en una de ellas. También se vió algún complemento de maquinaria agrícola.
Congosto se encuentra a unos metros del límite sur del Geoparque Mundial Las Loras, aun fuera de él.
Se encuentra dentro del LIC (Lugar de Importancia Comunitaria, definido así por su potencial contribución a restaurar el hábitat natural) y ZEPA Humada-Peña Amaya (Zona de Especial Protección para las Aves).
Efectivamente, se enmarca en una zona con atractivos medioambientales, entre los que se encuentran el río Odra, afluente del Pisuerga, los montes que lo rodean y el sendero circular de Los Piscárdanos, adaptado para el senderismo.
La ruta del Piscárdano, o Senda de los Piscárdanos, es un camino sin dificultad por el que se puede acceder a la Cueva de los Cartujos. De allí la ruta continúa hasta el desaparecido pueblo de San Quirce. Los puntos de interés de su recorrido son: Fuente de los Burros, Cueva de los Cartujos, Portillo de Dios, Pozo Claro en el curso del río Odra, Pozo de la Olla, profundo y con cascada, Peñas del Butrón al final del sendero y, desde un poco más adelante, mirando atrás, una piedra que asemeja a un elefante. El sendero se enmarca entorno al paraje de las Hoces del Odra.
Adaptado del panel informativo al inicio del sendero, a la salida de Congosto.
Hay un dintel en una puerta de una valla que, en su día, fue, seguramente, casa. Es largo y ancho y tiene una inscripción grabada, que no se ha podido descifrar. A la derecha, según se mira, parte de la inscripción está estropeada, tal vez causado por aperos agrícolas al tocar marcha atrás la piedra. Parece ser un texto en latín, por alguna palabra que se ha intentado descifrar: CONUCIBUS (?), ENDICERIT (?), ... Podría proceder del antiguo monasterio de San Cosme y San Damían de Congosto (desaparecido), según hipotizan Alfredo y Fidenciano. El grabado se nota que se hizo con esmero.
Quizá tenga alguna relación con el que Javier Ortega cita como Señorío de Congosto.
Se vieron perros, gatos y gallinas.
La ermita de la Virgen del Rosario es la que se utiliza para el culto, ya que la iglesia está en desuso para ese cometido. Está en el centro del pueblo. Fue construida en 1800 y sirve, además, para usos múltiples, como sede de la Junta Vecinal y de la asociación cultural.
Emiliano Nebreda Perdiguero. «Amo a mi pueblo», pg, 417.
Junto a la ermita, a su derecha, está el antiguo potro de herrar.
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Amenazada de ruina y objeto de expolios sucesivos, fue salvada y recuperada por la asociación Voluntarios x Congosto entre 2011 y 2014, lo que atestigua la placa colocada junto a la portada.
Situada sobre una loma a considerable altura, está dedicada a San Pedro, Apóstol, y es renacentista, de una nave. El ábside es rectangular, con contrafuertes en esquinas, canes lisos y alero moldurado. La portada tiene arco de medio punto, bajo pórtico cerrado, también con arco de medio punto con impostas. La torre es cuadrada, producto de añadidos a una espadaña, con tres huecos, dos campanas y un campanillo. La pila es románica con decoración. El retablo mayor [cuando el autor escribió este texto] son los restos de un retablo barroco, con columnas salomónicas.
Emiliano Nebreda Perdiguero. «Amo a mi pueblo», pg, 416-417.
Estaba ya en desuso, cuando Emiliano Nebreda escribió estas líneas.
Lleva a la iglesia en la última cuesta. De humilde y sencillo que es, es hermoso.
En una de ellas, al fondo, se puede ver la emblemática Peña Amaya.
Hay fotos panorámicas del pueblo y otras de distintas perspectivas de la iglesia de San Pedro Apóstol.
De Sandoval de la Reina a Congosto hay 20 km por carretera, pasando por Ordejón de Abajo.
Hay 8,6 km pasando por Villavedón, con unos 4 km por carretera y otros 4 km y algo por camino de tierra en buen estado .