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Castro Rubio - La recreación y salvamento del edificio de Castro Rubio como yo la he vivido

En 2013, Aventino Andrés y Javier Ortega me pidieron que relatara en un artículo y para la revista Villamar, de la que son redactores, un artículo sobre el proceso de recuperación del edificio de Castro Rubio.

Me me dieron libertad para enfocarlo como mejor me pareciera y decidí hacerlo relatando cronológicamente el proceso, salpicándolo con vivencias y visiones personales e incluyendo todos los reconocimientos a la manera de su participación personal de toda la gente que contribuyó a la feliz conclusión del proyecto. Siempre pidiendo disculpas a los inevitables olvidos.

El que sigue es el resultado que se publicó en dos capítulos en las revistas nº 94 y 95, en 2013.

 

La recreación y salvamento del edificio de Castro Rubio como yo la he vivido

(Colaboración para la revista Villamar, de Guadilla de Villamar. A petición de sus redactores Aventino y Javier Ortega)


En 1971 o 1972 se dejó de ir en procesión a la, entonces, Ermita de Castro Rubio.

Antes de 1600, en que se despobló, fue la modesta parroquia de la pequeña comunidad rural que existió en Castrorrubio, Castrorruyo, Castarroyo o Castro Rubio, o como cita una ejecutoria del pleito de Sandoval con Tapia, el término de San Martín de Castrorrubio.

De acuerdo con el análisis de la portada del edificio, esta formaba parte, con gran probabilidad, de los restos de una torre civil, quizá con funciones de vigilancia y de control de la calzada que fue romana, y después camino que pasaba a sus pies. El camino aún persiste.
No en vano el término se llama "Las Torres".

Formaría parte de lo que recoge Cirilo García en su libro (Sandoval de la Reina y sus Fundadores, pg. 71-73) como lugar solariego (Becerro de las Behetrías), allá por 1350. Una vez despoblado, y tras pleito con Tapia, el lugar y su término pasaron a Sandoval de la Reina, quedando la antigua parroquia de Castro Rubio a cargo de Sandoval de la Reina.

Pero este no es un artículo sobre la historia del edificio ni del término, ni del despoblado. Ni siquiera lo es sobre aspectos técnicos arquitectónicos, artísticos o arqueológicos. Para eso el lector puede acercarse al sitio en la Red dedicado a la recuperación y verlo allí; en la que han colaborado profesionales que han contribuido técnicamente en esos aspectos.

Tampoco es un artículo sobre los muchos recuerdos personales de muchas personas, ni sobre las tradiciones ligadas al lugar o sobre las razones de su abandono.
Aventino y Javi Ortega lo que nos pidieron fue un intento de describir el proceso de recuperación o, más propiamente dicho, de recreación del edificio de Castro Rubio.

Tras el abandono de la tradición, la roturación de la campa y la desaparición de la imagen de San Martín de Tours (San Martín a caballo dando la mitad de su capa al mendigo), todo fue declive. Las tejas se las llevaron para retejar la casa de peón caminero que había en Sandoval, un pequeño incendio debió de acabar con las vigas del techo por los restos aparecidos. En fin, las baldosas del suelo desaparecieron.
Cada año el arado se acercaba más a sus ruinosas paredes, hasta el punto de que el terreno de la finca donde se ubicaban los restos hoy es muy pequeño.

Pero, como por arte de magia, milagro o encantamiento, la portada de sillares de la primitiva torre, luego iglesia, ermita y ruina, y parte de las paredes (mampostería, adobes y sillares) resistieron casi 40 años de intemperie hasta que se pusieron en marcha las obras de recreación del edificio, en la primavera de 2012.
Dobladas por el tiempo y la intemperie, abombadas, casi perdidas, las paredes parecían querer decir: "mirad, aguantamos, volvednos a usar".

Anticipamos al lector que el proyecto de recreación del edificio concluyó en otoño de 2012, tras un largo camino que parte de los primeros años de siglo XXI.

Ya antes se comentaba que era una pena que estuviera en vías de desaparición y entre las propuestas hubo alguna de llevar las piedras de la portada y montarlas junto a la iglesia de Sandoval.
La primera propuesta formal por escrito se publica en el foro de Sandoval de la Reina en la Red en octubre de 2005. Es Julio Alonso Asenjo el que, en un detallado escrito, pone en evidencia la ruina, la necesidad de su preservación y las vías posibles para hacerlo. Es un escrito sentido y bien estructurado.

No sabíamos cómo afrontar la cuestión, ni operativa ni financieramente.

Sería, sin embargo, la semilla para que, unos años después, en 2008, en un correo electrónico inesperado y providencial de Aitor Ruiz, que había leído en el sitio de Sandoval las propuestas de Julio Alonso nos decía:

Mi nombre es Aitor y desciendo del Valle de la Valdavia en Palencia, cerca de Herrera de Pisuerga... y después de ver la página en la que se pedía ideas de cómo recuperar la Ermita de Castarruyo, me permito aportar un granito de arena, recomendándote que incluyas este entrañable monumento dentro de la LISTA ROJA de Patrimonio en Peligro …

Aitor nos decía que él ya había incluido en dicha Lista "seis monumentos de la provincia de Palencia que, por su importancia y deterioro, exigían de mí hacer algo más que ver como se caían...".
Y añadía que:

Aunque con esto solo se consiga aparecer en otro medio... creo que la concienciación que desde esta página se está haciendo sobre todo a los dirigentes de las distintas comunidades... puede ayudar a dar a conocer el caso de Castarruyo por un lado... e incluso a acelerar su recuperación por otro... ya que a modo personal, esta persona os puede asesorar en cuanto a las preguntas que planteabas en la WEB acerca de cómo empezar a moverse para restaurar este monumento.

Le hicimos caso, aunque nos tuvo que empujar otra vez en enero de 2009, y, por fin, enviamos a Carlos Morenés, subdirector de Hispania Nostra quien, poco después y muy amablemente, publicó la ficha del edificio de Castro Rubio, como patrimonio en riesgo de desaparición.

En el entretanto, Aitor nos propuso nuevas acciones, entre ellas las creación de una entrada en Wikipedia dedicada al edificio, cosa que se hizo. También nos propuso algo que se hace en su patria chica, una sopa de rastrojo, en el término de Las Torres, en recuerdo de la romería que se hacía hasta los años 70 del siglo pasado. La hacemos en agosto, cuando más gente hay [en el pueblo]. La primera se hizo en 2009 y seguimos. Estáis todos invitados para el próximo año.

En esto, el 26 de abril de 2010, inopinadamente, el Diario de Burgos publica un artículo "Olvidados y en Ruinas" que detalla el patrimonio de la provincia de Burgos incluido en la Lista Roja de Hispania Nostra. Entre ello nuestra querida ruina.

En el grupo de acción local Adeco Camino, gestor de fondos de la Unión Europea para la promoción del desarrollo local y económico de la comarca de Amaya y Camino de Santiago, con sede en Castrojeriz, su vicepresidente, Eduardo Francés, pone el ojo en lo que queda de nuestro ya inexistente edificio, de acuerdo con lo que publica en Diario. Inmediatamente llama a una sandovalesa, Almudena Renedo, diciéndole que "cómo tenemos eso de así (en ruina y peligro de desaparición) habiendo posibilidades de financiación de un eventual proyecto". Almudena, inmediatamente, se encarga de contactar con las personas que, con ella, pueden llevar adelante la coordinación de este proyecto para ponerlo en marcha. Desde ese momento, Eduardo ya no nos deja de la mano hasta el mismo momento de la finalización.
Así, Eduardo, en nombre de Adeco nos informa de los requisitos para ser financiados por Adeco Camino, otras posibilidades de financiación complementaria, como la Fundación Gutiérrez Manrique (Villasandino). También del requisito imprescindible de que parte de la financiación y gestión fuera mediante una movilización local, alma mater de los fines de Adeco Camino.
También nos guió en las opciones de contratación de profesionales de la arquitectura y arqueología. Nada fácil para un proyecto tan pequeño y tan alejado de Burgos.
Y nos apoyó en los momentos en los que flaqueábamos ante las dificultades que iban surgiendo.

A partir de ese momento se crea una comisión local en Sandoval de la Reina para llevar adelante el proyecto. Almudena, Abilio, Cirilo, Ana María y Rafael forman la comisión que se encarga de coordinar las actuaciones a varios niveles: Adeco Camino, Fundación Gutiérrez Manrique, Junta Administrativa de Sandoval de la Reina, Ayuntamiento de Villadiego, Agencia de Desarrollo Local de Villadiego, asociaciones locales colaboradoras (Asociación de los Sagrados Corazones de Jesús y de María, Peña Sandovale) y, sobre todo, con los sandovaleses y allegados que participaron con sus aportaciones y apoyo en todo el desarrollo del proyecto.

Para poder llevar adelante el proyecto de, diciéndolo con más propiedad, recreación del edificio de Castrorrubio, era necesario contar con la aprobación y colaboración de la propiedad.

¿Y quién era el propietario de aquellas ruinas?

Abilio Barrio, en un trabajo de investigación documental notable consigue reunir la información suficiente para poder afirmar sin lugar a dudas de su pertenencia a la Junta Administrativa de Sandoval de la Reina. La parcela y todo lo que contiene.

La comisión para Castrorrubio, que ya se había puesto en contacto con la Junta Administrativa, pone esto en conocimiento del Alcalde Pedáneo, Santos Dehesa y de los dos Vocales, Bernardo González y Juan Carlos Pérez, que nos dan su plácet y todo su apoyo para que desarrollemos el proyecto. Con el cambio de legislatura, se incorporó Jesús Mari Renedo como vocal, quien también mantuvo el mismo talante de apoyo.

Como vamos viendo, se iban sumando voluntades y apoyos al proyecto. Ni qué decir de todos aquellos que, por correo o verbalmente a unos y a otros, nos iban comunicando su apoyo, pasando información relevante e ingresando en la cuenta de la Junta Administrativa sus aportaciones económicas, y que aquí no puedo citar por ser una larga lista.

Uno de los problemas que teníamos era el administrativo y de tramitación de todo tipo. Parte se hizo por los miembros de la comisión. En un momento determinado, pronto, el ayuntamiento de Villadiego asumió el grueso de dichos trámites, personificado en María del Riego (Agente de Desarrollo Local), Joaquín Merino (Administrativo), José María García Monte (Secretario) y Ángel Carretón (Alcalde) quien también aportó un apoyo político y de confianza en el éxito del proyecto.

Seguro que de alguien me voy olvidando. Que me perdone.

La Fundación Gutiérrez Manrique ha sido otro de los pilares económicos del proyecto, sin el cual, no se hubiera podido llevar a cabo. Ha colaborado de manera más que notable.

Una vez puesto en marcha fue de destacar la profesionalidad, dedicación y compromiso con el proyecto de los profesionales que intervinieron sobre el terreno ¿Quiénes? Los arqueólogos Silvia Pascual y Gerardo Martínez (de 2B Arqueología), los arquitectos Félix Escribano y Arantza Arrieta (AU Arquitectos) y los albañiles Jesús Llorente, Juan José Matesanz y Diego Fernández (Construcciones Llorente), sin olvidar el trabajo de Cristino Díez, cuyo trabajo permitió recuperar la puerta, prácticamente perdida. Todos ellos hicieron una labor más que notable, sobresaliente. Más de lo que se puede esperar de una relación profesional habitual. De alguna manera, estaban impregnados del entusiasmo y la magia del proyecto.

Un especial recuerdo todos aquellos otros que dieron informaciones y aportaciones técnicas y gráficas, relevantes como María Jesús Pérez, Paco Gutiérrez, Paco Molina, Javi Ortega, Socorro Gutiérrez y Antonina Ortega, Gabriel González y Pili Rodríguez Castarroyo, Paquita Fontaneda, Balbina Rodríguez, Claudiano de la Hera y Margarita Miguel, José Luis Pérez Bustillo, José Antonio Peña, Alejandro Ramos Benito, Eva Cuesta,…, e incluso dos poesías dedicadas por Paco Labrador.

Fue interesante la visita que realizaron una responsable de la Comisión de Cultura de la JCyL y una responsable del Museo de Burgos para la valoración arqueológica de los trabajos en marcha; en aquella visita estuvieron también los ya citados Silvia, como responsable de las excavaciones, y Alejandro Ramos. Estuvo también como interesado en el edificio y en los trabajos arqueológicos, Ramón Bohígas, historiador, que ha realizado numerosos proyectos de investigación arqueológica y trabajos arqueológicos de gestión en régimen de dirección o codirección, sobre todo en Cantabria.

Claro que por el camino se han quedado muchas anécdotas, momentos difíciles y otros de satisfacción. Actuaciones menos relevantes, pero no menos importantes, como cuando fuimos casa por casa en Sandoval explicando el proyecto y pidiendo información y aportaciones económicas. Las no pocas reuniones a varios niveles. El espontáneo acto de entrega de llaves al alcalde pedáneo sobre el terreno. Y tantas y tantas vivencias de todos y de cada uno de nosotros.

Ahora, la Torre de Castro Rubio, es un edificio civil, una obra de arte arquitectónica, al tiempo de viejo y de nuevo cuño, con respeto a la tradición y con la aplicación de técnicas arquitectónicas contemporáneas.
A este edificio nuevo se le ha dado la denominación oficial de "Torre de Castrorrubio" en recuerdo del que sin duda fue su primer uso, un uso civil. Su uso religioso posterior y su abandono total y pérdida de función más tarde se conservan en la mente, y el respeto a su historia queda plasmado en el propósito del la Junta Administrativa de Sandoval de la Reina, de destinarlo a usos culturales (exposiciones, conferencias, etc.) y visitas turísticas.

No dejéis de visitarla y respetarla. Sentiréis los misterios que encierra, de los cuales algún día hablarán personas más cualificadas para ello.
Podéis concertar su visita guiada con un responsable del pueblo de Sandoval de la Reina. También podéis concertar su uso para actividades culturales.

Gracias a todos.
Rafael Alonso de Motta.
Junio de 2013.


A modo de resumen. Momentos clave, sin los cuales no habríamos llegado al buen final:

2005.- Propuesta de Julio Alonso en el Foro de Sandoval de la Reina en 2005, base del futuro proyecto.
2008.- Correo de Aitor Ruiz dando ideas para conseguir que no desapareciera lo que quedaba (publicación en la Lista Roja del Patrimonio; sopas de rastrojo en el entorno de Castro Rubio para mantener viva la memoria del lugar; entrada en Wikipedia; etc.).
2009.- Hispania Nostra nos publica la ficha del edificio en la Lista Roja del Patrimonio.
2010.- El Diario de Burgos publica la Lista Roja del Patrimonio de todos los edificios de la provincia de Burgos.
2010.- Adeco Camino recoge la antorcha y nos da un buen empujón, impulsando el proyecto estratosféricamente.

A partir de aquí se precipita todo.

2010.- Almudena Renedo, sandovalesa, inicia la creación de una comisión en el pueblo para el proyecto Castro Rubio.
2011.- Abilio Barrio, sandovalés de adopción, documenta los elementos clave que avalan la propiedad de finca y ruinas.
2011 y 2012.- Tres grupos de excelentes profesionales, por orden cronológico arqueólogos, arquitectos y constructores, dan forma a la obra de arte actual.

 

 

 

Colaboran:
 

Junta Administrativa de
Sandoval de la Reina


Vecinos, allegados y amigos
de Sandoval de la Reina
Asociación de los Sagrados Corazones de Jesús y de María
(Sandoval)
Ayuntamiento de Villadiego
y Agencia de Desarrollo Local
hispania nostra

 

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