Mañana de mayo,
luminosa y fresca,
los niños ya corren
hacia las escuelas
donde las maestras
a todos esperan.
Tocan las campanas
y empieza la fiesta.
Hoy es día grande,
San Martín espera
a que los romeros
lleguen a su puerta
y todos le pidan
la serada buena,
que cuide sus trigos,
cebadas y avenas.
Las niñas primero,
junto a su maestra,
que cantan letanias
y el Rosario a la vuelta.
Detrás van los niños;
también canturrean.
Los recién casados
los pendones llevan,
mujeres y hombres
que cantan y rezan
y hasta Castrorruyo
la procesión llega.
Se abre la puerta
y se entra en ella.
Como es pequeñita
primero son ellas,
mujeres y niños
y los hombres que puedan.
Ya empieza la misa,
la gente muy seria
responde a las preces
y cantan y rezan.
La misa se acaba
y todos almuerzan.
Empieza el jolgorio
propio de la fiesta,
pensando en antaño.
|
Ahoras estás derruida,
¡cómo te tienes que ver!
Te habitan las alimañas,
hay cornejas, hay arañas
¿Dónde está tu San Martín?
¿Quién lo robó, dónde está?
¿Nadie lo sabe decir?
Mucha gente ha trabajado,
¡no te dejarán morir!
Yo estoy lejos, no lo vivo
como lo viven aquí,
en este pueblo pequeño.
¡No te dejarán morir!
Varios años hace ya
que algunos faenaban
para no dejarte hundir,
y que tus piedras robaran
como a tu San Martín,
y quieren verlas mañana.
Luchadores de este pueblo
que han arreglado su iglesia,
peleando con denuedo
con virilidad y paciencia.
¡Qué valor y sacrificio,
han tenido estas personas!
Que sean o no sean del pueblo,
lo han logrado con su honra,
y lograrán que su ermita
sea levantada de nuevo.
Estas personas harán
que vuelvan a tí sus rezos
de este pueblo Sandoval,
que "de la Reina" pusieron.
(2010)
El manuscrito en pdf, pulsa:
|