Castro Rubio - Trabajos: Memoria arqueológica
Intervención arqueológica en Castro Rubio - Junio de 2010 2B Arqueología y Gestión del Patrimonio SL
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Texto de la Memoria Arqueológica. MEMORIA TÉCNICA ÍNDICE ANEXO I.- REGISTRO ESTRATIGRÁFICO LUGAR: Yacimiento arqueológico de San Martín.
La presente memoria recoge el desarrollo y resultados de los sondeos arqueológicos realizados en el yacimiento de San Martín (09-427-00189-05), así como una lectura de paramentos. Este yacimiento es conocido como también como Ermita de Castrorrubio, la cual se encontraría vinculada con el despoblado de Castrorruyo o Castro Rubio, también registrado en el Inventario Arqueológico de la Junta de Castilla y León (09-427-0018-04).
III.- LA ERMITA DE SAN MARTÍN O DE CASTRORRUBIO Los restos de la ermita de San Martín -conocida popularmente como torre de Castrorrubio- se localizan a 2,2 km al sureste de la localidad de Sandoval de la Reina.
IV.-SONDEOS ARQUEOLÓGICOS: METODOLOGÍA La irregularidad de la planta de la ermita: la nave desplazada hacia el norte respecto de la fachada principal, con los muros laterales adosándose a esta sin seguir criterios de simetría, ya que el muro norte se adosa al flanco corto del muro antiguo, mientras que el muro sur se adosa al frente trasero del mismo. [Esto] Hace que nos hayamos planteado conocer la planta original de un posible edificio primitivo y tratar de reconocer los factores o elementos que pudieron condicionar esta peculiar distribución de los paramentos. Para ello se han realizado dos sondeos en la zona de contacto de los tres muros mencionados (fig. 1):
Un tercer sondeo ha sido realizado en interior del edificio (fig. 1), en su extremo este, con la finalidad inicial de conocer la planta del edificio original y su cabecera. Si bien en un origen se planteaba un sondeo rectangular de 2 x 3 m situado en el eje del edificio, dada la presencia de la estructura de un altar, finalmente ha tenido forma cuadrangular de 2 x 2 m y se ha situado en la esquina noreste del edificio. FIGURA 1 La excavación se ha realizado de forma manual, exhumándose cada unidad estratigráfica de manera individualizada y, según su orden de formación, de la más moderna a la más antigua. La descripción de cada unidad ha quedado reflejada en su correspondiente ficha de campo, en la que se especifican sus características y las relaciones físicas entre ellas con el fin de construir el correspondiente diagrama estratigráfico (matrix). El registro estratigráfico se completa con la documentación fotográfica y la elaboración de plantas simples de cada unidad estratigráfica, lo que nos permitirá realizar a posteriori secciones estratigráficas y plantas compuestas.
V.- SONDEOS ARQUEOLÓGICOS: RESULTADOS La realización de sondeos arqueológicos en la ermita de Castrorrubio de Sandoval de la Reina, ha puesto de manifiesto la existencia de una necrópolis tanto en el interior como al exterior del edificio religioso, así como que la fábrica del muro oeste de la ermita, realizado en fábrica de sillería de caliza y en el cual se encuentra la puerta de entrada, es anterior a los del resto de la actual ermita, realizados en mampostería y adobe, dada la posición estratigráfica del que parten sus diferentes zanjas de cimentación. Al margen de estos hechos cabe reseñar la existencia de evidencias que apuntan a la existencia de una o varias construcciones anteriores a la actual ermita, algunos de los elementos pertenecientes a estas construcciones pudieron convivir en el tiempo con el muro oeste de la ermita, a pesar de que este sea posterior a ellos, como sería el caso de los restos del muro arrasado documentado en el sondeo 2 (figura 2). FIGURA 2 Para la periodización de la secuencia estratigrafía documentada en los sondeos arqueológicos se han establecido tres momentos o periodos en los cuales se agrupan las diferentes unidades estratigráficas.(1) (1) No se han incluido dentro de estos periodos las unidades estratigráficas horizontales correspondientes al substrato natural de los distintos sondeos, UEs 8 y 10 en el sondeo 1, UE 18en el sondeo 2 y UE 15 para el sondeo 3.
Quedando registrados los tres periodos "cronoestratigráficos" en los sondeos 2 y 3, mientras que en el sondeo 1 únicamente se ha documentado los periodos II y III.
SONDEO 1 Este sondeo evidencia la existencia de inhumaciones antrópicas en el exterior del edificio religioso. Concretamente se han documentado dos inhumaciones (foto 1) -UEs 11 y 12- cuya realización se corresponde con la existencia del actual edificio religioso, nunca anterior -Periodo II-. Elementos reseñables de estas inhumaciones son la documentación de dos elementos, un fragmento de rueda de molino y un bloque de caliza con morfología de paralelepípedo, los cuales formaban parte de los rellenos de la fosa de inhumación -UEs 13 y 14- y presentaban una disposición vertical a modo de estelas que señalaban estas inhumaciones (foto 2). FOTOS 1 Y 2 Consideramos conveniente también reseñar la existencia de una depresión en el substrato natural -UE8- a modo de zanja con dirección este-oeste, paralela al actual muro sur de la ermita, la cual partiría del extremo meridional del muro de los pies. Esta depresión no ha sido considerada estratigráficamente, si bien pudiera corresponderse con la eliminación de una estructura muraría con dirección este-oeste (fig. 2). Estratigrafía Se han documentado dieciseis unidades estratigráficas las cuales se encuadran dentro del segundo y tercer periodo crono estratigráfico. FIGURA 3
PERIODO II Las unidades estratigráficas pertenecientes a este periodo señalan como el muro oeste de la ermita, estructura de sillería en la cual existe un vano ojival a través del cual se accede al interior del edificio religioso, es anterior a la construcción del muro meridional.
PERIODO III
SONDEO 2 Este sondeo primeramente ha constatado que el último suelo existente en el interior de la ermita realizado en ladrillo macizo y del que se tiene constancia por la información oral, ha sido saqueado. Sí que se ha documentado el nivel sobre el que este suelo descansaría -UE 7- dada la presencia de restos de cal en su superficie superior, que se corresponderían con la solera de preparación del pavimento (foto 3). FOTO 3 Se ha documentado también, una inhumación en fosa -UE 13- en el sector central del sondeo (foto 4), la cual presentaba una alineación este-oeste. Esta se encontraba protegida por un nivel de teja curva -UE 10- (foto 5). Una segunda inhumación pudiera existir en la esquina noroeste del sondeo si bien dado el carácter marginal de la fosa - UE 9- no ha sido documentada la estructura ósea. FOTOS 4, 5 Y 6 Estratigrafía Se han registrado diecinueve unidades estratigráficas las cuales se encuadran en los tres periodos cronoestratigráficos establecidos. FIGURA 4
PERIODO I
PERIODO II
PERIODO III Las unidades pertenecientes a este periodo se caracterizan por presentar numerosos fragmentos de teja.
SONDEO 3 Este sondeo a igual que el otro realizado en el interior de la ermita ha puesto de manifiesto la ausencia del pavimento de ladrillo macizo al que hace referencia la información oral. Si bien se ha documentado manera marginal los restos de un pavimento de grava -UE 2-. FOTO 7 La evidencia arqueológica más destacable de este sondeo es la documentación de un suelo –UE 18- (foto 8 y fig. 2) anterior a la construcción de la ermita y que se proyecta fuera de los límite constructivos de esta. Vinculado con este suelo se encuentra un rebaje en el substrato natural -UE 19- que pudiera relacionarse con la existencia de una estructura muraria no conservada. Estratigrafía Se han registrado diecisiete unidades estratigráficas las cuales se encuadran en los tres periodos cronoestratigráficos establecidos.
PERIODO I
FOTO 8 / FIGURA 5 PERIODO II Hecho I: Construcción de muro este de la ermita.
PERIODO III Las unidades pertenecientes a este periodo se caracterizan por presentar carbones así como numerosos restos de enfoscado procedentes de las paredes y altar.
VI.- SONDEOS ARQUEOLÓGICOS: MATERIALES La muestra [de] material arqueológico recuperado en esta intervención, está integrada por un total de ciento cuarenta y ocho piezas, las cuales se integran en tres grupos: cerámico, representado con ciento cuarenta y una piezas (95,27 % de la muestra), metales con seis piezas (4,05%) y vidrio compuesto por una sola pieza (0,68%). FIGURA 6 Dentro de las producciones cerámicas, los conjuntos más homogéneos son los documentados en la UEs 1 y 2 del sondeo 1 (las unidades que más restos cerámicos presentan, el 66%). (2) Estas han sido las únicas producciones vidriadas documentadas en [los] sondeos arqueológicos.Cerámicas similares a los conjuntos de pastas claras y grises, documentados en las unidades 1 y 2 del sondeo 1, se hallan en el resto de las unidades estratigráficas, si bien dado al escaso número de elementos hallados no las consideramos representativas. Al margen de estos conjuntos cerámicos cabe señalar el hallazgo de un fragmento de borde de Terra Sigillata Hispánica tardía en la unidad estratigráfica nº 4 del sondeo 1(3). Este fragmento cerámico junto con el fragmento de tegulae hallado en sondeo 3, nos indican la probable ocupación del espacio en que se ubica ermita ya en época romana. (3) 11.32/1.4/1 (Hispánica 37)Finalmente, respecto a las producciones cerámicas, cabe señalar el hallazgo de tres fragmentos de cerámica común pintada(4). Esta decoración se halla en las paredes exteriores y presenta una tonalidad oscura sobre las pastas de tonalidades claras. Si bien dado el carácter reducido de los fragmentos no hemos podido concretar los motivos decorativos. (4) 11.32/1.4/2, 11.32/3.4/1 y 11.32/3.14/1Al margen de las producciones cerámicas se han documentado seis elementos metálicos (cuatro clavos, una placa de cobre y un alambre de cobre), así como una placa semicircular de pasta vítrea de dieciocho centímetros de diámetro con impresiones romboidales en una de sus caras(5). (5) 11.32/3.1/37
VII.- LECTURA DE PARAMENTOS. METODOLOGÍA La Arqueología de la Arquitectura es la disciplina arqueológica que se encarga del estudio de los edificios entendidos como objetos que conforman parte de la cultura material del ser humano. Mediante la aplicación de los principios de estratigrafía arqueológica en la lectura de paramentos se pueden reconstruir las etapas o fases que ha sufrido un edificio a lo largo de su vida constructiva, identificándose todos aquellos acontecimientos -constructivos, destructivos o decorativos- que se han visto implicados en la vida y uso del mismo. Todo esto permite, en última instancia, obtener la secuencia temporal general del edificio analizado. Desde el punto de vista técnico, al igual que en una excavación arqueológica, en la lectura, las "unidades estratigráficas" (UE) son las unidades menores de clasificación en lo referente a los acontecimientos estratigráficos. Expresan tanto acciones de destrucción como de construcción, pero fundamentalmente se corresponden con una entidad física tridimensional, cuyas características técnicas, finalidad estructural y finalidad funcional son homogéneas. También se consideran UUEE a esas superficies llamadas cortes, soluciones de continuidad o interfaces, ya que además de testificar los momentos de construcción y destrucción, datan los periodos de uso de cualquier elemento constructivo. Cuando las unidades estratigráficas componen un conjunto de acciones homogéneas, sincrónicas e interrelacionadas y con una función común se consideran un «hecho estratigráfico». La documentación arqueológica realizada en los restos conservados de la ermita de San Martín de Castrorrubio se ha efectuado tanto en el exterior como en el interior del espacio arquitectónico. El trabajo de campo ha estado condicionado por una serie de factores que han dificultado la recopilación de información estratigráfica y, por tanto, han limitado el resultado final en el conocimiento del proceso histórico acontecido. En este sentido resulta determinante el mal estado de conservación de la arquitectura, que en el mejor de los casos supone el derrumbe parcial de las estructuras, cuando no la desaparición total de elementos estructurales, imposibilitando, por tanto, el reconocimiento de relaciones estratigráficas fundamentales. Otro aspecto que ha dificultado la recopilación de información, aunque en este caso no puede considerarse perjudicial, es la existencia de morteros o enfoscados que ocultan las fábricas y enmascaran las relaciones entre ellas. El registro de las unidades estratigráficas definido durante el trabajo de campo, se ha compilado en una «ficha-tipo» planeada al efecto. Cada ficha comienza con un apartado de identificación que permite situarnos sobre el hecho analizado de manera individual. Después le sigue una breve descripción de las características principales del elemento (dimensiones, materiales, localización, etc.), así como un campo de interpretación y observaciones. En el capítulo de representación se aporta, sobre una base fotográfica, la esquematización de la unidad estratigráfica apoyada por la especificación de las relaciones estratigráficas documentadas en cada caso en particular y su pertinente esquema estratigráfico. Finalmente, un apartado de cronología permite situar en el tiempo, y dentro de la secuencia general del edificio, la posición ocupada por cada unidad estratigráfica en cuestión en base al diagrama estratigráfico efectuado. Por último las referencias con los campos a otras fichas, plano, fecha y revisión, completan la información aportada por el análisis individualizado de cada unidad estratigráfica. Para la lectura de paramentos es condición indispensable contar con una planimetría completa, fiable y exhaustiva del edificio, para poder efectuar la lectura arqueológica. Para ello, en primer lugar, se ha contado con la planimetría topográfica de cada uno de los paramentos objeto de la lectura muraria realizada a partir del levantamiento planimétrico efectuado por AU ARQUITECTOS, cuyos titulares, Arantza Arrieta Goitia y Félix Escribano Martínez, son los redactores del proyecto de restauración. Estos planos son los que se han utilizado en el trabajo de campo y se adjuntan al final de este informe. Sobre estos planos se han delimitado y registrado gráficamente las unidades estratigráficas, mientras que la información descriptiva de las mismas se recoge en cada ficha de forma individual. También se han incluido en estos planos la reproducción de las marcas de cantero que se conservan en las piezas de cantería, si bien éstas se concentran exclusivamente en el muro oeste del edificio. Una vez identificadas y determinadas las relaciones estratigráficas de cada unidad, durante el trabajo de gabinete se efectuó la construcción del diagrama estratigráfico -matrix Harris-, lo que permite obtener una visión global del proceso histórico del edificio, así como de los procesos acontecidos en cada una de sus fases o etapas. A la hora de interpretar el diagrama final y ofrecer las conclusiones derivadas de la lectura muraria hay que tener siempre presente que la estratigrafía comporta una cronología relativa. La lectura de paramentos consigue secuenciar unas relaciones de antero/posterioridad y de coetaneidad para los elementos individualizados, pero no los data absolutamente. Para el ejercicio de esta datación absoluta los análisis murarios deben completarse con aportaciones precisas provenientes de estudios documentales, análisis fisicoquímicos de los materiales o por la determinación tipológica de los elementos.
VIII.- LECTURA DE PARAMENTOS. RESULTADOS El análisis de la secuencia estratigráfica documentada en los paramentos conservados de la antigua ermita de San Martín ha permitido reconocer hasta cinco fases constructivas que, conforme a los criterios de periodización descritos en apartados anteriores y establecidos a partir de la puesta valor del conjunto de las intervenciones arqueológicas (excavación y lectura arquitectónica), se desarrollan durante los dos últimos momentos:
Estratigrafía Antes de pasar a desarrollar los resultados obtenidos debemos puntualizar varios aspectos: - En primer lugar, la exposición de la secuencia estratigráfica se efectúa acorde con el proceso de formación: de lo más antiguo a lo más moderno. - En segundo lugar hay que señalar que algunas de estas fases, así como los hechos que las forman, no responden necesariamente a la secuencia establecida, ya que la ausencia de relación física -directa o indirecta- entre ellos nos impide conocer el orden real en el que se produjeron, pudiendo ser el contrario al expuesto o coetáneos. - Por último, recordar que la descripción detallada de cada uno de los elementos constructivos que componen las distintas fases ser recogen en las fichas recopiladas en el Anexo I de este informe («Registro Estratigráfico»): FIGURA 7 FASE I El acontecimiento constructivo más antiguo es, al mismo tiempo, el elemento más sobresaliente del recinto tanto por su función, ya que es la fachada principal en la que se abre el único acceso, como por sus características técnicas, puesto que es el único muro realizado con un aparejo noble -sillería- (plano 46, 50, 54, 58). Aunque a primera vista este muro parece una fábrica homogénea, hemos podido identificar en su composición varios hechos constructivos que se suceden en dos momentos: la parte fundamental y más antigua conforma el cuerpo principal del muro oeste, aproximadamente los dos tercios de este lienzo, tanto interno como externo (UE1). Asentándose sobre este cuerpo se levantó con posterioridad el tramo superior de este muro, un hecho constructivo integrado por dos unidades estratigráficas (UUEE 2 y 9). FIGURA 8 En el lienzo más antiguo (UE 1) se abre el vano de acceso, un arco apuntado que al exterior está formado por tres arquivoltas apoyadas en una línea de imposta sobre pilastras. La diferencia existente entre esta actuación y el Hecho 1 (UUEE 2 y 9), más moderno, estriba exclusivamente en un cambio de alineación en los sillares y en la talla que presentan algunas de las piezas para adecuarse al aparejo preexistente. Así mismo, la distinción entre las dos unidades que componen el Hecho 1 radica fundamentalmente en su emplazamiento, ya que su fábrica es similar: la UE 2 es el recrecido superior que se observa en el exterior del muro oeste, mientras que la UE 9 se localiza al interior y coincide, aproximadamente, con el lienzo que se levanta a partir de la imposta de un arco de carga de traza ojival rebajada (foto 9). FOTO 9 Los aspectos más relevantes que se observan en el conjunto estructural de esta fase, coincidente con el muro de la fachada principal son los siguientes: - El muro aparece como un elemento estructural exento, ya que los cuatro flancos que lo integran presentan superficies lisas, terminadas, sin indicios de enjarjes con posibles muros anteriores desaparecidos o con muros posteriores (éstos se adosan directamente sobre su fábrica). - La altura que presenta el arco de carga existente en el lienzo interior (UE 9) indica que en origen este muro debía contar con un alzado mucho más esbelto que el que conocemos. En la actualidad tan sólo existe una hilera de sillares por encima de la clave de dicho arco (foto 10). FOTO 10 - El eje de la fachada no coincide con el caballete de la cubierta a dos aguas, fosilizado en la silueta de este muro. La cumbrera está desviada unos 0,60 m al norte, lo mismo que el resto del edificio (foto 11). FOTO 11 - Este muro es el único que muestra marcas de cantero, las cuales se concentran en el lienzo interior y en mayor medida en el tramo correspondiente a la UE 1. Llama la atención su profusión, ya que resultan casi excepcionales los sillares que carecen de estas marcas. Todos estos aspectos apuntan a que el muro que en la actualidad constituye la fachada principal de la ermita es el elemento arquitectónico más antiguo que la integra, aunque sólo se conserva parcialmente, dejando testimonio de la monumentalidad que en su momento lo caracterizaba. Ahora bien, aunque se trata de de la estructura más antigua conservada, no representa el momento fundacional de este lugar. El hecho de que los cuatro flancos sean vistos, sin trazas de enjarjes, nos hace pensar en que su construcción estuvo condicionada por la existencia de un edificio o ámbito arquitectónico preexistente, al cual se adosó. En este sentido debemos recordar que la excavación arqueológica de los sondeos practicados han proporcionado una serie de indicios que avalan esta hipótesis.
FASE II Este momento está representado por el Hecho 2, integrado por las unidades estratigráficas 10 a 16 (plano: 50, 58; foto: 9, 10). Se trata de una alineación de siete mechinales abiertos en el lienzo interior del muro oeste, en su tramo superior, de manera que una parte de ellas coincide con la línea alta del arco de carga que se inscribe en este muro (UE 9). La existencia de estos mechinales implica la existencia de un forjado que llegó a ocultar parte del mencionado arco, anulando, por tanto, su visión y amortizando su función. Teniendo en cuenta las reducidas dimensiones de estos mechinales debemos pensar que su forjado debía ser de escasa entidad, es decir, no se trataría de una planta completa, sino de un pequeño espacio elevado y anexo al muro oeste, a modo de campanil. Hay que tener en cuenta que este "cubículo" se levantó en un momento en que la fachada contaba con un alzado mayor al que conocemos (el mechinal más meridional -UE 16- está roto por la interfaz que representa la traza de la cubierta a dos aguas). La imagen más aproximada es la de una espadaña o un elemento de similar monumentalidad(6). (6) El hecho que constituye esta fase afecta exclusivamente al alzado de la estructura, por tanto, no condiciona o afecta a la planta del edificio. Por este motivo no adjuntamos plano de planta.
FASE III En líneas generales esta fase supone la configuración actual de la ermita, es decir, el espacio de planta rectangular, de una sola nave, cubierta a dos aguas y con la peculiaridad de que está desplazado respecto al eje de simetría de la fachada principal. Esta configuración espacial es el resultado del encadenamiento de una serie de acciones constructivas y destructivas que pasamos a describir (plano: 47, 48, 49, 51, 52, 53, 55, 56,57, 59, 60 y 61). La primera actuación que tiene lugar en esta fase es la construcción del muro testero del nuevo edificio. Constituido por varias unidades, se levanta un muro de dirección básica norte-sur, que al exterior es de sillería irregular (UE 6), mientras que al interior su fábrica es de mampostería caliza con piezas que muestran una talla tendente a crear pequeños bloques tetraedros (UE 21). El rasgo más destacado de esta estructura es su posición respecto al muro opuesto, es decir, respecto a los pies de la ermita. Aunque ambas estructuras son paralelas, su disposición no es simétrica, ya que el muro testero está desplazado unos 0,60 m hacia el norte, de manera que el espacio interior de la ermita está descentrado respecto a la fachada y su acceso. Esta peculiaridad condiciona el proceso constructivo de tal manera que las siguientes actuaciones, encaminadas a completar la traza del edificio, se adecuan a la "irregularidad" marcada por el muro este (UUEE 6 y 21). De este modo comprobamos que la solución para unir los dos lados cortos del edificio (muros este y oeste) por sus extremos septentrionales no es desviar o inclinar el muro de cierre por el norte hasta enlazar dichos extremos, sino que el muro norte (UE 4) buscando trazados ortogonales crea un pequeño requiebro de 90º para enlazar con la fachada oeste. Curiosamente, en el lado contrario donde la situación se repite aunque en sentido opuesto, no se aplica la misma solución, sino que el muro sur (UE 8) une el extremo meridional del muro este de forma perpendicular al muro oeste, de tal modo que una parte de esta estructura queda al exterior del edificio, creándose un pequeño retranqueo. Desconocemos las causas que pudieron motivar la desviación hacia el norte del muro testero y como consecuencia de ello la del resto del edificio. En este sentido, recordaremos que uno de los fundamentos que determinaron la realización de sondeos arqueológicos y condicionaron su emplazamiento era buscar el origen de esta peculiaridad en la planta del edificio. Aunque la información obtenida ha resultado parca, se han documentado indicios que apuntan a la existencia de un espacio arquitectónico previo a los distintos elementos constructivos que hoy conforman la ermita, el cual pudo motivar el desplazamiento de la nave. FIGURA 9 También en esta fase se completa el proceso constructivo de la nueva nave con la creación de una cubierta a dos aguas. Esta actuación implicó la modificación del muro oeste remodelando (UE 3) su tramo superior para otorgarle la morfología de la doble vertiente del tejado. El caballete de esta cubierta coincide con el eje central del espacio interior y, por tanto, queda desviado respecto al eje de simetría de la fachada. No podemos determinar si la construcción de la nueva cubierta estuvo precedida por la demolición parcial del muro oeste o si cuando se construyó éste ya estaba en ruinas. Como ya hemos mencionado (Fase I) el alzado original de la fachada o muro oeste era muy superior a la altura que presenta en la actualidad que coincide con la línea de cubierta. La inclusión de la construcción de la cubierta en esta fase está determinada por la presencia de elementos verticales en la fábrica de los muros laterales de la ermita, posiblemente destinados a soportar las vigas del tejado. Estos elementos forman un entramado con el aparejo de mampostería, tal y como se conserva en el muro sur (UE 8). En el muro norte dichos elementos se intuyen en las improntas marcadas en el aparejo de cantería tras desaparecer la madera.
FASE IV Esta fase muestra el deterioro que se produce en la ermita antes de su total abandono, ya que está representada por actuaciones encaminadas a reparar y evitar mayores daños, de manera económica. Tanto en el lateral norte (UE 5) como en el muro este (UE 7) se observa la reforma que sufren en su alzado, consistente en recrecer o sustituir el aparejo de mampostería y sillería, respectivamente, con un aparejo de adobe (plano: 47, 48, 51, 52, 55, 56, 59 y 60; foto 12). El uso cultual de este espacio en estos momentos se refleja en la hornacina que a tal efecto se traza en la compostura del muro este (UE 7). FOTO 12 / FIGURA 10
FASE V La última fase que conoce este espacio representa el inicio de ruina del edificio hasta su total abandono. Curiosamente, junto con unidades de carácter destructivo, como son las alteraciones observadas en los muros laterales debido a la desaparición total o parcial del entramado de madera (UUEE 17, 18, 19 y 23) también se documentan actuaciones tendentes a evitar el avance del deterioro. En este sentido cabe interpretar la aplicación de rellenos o tapiados que neutralizan el avance de deterioros en huecos de muros. Estas medidas las observamos en el barro (UE 20) que rellena el vacío creado tras la desaparición de la madera de una viga (UE 19) o el cierre mediante bloques de adobe (UE 23) de la hornacina existente en el muro este (UE 7).
El estudio de paramentos se ha complementado con la recopilación de las marcas de cantero conservadas en las fábricas de cantería con el fin, no tanto de obtener un mero repertorio, como [de] tratar de reconocer modelos o establecer criterios de distribución con el fin de obtener información adicional sobre el proceso constructivo del edificio. Los paramentos construidos con fábrica de sillería, y por tanto susceptibles de contar con marcas de cantero se reducen a dos: el muro oeste (UUEE 1, 2 y 9) y la mitad inferior del lienzo exterior del muro este (UE 6). Lamentablemente, de estos muros, el lienzo este no conserva ninguna marca y el oeste concentra prácticamente todas las marcas en el lienzo interior y se limita a dos modelos. TABLA SINÓPTICA DE LAS MARCAS DE CANTERO Estas marcas se distribuyen de la siguiente manera (planos 62 y 63): 2 (cruces) en el lienzo exterior (UE 2) y 46 en lienzo interior, de las cuales 9 (6 cruces y 3 zigzag) están en el tramo correspondiente a la UE 9 y 37 en la estructura UE 1 (23 cruces y 14 zigzag), es decir, de las 48 marcas registradas, 46 se ubican en la estructura más antigua de la Fase I y 11 en las estructuras del Hecho 1 de esta misma fase, correspondiente con una reforma y recrecido posterior. Además de la profusión de marcas en un mismo lienzo y de la diferencia cuantitativa entre las distintas unidades que lo forman, llama la atención otros aspectos tales como la ubicación de marcas en sillares que forman parte de la cimentación o en la jamba de la puerta. FOTO 13 En conclusión, la disposición aleatoria de las marcas y la alta densidad en la estructura más antigua de las que integran la ermita apuntan hacia la reutilización de sillares procedentes de otro edificio, cuyo emplazamiento original puede ser el mismo que hoy conocemos o un lugar por determinar. Tal vez este reaprovechamiento o traslado de las piezas de cantería sea el motivo de defectos técnicos tales como utilización de varias piezas para crear las claves del arco de la entrada, el deslizamiento de dichas piezas y su desviación. FOTO 14
Las intervenciones arqueológicas llevadas a cabo en este emplazamiento arqueológico ponen de relieve la proyección temporal de su uso, en lo que parece un deseo constante de mantener viva la memoria de este lugar y su ocupación. En este sentido, apuntan los indicios arqueológicos registrados en los distintos sondeos, que si bien son escasos y sobrios, resultan significativos en cuanto que atestiguan el uso de este lugar posiblemente desde época romana. Este deseo de pervivencia se plasma en la construcción de un edificio religioso para el que se levanta una estructura de carácter monumental. En la actualidad sólo podemos intuir esa monumentalidad a través de los escasos restos que constituyen la fachada de la ermita, en los cuales vuelve a reincidir el concepto de perduración al emplear en su construcción sillares procedentes de otro edificio. Incluso con un criterio similar podemos interpretar todas las reformas, reconstrucciones y reparaciones que conoce a lo largo de su historia este edificio, sin olvidar la que ahora nos ocupa. Otro aspecto que debemos destacar respecto a este espacio es su uso como centro religioso y, por tanto, como lugar funerario. En efecto, tanto en el interior del edificio como en su entorno inmediato se documenta una necrópolis de inhumación. Tipológicamente responden al modelo de [enterramiento] en fosas simples, aunque se observan ciertas variaciones rituales, las cuales han de ser interpretadas con cautela, dada la reducida muestra documentada: en el interior la inhumación registrada aparece protegida con tejas curvas, una práctica habitual durante toda la época medieval; en el exterior, las fosas están marcadas en su cabecera con hitos muy someros –piedras de gran formato o fragmentos de ruedas de molino que pueden ser considerados "estelas". Por último, recordar que conforme al acuerdo de la Comisión Territorial de Patrimonio Cultural en sesión celebrada el día 28/07/2011 (expediente RH-366/2010-1005) en la que se evaluó los resultados de la intervención arqueológica recogidos en un informe técnico preliminar redactado por este mismo equipo de arqueólogos, se prescribe como medida correctora la necesidad de "realizar un seguimiento arqueológico de las labores que impliquen remociones de terreno". Burgos 28 de diciembre de 2011
Sondeo 1: fichas 1 al 17, excepto la ficha 9. Ficha 6 (muro sur): Estructura de mampostería de realizada con bloques irregulares de caliza, arenisca y conglomerado, de diferente tipometría distribuidos con una cierta disposición en hileras. Presenta una orientación básica, este-oeste. Su cimentación está creada con bloques más irregulares y de mayor tamaño, lo cuales sobresalen del plano creado por la cara del muro. Ficha 11 (estructura ósea de inhumación infantil identificada como "inhumación 1"): Estructura ósea dispuesta en decúbito supino con una orientación este-oeste con la cabeza al oeste, ligeramente ladeada hacia el sur. El brazo izquierdo se encuentra cruzado y con la mano descansando en el hombro derecho, mientras que el derecho está cruzada sobre el vientre. Piernas estiradas y juntas con los pies entrecruzados. Ficha 12 (estructura ósea de inhumación infantil identificada como "inhumación 2"): Estructura ósea de individuo colocado en posición decúbito supino, con orientación este-oeste y la cabeza al oeste ligeramente ladeada hacia el sur. Brazos cruzados sobre el vientre. Tan solo se ha documentado el tronco y cabeza ya que se proyecta hacia el este fuera de los límites del sondeo. Ficha 13 (ósea de inhumación infantil identificada como "inhumación 1"): Depósito de composición arenosa de textura suelta. En su extremo oeste presenta hincada media rueda de molino de cincuenta centímetros de diámetro, con un orificio cuadrangular, a modo [de] Ficha 14 (ósea de inhumación infantil identificada como "inhumación 2"): Depósito compuesto por lentejones de arenas ocres junto con algún canto de conglomerado. Formando parte de esta unidad y en su extremo oeste se encontraba hincado un bloque irregular de caliza de 43 cm de altura, 45 cm de anchura máxima y 10 cm de anchura mínima, en su parte inferior. Este bloque a igual que el de la inhumación nº 1 se interpreta como un hito señalizador de la inhumación.
Sondeo 2: fichas 1 al 20, excepto la ficha 6. Ficha 4 (muro norte): Muro de mampostería de bloques de arenisca, caliza y conglomerado, trabados con barro que constituye el paramento norte de la ermita. Sus paredes están recubiertas por un enfoscado de barro con cal. Presenta un hueco vertical el cual se corresponde con la ausencia de una traviesa de madera, la cual formaría parte del muro. Se encuentra parcialmente derruida. Si bien la estructura constituye el muro norte de la ermita, éste en su extremo oeste realiza un quiebro en ángulo recto adosándose la estructura identificada como UE 5. Ficha 5 (muro oeste): Estructura de sillería realizada con sillares de caliza de gran formato perfectamente trabajados. Se documenta en el sector oeste del sondeo. Su cimentación sobresale unos 15-20 centímetros respecto sus paredes y está conformada por bloques irregulares de caliza trabados con una argamasa de cal y arena. Ficha 7 (nivel de nivelación y preparación de suelo): Nivel de arcillas finas con restos de ceniza, lo que le confiere una textura suelta. Se documenta en la totalidad de sondeo. Su superficie superior presenta una fina película de cal. Se encuentra alterado en el sector norte y oeste del sondeo por la excavación de madrigueras. Ficha 10 (protección de estructura ósea de inhumación): Nivel formado por teja curva dispuesta de forma plana, las cuales se encuentran protegiendo la estructura ósea identificada como UE 13. Asociado a las tejas existe un nivel de tonalidades oscuras, con alto componente orgánico y bajo índice de compactación. Las tejas de 45 cm de largo, 20 de ancho en un extremo y 15 en el otro. Ficha 13 (estructura ósea de inhumación): Estructura ósea de individuo adulto colocado en posición decúbito supino con orientación este oeste y la cabeza al oeste, inclinada sobre el hombro derecho. Presenta los brazos flexionados y cruzados sobre el vientre. Piernas estiradas y rectas. Ficha 20 (estructura muraría anterior a la construcción de la ermita): Restos de estructura notablemente arrasada realizada con bloques de caliza de tamaño medio. Presenta una alineación este-oeste y una anchura de cincuenta centímetros.
Sondeo 3: fichas 1 al 19, excepto las fichas 5 y 13 Ficha 6 (ampliación del altar de la ermita): Estructura de adobe de treinta y nueve centímetros de anchura y noventa y uno de longitud. Presenta una alineación este-oeste. Se encuentra adosada al altar de la ermita -UE 7- en su lado sur. Sus caras "exteriores" cara norte y oeste se encuentra revestida por un mortero de yeso el cual conserva restos de pintura de tonalidades verdes y azuladas, el cual tiene continuidad en la cara oeste del altar. Al sur del altar y adosándose a este existe otra estructura similar. Ficha 7 (altar de la ermita): Plataforma de ciento cuarenta centímetros de longitud, noventa de ancho, realizado con sillares irregulares de caliza que constituyen las paredes y con un relleno de barro tejas y bloques irregulares. Esta estructura realmente no se adosa al muro este de la ermita -UE10-, sino que se encuentra trabado con él, por lo que su construcción se realizó en el mismo momento. Ficha 8 (plataforma escalonada creada en torno al altar en la segunda mitad de siglo XX): Plataforma o placa de hormigón, de morfología rectangular, de doscientos veintiocho centímetros de longitud, noventa y cinco de anchura y veintiocho de espesor. Tanto en su esquina noreste y suroeste se encuentran integradas en la estructura una moneda de diez céntimos de 1959 (una mostrando el anverso y otra el reverso). Otra segunda placa de hormigón se adosa a la señalada por su flanco oeste, si bien este se encuentra dieciocho centímetros más bajo que el descrito. La estructura se documenta en el sector suroeste del sondeo, desarrollándose fuera de los límites del sondeo. Ficha 9 (muro norte): Estructura de mampostería realizada con bloques de caliza, arenisca y conglomerado trabados con barro. Presenta una altura aproximada de doscientos centímetros y una dirección este oeste. Su cara sur que constituye el límite norte del sondeo se encuentra enfoscada y encalada. Presenta un hueco vertical el cual se corresponde con la ausencia de una traviesa de madera, la cual formaría parte del muro, esta se apoyaría sobre un bloque de caliza, que si bien se proyecta fuera del muro forma parte de esta. Este bloque de caliza en un principio se le consideró como una unidad diferenciada -UE 5-. Ficha 10 (muro este): Estructura de mampostería realizada con bloques de caliza de tendencia rectangular trabada con arcilla. Presenta una dirección norte-sur y una altura aproximada de doscientos noventa centímetros. Esta unidad constituye el límite oriental del sondeo. Su cara oeste se encuentra enfoscada y encalada. Sobre esta estructura se adosa una estructura de adobes. Ficha 18 (suelo anterior a la construcción de la ermita): Depósito de arcilla fina de tonalidades claras fuertemente prensada y compactadas. Presenta nódulos de cal, así como material cerámico triturado molido. Su superficie superior es completamente lisa. La unidad no ha sido excavada, si bien se ha podido observar que su espesor no supera los dos centímetros en la rotura que provoca la UE 11. Se documenta en la mitad norte del sondeo, cubriendo el fondo de la superficie de alteración vertical identificada como UE 19.
UEs nº 1 a 23 UE 1 (fachada de la ermita - lienzo oeste/norte/sur): UE 2 (tramo superior del muro correspondiente a la fachada, relacionado con una reforma- lienzo oeste exterior): UE 3 (modificación del muro de sillería de la fachada oeste para cubrirlo con un tejado a dos aguas – oeste exterior e interior): U3 4 (muro oeste norte - entramado de la fábrica o vigas de carga de la cubierta): UE 5 (recrecido parcial del muro norte – reforma, añadido): UE 6 (fachada posterior de la ermita – lienzo este exterior): UE 7 (recrecido del muro este – exterior e interior): UE 8 (muro lateral sur – exterior e interior): UE 9 (Arco de descarga cuya flecha indica que el paramento original alcanzaba una altura mucho mayor a la conocida actualmente – reforma de muro – oeste interior): UE 10-15 (mechinales – oeste interior): UE 16 (mechinal – oeste interior): UE 17 (deterioro – norte interior): UE 18 (deterioro – norte interior): UE 19 (deterioro – norte interior): UE 20 (relleno – norte interior): UE 21 (lienzo y altar de la ermita - estructura - este interior): UE 22 (relleno – este interior): UE 23 (deterioro – sur interior):
ANEXO II – REGISTRO PLANIMÉTRICO
ANEXO III – INVENTARIO DE MATERIALES ARQUEOLÓGICOS |