Campanas y toques históricos
Un documento manuscrito de Sandoval de la Reina, escrito cuyo autor podría
haber sido algún cura párroco de Sandoval de la Reina que estuvo antes
que D. Urbano.
Julio Alonso Asenjo considera que el manuscrito
no puede ser atribuido a D. Victorino como en principio se pensó, pues la letra
es muy diferente de un documento que él posee (recuerdo de la primera comunión).
Otra fuente sí atribuye, sin embargo, el documento a D. Victorino Fontaneda.
Campanas y toques
históricos
Con los nombres de "Signum" y "Nola" se designaba en al antigüedad lo que después se llamó campana, de la región de Campania, célebre por su industria en objetos de bronce y estaño. La Nola la llevaba ya en su vestido el Pontífice en la época Mosaica para evocar la santidad del culto. También las fabricaban los indígenas de América antes del descubrimiento y lo mismo los chinos 1000 años antes de Xto, y la prehistoria las ha hallado en sepulturas de Chipre. Esta la Nola fue la que adoptó la Iglesia para la liturgia interior del templo. Con el toque suave y rápido evoca el Sanctus que los ángeles cantan al Señor en el cielo y el cántico de los niños a Jesús en su entrada triunfal en Jerusalén donde consumaría nuestra Redención. Los tres toques tres veces como la Trinidad de personas que hay en Dios invitan en la elevación a unirse al acto de adoración que el Hijo renueva en la misma como en la Cruz, y los tres toques más suaves de la Comunión nos llaman la atención sobre la ternura de Dios que se nos da en alimento después de haberse ofrecido como víctima. Hacia el siglo VI se
comienza a hablar como accesorio del templo, de campanas y
campanarios. Éstos, no olvidemos que Castilla viene de Castillos,
tuvieron carácter de atalayas y puntos estratégicos de defensa y
observación (como en la guerra del 36 al 39 para observar la
aviación) y los difundió por todas partes la necesidad de colocar
las campanas en alto para que su resonancia tuviera mayor ámbito (a
la vez que apuntaban a Dios).
Los sábados a las dos y
en Cuaresma antes del mediodía
un repique de campanas
anuncia las vísperas del día del Señor y del descanso, y el culto
Latréutico
del Domingo y el mariano del Rosario
a
la tarde lo anuncia
la señal
del campanillo, el volteo del esquilón festivo y el repique de
campanas y esquilones y
lo mismo hace el que ayuda al sacerdote
cuando hay boda a la que como las flores en primavera rodean
jóvenes y doncellas.
Si es mujer la que
pasó, tocan dos clamores la 1ª vez y
tres
cuando es hombre y
si cofrades
dan media vuelta a la campana antes de los clamores y
si el
que pasó es el ordinario dan vuelta los esquilones y los dos
clamores son con campanas y esquilones. |
Campanas de Sandoval de la Reina (fotos 2007)
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566 Kg. |
721 Kg. |
253 Kg. |
276 Kg. |
103 Kg. |
69 Kg. |
Transcripción
Con los nombres de de "Signum" y "Nola" se designaba en al antigüedad lo que después se llamó campana, de la región de Campania, célebre por su industria en objetos de bronce y estaño. La Nola la llevaba ya en su vestido el Pontífice en la época Mosaica para evocar la santidad del culto. También las fabricaban los indígenas de América antes del descubrimiento y lo mismo los chinos 1000 años antes de Xto, y la prehistoria las ha hallado en sepulturas de Chipre.
Esta la Nola fue la que adoptó la Iglesia para la liturgia interior del templo.
Con el toque suave y rápido evoca el Sanctus que los ángeles cantan al Señor en el cielo y el cántico de los niños a Jesús en su entrada triunfal en Jerusalén donde consumaría nuestra Redención.
Los tres toques tres veces como la Trinidad de personas que hay en Dios invitan en la elevación a unirse al acto de adoración que el Hijo renueva en la misma como en la Cruz, y los tres toques más suaves de la Comunión nos llaman la atención sobre la ternura de Dios que se nos da en alimento después de haberse ofrecido como víctima.
Hacia el siglo VI se comienza a hablar como accesorio del templo, de campanas
y campanarios. Éstos, no olvidemos que Castilla viene de Castillos, tuvieron
carácter de atalayas y puntos estratégicos de defensa y observación (como en la
guerra del 36 al 39 para observar la aviación) y los difundió por todas partes
la necesidad de colocar las campanas en alto para que su resonancia tuviera
mayor ámbito (a la vez que apuntaban a Dios).
Debido a los progresos de la fundición creció el tamaño de las campanas en los
siglos XIV y XV. Es curioso señalar que la más grande que hay en el mundo está
en Moscou y pesa 246.000 kg. Nos hacemos idea de su tamaño si la comparamos con
la de la Catedral de Toledo que pesa 17.000 kg. y con los de vuestra Parroquia,
cuya fundición actual data de 1939, 1795, 1788 y 1720, y pesan respectivamente
566, 721, 253, 276, 103 y 69 kg. Estos diversos tamaños así como el poner junto
al sonido bronco el sonido argénteo, se hicieron para lograr toda una escala
musical del más emotivo efecto. ------
Aunque no dejen de tener interés estos datos históricos, lo más significativo de
la campana es el uso de su lenguaje. en la antigua Roma parecen servir para
despertar a la servidumbre, para llamar a la oración y para anunciar mercancías
a cocineros y pinches; en Grecia las usaban los serenos llamados por ello ¿"cadanoforos"?
o portadores de campanillos, y en la India, según Porfirio, los gimnosofistas
al toque de campana se trasladaban al lugar del rezo y al ¿triclinio?, y en
muchos pueblos, con carácter sagrado, fue utilizada la campana para ritos
funerarios, como amuletos y fetiches, exvotos y talismanes que se colocaban a
estatuas y personas para ahuyentar y preservarse del mal agüero.
En el mundo cristiano el uso de la campana fue para convocatoria de los fieles a
la oración. A los monjes la campana los avisaba al coro, al refectorio, a la
huerta y al trabajo y cuando agonizaba uno servía para llamar a los demás a la
compañía del moribundo ó al rezo de una plegaria por su alma, y así se extendió
a la vida Parroquial donde el vecindario además la usó para convocar reuniones y
avisar sobre un presunto accidente, tormenta, ataque (de aviación últimamente),
incendio, inundación, terremoto y extravío en días de borrasca.
Para purificar este bronce de aquellos viejos sentimientos supersticiosos que
estuvieron arraigados en algunos pueblos, la Iglesia fundía las campanas y al
final de su bautismo en el Evangelio en aquella parte que se refiere a la visita
que Jesús hizo en casa de Marta y María por la semejanza que tiene este suceso
con el simbolismo de la campana. La campana en efecto avisa a los fieles para
dejar los agobios de la vida temporal, figurados en la persona de Marta, para
dedicarse a la meditación de las cosas eternas que los predicadores del
Evangelio proponen llamándoles al templo a los pies del Señor como estaba María.
También el ritual romano en la consagración de campanas
suplica al Señor que a su sonido se deshagan las tempestades y esa oración de la
Iglesia preservara de una manera permanente en el conocimiento de Dios.
Por manera que el efecto no se atribuye al sonido físico, inadecuado para alejar
y atraer las tempestades, sino a la oración hecha por la Iglesia y a la que
hacen el sacerdote y los fieles al tocar a conjuro. ---
Con solo añorar el sonido de las campanas de un lugar, escritores y poetas han
tratado de evocar las ternuras que encierra el poema de la vida, y es que las
campanas por voluntad de la Iglesia han venido a ser la música de Dios que
subraya el acontecimiento jubiloso y triste ó el suceder diario.
Los toques argénteos y a media vuelta del campanillo en nuestra Parroquia llaman
cada mañana a unir el propio sacrificio al del Sto. en el Altar.
La media jornada del día y en recogimiento del anochecer lo anuncia como un
reloj la boca del esquilón argénteo y el dulce y acompasado tintineo de las
campanas.
Un melodioso toque evoca en el invierno la luz del día o de la luna en las
largas jornadas del verano y barbechía. Hace despertar el volteo del esquilón
argénteo y tres toques broncos del otro mayor recuerdan el estado de abyección
en que encontró alg. h. el Verbo de Dios al encarnar para que agradecidos a su
misericordia recemos el Angelus; luego sigue un suave repique que invita
a disponer la jornada diaria ofrendándosela al Señor.
Hay tardes ardientes y pesadas de verano en que los esquilones volteados
publican el llanto alegre por el tránsito de una niña a la gloria y si es niño
precede al volteo un repique de los mismos esquilones.
La señal de campanillo y el toque a badajo del esquilón bronco o la media
vuelta a la campana si es cofrade, llaman a los vecinos a acompañar al Señor que
se lleva a un enfermo y cuando se sale de la Iglesia el dulce y noble repique de
las campanas dice que Dios es alimento antes que Juez y el repique más suave y
suelto de los esquilones al volver dan las gracias mientras la campanilla
manejada por el monaguillo va y viene anunciando que pasa el Señor.
Los sábados a las dos y en Cuaresma antes del mediodía un repique de campanas
anuncia las vísperas del día del Señor y del descanso, y el culto Latréutico
del Domingo y el mariano del Rosario a la tarde lo anuncia la señal del
campanillo, el volteo del esquilón festivo y el repique de campanas y esquilones
y lo mismo hace el que ayuda al sacerdote cuando hay boda a la que como las
flores en primavera ¿rodean? jóvenes y doncellas.
Al bautismo y Catecismo, si no están esperando corren los niños en oyendo el más
suave toque del Campanillo.
En Mayo, Octubre y Cuaresma y en la novena del Corazón de Jesús e Inmaculada al
anochecer o mientras entrar las ganaderías, tres toques del Campanillo llaman a
reunión en el Templo torna a María y su Divino Hijo y un toque anterior y uno
breve los sábados anuncia confesiones, y un clamor después de la 1ª señal en
Noviembre despierta el recuerdo para la novena de ánimas, y la vuelta al
esquilón bronco en los viernes de Cuaresma nos dice que, como David, somos
pecadores y hemos de cantar ante Jesús crucificado el tened, Señor, piedad de
nuestra miseria y escuchad a tu Hijo que han salido por nosotros.
Cuando menos se piensa, a veces en días hirientes de frío, nieblas y heladas el
golpe grave y lento del bronce da la noticia de la muerte del vecino invitando a
la caridad por su alma, y porque la muerte no es tan terrible para el cristiano
las campanas tocan y siguen tocando con un sonido entre sensible de triunfo y
espiritual de eternidad...
Si es mujer la que pasó, tocan dos clamores la 1ª vez y tres cuando es hombre
y si cofrades dan media vuelta a la campana antes de los clamores y si el que
pasó es el ordinario dan vuelta los esquilones y los dos clamores son con
campanas y esquilones.
Y porque solo el oro sin escorias puede entrar en el cielo se avisa a la misa
de entierro con la señal un repique y dos clamores de C. y Esq. y si es Cofrade
media vuelta a la C.; a la misa con oficio si es de ¿plana? o salida de Hermano
señal un repique y 3 clamores con C. y E.; si es de ánimas señal, vuelta al
esquilón y dos C. con C. y E. y si es de particular lo mismo con un solo clamor
de campanas.
Dios nos ha puesto en la tierra con fuerte instinto de conservación e
innumerables sentimientos de sociabilidad y por eso es obligada la reunión para
velar por los intereses comunes; o estas reuniones de vecindario, hermandad,
contrata y pago de contribución el toque ágil y sereno que avisa es el que de
tiempo inmemorial se denomina a campana repicada.
Cuando hay suceso imprevisto como quema el toque es fuerte y sin compás para
indicar q. el socorro ha de llegar pronto por el medio q. sea, todos uno
corriendo como corre la sangre a donde el organismo está herido. Pero solo de
aquello que vino por nuestra culpa nos debemos lamentar porque todo lo creado es
contingente, Dios le dio una perfección limitada para que sirviera a su fin;
cuando nos enfadamos porque falla algo temporal nos parecemos a los niños q.
lloran porq. el padre no les da la navaja de afeitar y es así como D. nos
gobierna para que no perdamos de vista lo eterno, el bien estable y ¿emola? de
su Prov. es la oración.
Cuando hay tormenta el campanero recuerda con un
tentenublo que las campanas fueron consagradas para deshacer la tempestad y
si persiste con el esquilón a badajo ¿repicado? toca a conjuro y después otro
tentenublo y vuelta entera a la campana.
El Sacerdote con un Concejal abre la Ig. para q. entren a rezar y ellos salen al
atrio donde se dicen los exorcismos con la Cruz.
El toque en la bendición de campos es el volteo y lo mismo con las rogativas o
letanías. Para ello el aviso se da con la señal de campanillo y con un toque a
badajo del esquilón festivo. Luego el campanero de un repique de campanas que es
la llamada a los tocadores nombrados por el Ay. y estos tornean y tornean sobre
todo las campanas cuando llega la nota clave del poema ... en la gran fiesta ó en la víspera de fiesta campanas, esquilones y campanillos vuelan
todos, se ponen de acuerdo para soltar al aire su alegría y las ¿campanas?
quedan! es decir, queda Dios derramando sobre el pueblo ese dulce licor q.
conocen el alma y anuncian las campanas de la Parroquia.
David Fernández Villarroel, en su blog «Ver Nevar», hace un compendio del usos de las campanas en León, que se equipara en todo a sus usos en Sandoval de la Reina.
Publicado también en el diario «La Razón» el 15 de abril de 2019.
Lo reproducimos aquí por su interés para entender la importancia de nuestras campanas y sus usos.
Información facilitada por Julio Alonso.
Las campanas A más de uno le habrá salvado la campana de una situación comprometida, y cualquiera puede echar (o lanzar) las campanas al vuelo para celebrar un triunfo, y es también posible oír campanas y no saber dónde si las noticias que se tienen son vagas e inciertas. Ocurre así con las del diccionario, pero cada vez son menos los que saben tocar las de las iglesias. Que es lo que hacía el campanero, otro de los oficios en vías de extinción, o el sacristán cuando faltaba aquel y se trataba de anunciar los oficios religiosos, a misa o al rosario por ejemplo, o de invitar al rezo de un avemaría, primero al amanecer (toque de alba) y luego al mediodía (toque de ángelus). Porque el lenguaje de las campanas se compone de diferentes toques, que feligreses y vecinos entienden sin dificultad cuando los oyen: a concejo (reunión abierta para tratar asuntos de interés general), a hacendera (trabajos a que debe acudir todo el vecindario, por ser de utilidad común, como arreglar los caminos), a quema (aviso de incendio, en una vivienda o en el monte)... Las campanas doblan cuando tocan a muerto (toque de ánimas, o de difuntos, o clamor), repican cuando suenan o tañen repetidamente con cierto compás en señal de fiesta y voltean si, también por un motivo alegre, se les da la vuelta completa en el campanario. Las campanas, que en estos días de la Semana Santa estaban antes calladas en señal de luto y en su lugar retumbaban por las calles las carracas convocando a los oficios, y con qué alegría y aplicación las hacíamos sonar los rapaces de la escuela. (La Razón, 15 de abril de 2019) |