Flora de Sandoval de la Reina
Mielga (Medicago sativa)
Si la amapola puede considerarse la flor de Sandoval, la mielga es la planta de Sandoval, pues está ligada a la tradición local.
Tenía una gran importancia en la alimentación de los animales, como ya recogían las Ordenanzas de 1511:
Ordenanza 39: Que ninguno coja en panes ajenos cardos ni mielgas ni yerba ni entre las linderas dellas sin licencia de su dueño so pena de tres maravedíes.
Además, está el sobrenombre que se da a los locales, mielgueros y mielgueras, pues cuenta la tradición o fábula que:
Érase que se era una robusta mielga que creció entre las piedras altas (anteriores a los nobles sillares actuales) de la torre de la iglesia ¿Qué hacer para arrancarla? No bastó con escolingarse de algún modo hasta la hierba. La puesta en escena fue sonada: con esfuerzo, subieron un burro para que la paciera a conciencia.
Se dice que un curandero local, consultado sobre un mal que tenía el burro, dijo que si comía la mielga que estaba en lo alto de la torre de la iglesia, sin arrancarla, directamente, se curaría. Los del puelo subieron al burro tirando de él desde el campanario con una cuerda atada al cuello. Los lugareños, mirando la escena, vieron al burro ya cerca de la mielga con la lengua fuera y decían «mira, mira, ya se relame». Lo cierto es que ya había expirado.
Muy posible es que fueran los de otros pueblos los que les pusieran el apodo e inventaran, tal vez, la historia.
La mielga, la torre y el burro se repiten en la simbología local. Por ejemplo, en la sudadera de la Peña Sandovale de 2009; también en la decoración de numerosas tortillas presentadas a concurso los veranos, como esta de Cristina y Miguel de 2010; en los concursos infantiles de dibujo de los veranos es un tema recurrente, como este dibujo de Andrea Carpintero.
La mielga en Sandoval se corresponde con la especie Medicago sativa, pues en El Habla se la describe con flores azules y, en 2021, la sandovalesa María Jesús Pérez la fotografía en un grupo de distintas flores silvestres del campo de Sandoval. Lo mismo ocurre en Guadilla de Villamar.
Sin embargo, en el vocabulario de Villahizán de Treviño la mielga apararece con flores amarillas, lo que corresponde a otra especie emparentada, la Medicago lupulina.
