La contrata
Una costumbre que fue de Sandoval de la Reina.
Para lo relacionado con ella y convocar a los ganaderos, había una llamada de campanas determinada.
Sabemos que, en 1938, los ganaderos fueron convocados por el consistorio para tratar, si conviene, de fijar nuevamente el precio de los ganados de la contrata que se desgracien.
En esta colaboración, Daniel Renedo nos describe cómo era aquello:
Cuando hablamos de tradiciones en las que el apoyo mutuo es la razón de existir, la CONTRATA quizás sea una de esas figuras que mejor reflejan esa tradición. La contrata era una forma de apoyo entre agricultores y ganaderos. Cuando la mayoría de agricultores sólo tenían una pareja de vacas y una de estas vacas moría, suponía la ruina de muchos agricultores. Para paliar la pérdida de un animal existía la contrata. Consistía en que cada agricultor y ganadero pagaba una cantidad de dinero al vecino al que se le moría una vaca. Esa cantidad variaba en función de las cabezas de ganado vacuno que tuviera cada uno. Si se podía aprovechar la carne del animal muerto, cada vecino recibía también en función de los animales que tuviera. De esta forma, el agricultor al que se le moría una vaca podía comprar otra sin tener que endeudarse durante muchos años. Daniel Renedo Pérez |
