Marzas de Fuenteodra y Villamartín de Villadiego: El vino de Sandoval de la Reina
Recuperamos de la web de Valdehumada el texto de estas dos marzas, en las que se pone en solfa la calidad del vino de Sandoval y otros pueblos vecinos. Seguramente, por lo ácido que en los tiempos antiguos resultaba el vino Churro de aquellos pagos. Son marzas de Fuenteodra y de Villamartín de Villadiego.
Los marceros, mozos del pueblo, seguro que preferían para estas ocasiones especiales, vinos de mayor ejundia. Piden, en particular, vino de Ribera o de Roa.
Las marzas fueron recopiladas por Iván Ortega-Santos, profesor asociado del Departamento de Lenguas y Literaturas del Mundo, de la Universidad de Menphis, insigne lingüista, descendiente de Fuenteodra por línea paterna, autor de numerosas publicaciones.
La recopilación, realizada entre 1997 y 1998, la tituló:
"Lo que me cantaron en Valdehumada": Los textos incluidos en esta recopilación pertenecen a la tradición oral del valle de Humada en la Montaña Burgalesa, partido judicial de Villadiego. En ella se entremezclan Marzas, Sacramentos, Mandamientos y Canciones de Reyes con cantares de ciegos, calvarios, cantares de bodas y canciones de fuera del valle e incluso de fuera de la región.
Como muestra, el recorte de la imagen del texto de Fuenteodra se limita al fragmento que cita a Sandoval.
En el recorte de la imagen de la de Villamartín de Villadiego
se ha reproducido íntegramente la marza tal como figura en la web de Valdehumada. Los textos de ambas se transcriben íntegros a continuación de las imágenes.
De las marzas de Fuenteodra Fuenteodra, Agosto 1997. Informantes: Ceferino, Porfirio, Nino. Incompletas. |
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Ábranse las puertas, ¿Cantamos o rezamos o qué nos mandan? (sin cantar) (a) No es descortesía, Con vuestro permiso Nos parecen buenas Algunas doncellas El Día del Ángel El vino ha de ser bueno, |
ni de Sotresgudo, Y por eso mismo También recibimos Traemos un burro Traemos un burro Traemos un burro No tengáis miedo Si queremos vino |
No lo queremos Marzo florido Marzo ventoso, Levántate Dona (d) Notas: (a) En Fuenteodra se rezaban dos padrenuestros, uno al ángel de la guarda y otro por las intenciones de la casa. (b) Juego de palabras: 'ni eso de tapia', es decir, de bragueta. (c) Variante: 'Vino de Ribera / y no de Tapia, / porque hay que estar siempre/ desdando la trampa.' (d) Variante: 'Levanta culona / de culo redondo' (*) Gorgojos. |
De las marzas de villamartín de Villadiego Villamartín, Septiembre 1997, cuaderno facilitado por Felicitas. Al parecer estas son las Marzas tradicionales del pueblo, aunque no he podido encontrar informantes que confirmen este extremo. Falta la página inicial, pero en el fragmento de hoja que quedó se adivina el principio:
La ortografía incluía errores como “buenas belas”, “anjeles” o “ribera”. En gran parte coincide con las Marzas de Fuenteodra. |
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…huevos pedimos, Ángeles somos, El ángel bendito El vino ha de ser bueno, Y por eso mismo Y no tengáis miedo |
Y no tengáis miedo Es bien parecido Ya os viene el tiempo, Abran las puertas, Que si son gustosos Aquí hemos llegado Pues con su permiso Que si nos dan algo, |
Aquí traemos un burro Picóle la mosca Nos vamos al templo, Algunas doncellas El día de Pascua Abran las despensas, |
Marzas es el nombre que reciben los cantos con los que se recibe al mes de marzo, conmemorando así la llegada de la primavera. Se cantan el último día de febrero o el primero de marzo en numerosas localidades ubicadas en la zona norte de España, como en Burgos y Cantabria, así como, en menor medida, en Asturias, León, Palencia, Salamanca, Soria, Valladolid y Vizcaya. Los grupos marceros estaban compuestos por varones, ya que la ley y la costumbre de las marzas no consienten más que a "mozos solteros", por ser este "un derecho indiscutido de todo mozo soltero". Recibían dádivas que invertían en las sobremarzas: comida, merienda o cena festiva, que se celebraban "el domingo de comer las marzas" o domingo siguiente al día en que se pedían. El contenido de las coplas dependía del vecino destinatario. Entre otras, las había galanas o floridas, si respondían a un recibimiento hospitalario y solidario, y rutonas si pretendían satirizar y censurar la tacañería, el engaño y la actitud insolidaria con la que, en algunas casas, se solía acoger la presencia de los marzantes. Wikipedia |