Inicio
barra


facebook
La gente de Sandoval de la ReinaLo último incorporado
Escríbenos y mándamos información, saludos o imágenes. Gracias.
 

Cofradías de Sandoval de la Reina - Catálogo de Archivos Diocesanos (2014-2018)

En esta página se reproduce y comenta lo recogido en el libro Catálogo de los Archivos de Cofradías de la Diócesis de Burgos, de Matías Vicario Santamaría, archivero de la catedral de Burgos, y otros autores, en lo que concierne a Sandoval de la Reina. Se publicó en 2014, con dos actualizaciones posteriores, en 2016 y en 2018.

Ficha del libro
Autor principal: Matías Vicario Santamaría. Otros autores: Agustín Hevia Ballina y Santiago Martínez Acebes.
Publicación: Burgos, Asociación de Archiveros de la Iglesia en España.
Colección: Colección Ecclesiae Vita.
Tomos: 4 (1996, 2011, 2014, 2016).
Año: 2014 Actualizaciones: 2016 y 2018 - La publicación se extiende de 1996 a 2019.
ISBN: 978-84-616-8776-3 (2014) / 978-84-608-5888-1 (2016) / 978-84-697-8925-4 (2018)

 

En este libro se recoge el resultado de la catalogación de los archivos de las cofradías de la diócesis de Burgos existentes en el archivo diocesano. Se debe aclarar que hay archivos que están en posesión de las cofradías que siguen existiendo y que estos archivos no forman parte de este catálogo al no estar en el archivo diocesano. Esto ocurre con el vigente libro de la Cofradía de las Ánimas de Sandoval de la Reina, que está en poder del mayordomo actual.

No se citan registros de la denominada, por el párroco D.Fidel Díaz Hidalgo en 1927 y 1930, Archicofradía de Hijas de María y del Apostolado de la Oración (a la que también llama «Congregación» en el libro de la crónica parroquial), de la que sí tienen memoria las personas en Sandoval de la Reina.

Comentarios

Aunque no se puede fijar con exactitud la fecha de aparición de las cofradías, se tiene registros en el siglo XI donde ya existían las primeras cofradías que eran, en gran parte, cofradías penitenciales.

La estructura de las descripciones de las cuatro cofradías descritas sigue este orden: nombre de la cofradía, archivo donde están los documentos y años que incluyen, historia, bibliografía y enumeración de los libros. De cada libro incluye: descripción física con número de páginas y fechas, contenido y observaciones. Como ilustración, se han añadido imágenes de elementos de la iglesia de Sandoval, que no proceden del libro.

En las visitas que hacen los visitadores que fiscalizan los libros. Es frecuente que se ordene que el dinero de las cofradías no se gaste en comer y beber o, al menos, no en exceso.

Las cuentas de las cofradías se denominan «cuentas de cargo y data». El uso del cargo y data estaba presente en las cuentas de administraciones, etc. (González Ferrando, 1988: 191). Se ajustaba a la necesidad de controlar la actuación de cualquiera encargado del manejo de rentas, recepción, entrega y custodia de bienes o dineros (Hernández Esteve, 2007: 163). Este procedimiento está vinculado a la rendición de cuentas del que tiene una responsabilidad frente a una colectividad, teniendo un matiz contable. (Susana Villaluenga: Aproximación a los fundamentos contables, legales y morales del método de cargo y descargo o data por el que se rendían cuentas, Revista Española de Historia de la Contabilidad, 2013 ).

Tres de los libros tienen como cubierta un pergamino procedente de cantorales del siglo XVI, dos de ellos con el texto en latín, por lo que es probable que en aquel siglo, en Sandoval, se hicieran cantos en latín durante las celebraciones eucarísticas. Uno de ellos tiene como cubierta un pergamino de temas jurídicos del siglo XIV.

Unos con otros, los ingresos y gastos de los caudales (en dinero o en especie) de las distintas cofradías era el siguiente:

Ingresos: venta de la uva y del vino de las viñas de las cofradías, venta de manojos, ventas del rebaño lanar y de reses donadas a la cofradía, cuotas de entrada en la cofradía y salidas por fallecimiento (en dinero o en especie), réditos de los censos (préstamos y similares), limosnas, renta de las heredades y huertas, renta de prados, préstamos para cera, escotes, multas y venta de árboles.

Gastos: compra de cera, compra de sebo para curar las heridas de los hermanos disciplinantes, compra de trigo para el pan y las tortas de ciertas celebraciones, sermones, misas, derechos de visita del arzobispado, trabajo de las viñas, guarda del rebaño, reparaciones de las casas y hospitales de las cofradías, reparación de los trojes, colaciones y refrescos, predicadores, limosnas para los pobres del hospital, dotaciones para el hospital, contribución del subsidio, obra del pósito y arca de misericordia yconservación de la bodega y jaraíz.

No existen datos de cuándo exactamente y por qué desaparecieron tres de las cuatro cofradías seculares. Tal vez en algún caso se deba a reagrupación o agregación a otra cofradía, hecho no infrecuente a finales del siglo XVIII y principios del XIX, su debilitación, e incluso decadencia, asociada a la caída del Antiguo Régimen o bien su extinción a causa de las desamortizaciones del siglo XIX.
(La asistencia social y las cofradías en Burgos desde la crisis del Antiguo Régimen. Pedro Carasa Soto. 1982).

Entre las funciones que cumplen las distintas cofradías, unas con otras, y sus cofrades están:

Religiosidad:
• La preparación para la muerte, especialmente la cofradía de las Ánimas.
• Oración y sufragios por los cofrades vivos y difuntos (alivio de las ánimas de los hermanos difuntos; Por cada cofrade fallecido se decía una misa a la que asistían todos los hermanos con las velas encendidas).
• El acompañamiento en la enfermedad (velaban a los cofrades enfermos una vez recibido el viático).
• Acompañar a los cofrades difuntos en su entierro y a los pobres que morían en el hospital de la cofradía.

Caridad:
• Limosnas para los pobres.
• Curar las heridas de los hermanos disciplinantes.
• El día de San Pedro después de la misa daban de comer a los pobres

Otros:
• Hospitales (hospital con una cama y ropa para recoger a los pobres; una manta y un cabezal para las camas de los pobres del hospital). Hay que tener presente que Sandoval de la Reina se encuentra en el entorno de las rutas jacobeas (por Villadiego pasaba un ramal jacobeo; Luciano Huidobro, Las Peregrinaciones...), que sin duda una parte de los peregrinos pasaban por aquí y que muchos pobres hacían el Camino de Santiago, teniendo en cuenta, también, que nuestros hospitales son modestísimos.
• Rogativas para pedir agua.
• Préstamo de la cera para los entierros, pósitos, arca de misericordia.
• Colaciones y refrescos para los cofrades (función social de convivencia y festiva).


1) La cofradía de la Vera Cruz (documentos de 1578 a 1831) exisitía con anterioridad a 1578, año del primer documento, puesto que se dice que se había añadido algunas cosas a la regla que tenían con anterioridad. En la cofradía hay hermanos y hermanas cofrades.

Se disolvió en 1831.

2) La cofradía del Rosario (documento de 1784 a 1954) se fundó en 1784 y pervivió, al menos, hasta 1954, cuando eran ciento ochenta y nueve hermanos, entre varones y mujeres.

Dicen las constituciones que cada cofrade se comprometía a rezar un rosario entero de quince dieces: el Rosario consiste en rezar en honor de la Sma. Virgen María, Madre de Dios y Madre nuestra ciento cincuenta veces el Ave María distribuida en quince dieces, precedida por un Padre nuestro y terminada con un Gloria Patri, y acompañada siempre por la meditación de los misterios que conmemoran los principales sucesos de la vida de Jesús y María. Esta división procede del siglo XIV.

A día de hoy, aun no exisitiendo ya esta cofradía, de la que ninguna de las personas preguntadas tiene recuerdo, el rezo del Rosario sigue siendo frecuente entre los creyentes practicantes de Sandoval de la Reina. La Virgen del Rosario, que tiene un retablo y altar dedicados en la iglesia, es una de las advocaciones de mayor veneración aquí.

Tuvo que tener un precedente con ese mismo nombre, pero tal vez sin una fundación tan formal, pues en el Censo del Conde de Aranda, de 1770, se cita a la novísima [cofradía] del Santísimo Rosario que no tiene rentas ni gasto alguno, fundada por la Orden de Santo Domingo.

3) La cofradía de San Pedro Apóstol (documentos de 1621 a 1883) existía con anterioridad a 1621, año del primer documento, puesto que se dice que en 1621 el abad, prior y cofrades renovaban esta cofradía de San Pedro. Tal vez, se fundara como la «Obra Pía para el Socorro de los Pobres, fundada por Pedro Martínez»; así, en el preámbulo de su regla hay una larga introducción sobre la caridad.

Entre otras cosas, la regla de la cofradía establecía que después de la misa del día de San Pedro, daban de comer a los pobres.

Imponía multas por hablar mal de otro cofrade, sacar arma, levantar falso testimonio contra otro cofrade, hurtar y llevarse bienes de la cofradía a su casa.

En una caja fechada en 1802, se recogen los nombres de 47 cofrades, 21 hombres y 26 mujeres, siendo abad José Muñoz.

No hay datos sobre la extinción de esta cofradía.

4) La cofradía de las Ánimas (documentos de 1678 a 1908) es la única que sigue existiendo en la actualidad. Si bien, los documentos citados en este catálogo censo acaban en 1908, el siguiente libro está aún en uso, por lo que se encuentra en poder de la cofradía en Sandoval de la Reina.

La regla aprobada puso a la cofradía bajo la protección de San Miguel Arcángel.

5) La congregación de Sacerdotes (documento de 1719 a 1935), no es propiamente una cofradía, si bien los autores la incluyen en el censo. Su objetivo es que los congregantes sacerdotes se proponen vivir honestamente.

El último dato que se conserva de esta congregación es del año 1935. No sabemos cómo se extinguió.

Cofradía de la Vera Cruz

1.1 Libro de la Regla, Visitas Pastorales y Cofrades (1578).
1.2 Libro de Cofrades, Cuentas, Visitas Pastorales y Arrendamientos (1690 - 1776).
1.3 Libro de Cofrades, Visitas Pastorales y Arrendamientos (1776 - 1831).

Cofradía del Rosario

2.1 Libro de la Fundación, Cofrades, Arrendamientos y Constituciones (1784 - 1954).

Cofradía de San Pedro Apóstol

3.1 Libro de la Regla, Visitas Pastorales, Acuerdos, Cofrades y Nombramientos (1621 - 1855).
3.2 Libro de Cofrades, Cuentas, Visitas Pastorales y Arrendamientos (1710 - 1789).
3.3 Libro de Cuentas, Visitas, Pastorales, Arrendamientos y Cofrades (1790 - 1883).

Cofradía de las Ánimas 4.1 Libro de Cuentas, Visitas Pastorales, Arrendamientos y Cofrades (1678 a 1769).
4.2 Libro de la Regla, Breve de Inocencio XI, Licencias, Indulgencias y Fincas .(1700 a 1879).
4.3 Libro de Cuentas, Cofrades, Acuerdos y Visitas Pastorales (1769 a 1858).
4.4 Libro de Cuentas, Diligencia y Visitas Pastorales (1855 a 1908).
Congregación de sacerdotes 5.1 Cuaderno de la Regla y Aprobación (1719 a 1935).

 

Cofradías de Sandoval de la Reina (catálogo de archivos en el arzobispado de Burgos) - Transcripción


SANDOVAL DE LA REINA

Parroquia de San Pedro Apóstol

1 COFRADÍA DE LA VERA CRUZ

Archivo diocesano de Burgos 1578 – 1831.

Historia: El 22 de mayo el 1578 el licenciado Miguélez, visitador general del obispado de Burgos, aprobaba la regla de la Cofradía de la Vera Cruz y de la Misericordia presentada por los cofrades, en la que había añadido algunas cosas a la regla que tenían con anterioridad, con la condición de que no se obligase a jurar su cumplimiento a los cofrades.

Las fiestas y advocaciones de la cofradía eran la Exaltación de la Santa Cruz, en mayo, y la Invención [de la Santa Cruz], en septiembre, y las celebraban con vísperas y misa, a la que estaban obligados a asistir todos los hermanos con sus velas encendidas, bajo pena de una libra de cera. También tenían vísperas y misa el día de Nuestra Señora de Septiembre y el día de San Ildefonso.

Presidía la cofradía un beneficiado de la parroquia de San Pedro como abad, que era perpetuo y daba una colación a los cofrades a su costa el día de su elección. El día de la Exaltación de la Santa Cruz de cada año se elegía un regidor, dos mayordomos y un escribano.

Se leía la regla a los que querían ingresar en la hermandad para que supieran a qué se comprometían. Cualquier persona podía entrar en ella, siendo llanas no revoltosas. Los de disciplina abonaban cuatro reales como cuota de entrada y un hacha de cera de una libra y, al morir, una manta y un cabezal para las camas de los pobres del hospital. Solo a partir de los treinta años se podían disciplinar el Jueves de la cena en la procesión de la noche, o en las procesiones por peste y agua. Como cofrades de luz se admitía hasta un número de cincuenta hermanos, se encargaban de iluminar las procesiones del Jueves Santo y Corpus Christi; daban de entrada doce reales.

El primer domingo de cada mes celebraban una misa en honor de los doce Apóstoles por los cofrades vivos y difuntos a decir en el altar de la Vera Cruz, con asistencia de todos los hermanos.

Dos hermanos velaban a los cofrades enfermos una vez recibido el viático; se les daba dos tortas de pan y un azumbre de vino. En el caso de defunción se acompañaba al difunto en su entierro, lo mismo que a los pobres que morían en el hospital de la cofradía, como si fueren hermanos.

Cada domingo los hermanos daban una blanca de limosna para los pobres.

El 14 de junio de 1724 se hizo rogativa para pedir agua.

Ángel Marcos dejó a la cofradía una huerta, prados y molino.

En 1772 se quejaban de que había pocas entradas en la cofradía, por lo que era difícil hacer los nombramientos de los oficios, ya que no podían repetir en su cargo, por lo que acuerdan que se pudiera elegir mayordomos a los que habían sido regidores.

Lázaro Muñoz otorgó la venta de la bodega de los herederos de Ventura Palacios a favor de la cofradía en doscientos cincuenta reales. A partir de 1776 consta que tenía algunas cabezas de ganado lanar.

Hay una nota que dice que la cofradía se disolvió en 1831.

Bibliografía: Vicario, Matías. Censo-Guía... pág. 498.

 

1.1 Libro de la Regla, Visitas Pastorales y Cofrades
Papel encuadernado en pergamino. 30 x 21 cm. 21 Folios. 1578.

Contenido: El libro comienza con la regla formada por una introducción sobre la Cruz y treinta y siete capítulos, algunos tachados y otros con anotaciones marginales.

Hay varias visitas pastorales en las que se aprueba la regla con algunas modificaciones y sin exigir juramento en su cumplimiento puesto que está ordenada al servicio de Dios y aumento de la caridad al prójimo y que las rentas no se gasten en comer y beber, sino en misas, cera y sacrificios por los hermanos vivos y difuntos.

Al final del libro hay una lista de cofrades sin fecha y noticia del fallecimiento del abad Hernán Pérez en 1608, Pedro Martínez, abad, en 1614 y el abad Domingo Rojo en 1653.

Observaciones: El pergamino de encuadernación pertenece a un códice del siglo XIV de tema jurídico con comentarios marginales. Mayúsculas en rojo y azul.

 

1.2 Libro de Cofrades, Cuentas, Visitas Pastorales y Arrendamientos
Papel. Encuadernado en pergamino. 30 x 21 cm. 188 Folios. 1690 – 1776.

Contenido: En la primera hoja hay relaciones de cofrades desde 1745 a 1769.

A continuación se asientan las cuentas de cargo y data tomadas a los mayordomos de la cofradía. Tenía como ingresos la venta de la uva de las viñas de la hermandad, cuotas de entradas y salidas por fallecimiento, réditos de los censos, limosnas, renta de las heredades, préstamo de la cera para los entierros, escotes y multas. Como gastos figuran la compra de cera y de trigo para el pan de la noche del Jueves Santo, sermón del mandato del Jueves Santo, misas, derechos de visita, trabajar las viñas y retejar la casa.

En la visita pastoral de 1701, Isidro de Bedia, visitador general del obispado, aprueba las cuentas que estaban bien sumadas y restadas, pide que se aminoren los gastos excesivos en colaciones y que se cumplan los capítulos de la regla. En 1719 hace la visita Fray Ángel Benito, obispo auxiliar de Burgos, quien encargó al abad y cofrades mirar por la conservación y aumento de la cofradía, no haciendo gastos excesivos profanos, y distribuyendo sus rentas en cera, misas y sufragios por las ánimas de los hermanos difuntos y culto y veneración de la Santa Cruz. En la visita de 1722 se reconocieron dos escrituras de censos con un capital de quinientos cincuenta reales de principal, y se manda que, en caso de que se rediman, se empleen de nuevo en la compra de alguna finca segura o hacienda raíz.

Al final del libro van anotados los rendimientos de las tierras de la cofradía y los nombres de los cofrades desde 1711 y limosnas.

Observaciones: En la cubierta va escrito "Cuentas de la Cofradía de la Vera Cruz. Sandoval. Tomo 1º".

 

1.3 Libro de Cofrades, Visitas Pastorales y Arrendamientos
Papel. Encuadernado en pergamino. 30 x 21 cm. 88 Folios. 1776 - 1831.

Contenido: Al comienzo del libro hay una nota en la que se da razón de los derechos que se han acostumbrado a llevar por entrar hermanos en esta cofradía, los sacerdotes pagaban quince reales, los hermanos de luz y los que piden en peligro de muerte cuarenta y cuatro reales, los de disciplina doce y las mujeres quince reales.

Siguen relaciones de hermanos y hermanas de la cofradía desde 1798 a 1809 y otra relación de 1815.

Las cuentas de cargo y data van desde 1776 a 1830, entregadas por los mayordomos a los regidores. En el cargo se da cuenta de los ingresos por la venta de manojos, cuotas de entrada y salida, producto de ganado lanar, venta de vino de sus viñas, renta de heredades y limosnas. Los gastos provenían de la compra de cera y sebo para curar las heridas de los hermanos disciplinantes, misas, trabajar las viñas, trigo para las tortas que se dan el Jueves Santo, colaciones, predicador, limosna a los pobres del hospital, reparaciones de la casa.

Según la visita pastoral de 1819, no se habían rendido las cuentas desde 1807 hasta 1813 y las restantes, hasta 1818, iban en un cuaderno suelto a causa de las circunstancias ocurridas, por lo que se mandó que se rehiciesen, el abad recurrió y acudió a los gobernadores del arzobispado, quienes le dieron la autorización para la formación de las cuentas atrasadas en la medida de lo posible.

En la visita pastoral realizada a la cofradía por Felipe Izquierdo, visitador general del arzobispado, observó varios errores en las cuentas que mandó subsanar en las siguientes y mandó que las rentas se distribuyan en la compra de cera, misas y funciones para el culto y alivio de las ánimas de los hermanos difuntos, evitando gastos excesivos en colaciones.

Observaciones: El pergamino de la cubierta pertenece a un cantoral del siglo XVI, "Homilia venerabilis bede presbyter" [El venerable sacerdote debe dar su homilía]. Capitales en rojo y azul. En la cubierta se puede leer "Libro de la Cruz. Sandobal Tomo 2º".

 

 

2 COFRADÍA DEL ROSARIO
Archivo diocesano de Burgos 1784 – 1954.

Historia: El 1 de noviembre de 1784, a petición de Andrés Elvira, en nombre del concejo y vecinos de Sandoval, Fray Baltasar Quiñones, Maestro General de la Orden de Predicadores, daba patente en Roma para la fundación de esta cofradía. Vista esta patente, el provisor y vicario general del arzobispado de Burgos daba licencia al concejo y vecinos para su fundación. El 11 de septiembre de 1785 Fray Tomás Baquedano, dominico del convento de San Pablo de Burgos, pasaba a Sandoval a su fundación canónica, para lo que contaba también con licencia del arzobispo José Javier Rodríguez de Arellano.

Reunido el pueblo en la iglesia parroquial, dicho religioso predicó un sermón explicando los misterios del Rosario y sus indulgencias; a continuación se organizó una procesión con la imagen de Nuestra Señora, acompañada del bulario de indulgencias, luminaria y estandarte.

Nombrada como iglesia de la cofradía la parroquia de San Pedro Apóstol y por capilla, altar e imagen la que está dentro de la iglesia al lado del evangelio, donde se deberán hacer las estaciones y funciones para ganar las indulgencias concedidas por los Papas. La fiesta principal era el primer domingo de octubre. El abad sería el párroco, quien podía admitir como cofrades a todas las personas, sin exigir cuota alguna. En caso de que en el pueblo se fundase un convento dominico, la cofradía pasaría con todos sus haberes a dicho convento.

Cada cofrade se comprometía a rezar un rosario entero de quince dieces a la semana y a ayunar en la vigilia de la fiesta de Santo Domingo, fundador de estas cofradías. El rosario se podía rezar por los difuntos, asentándoles en el libro de cofrades.

Celebraban la fiesta de la Virgen, especialmente la de la Anunciación, por ser principio del rosario, y la del primer domingo de octubre.

Ninguno de estos compromisos obligaba [a] su cumplimiento, ni bajo pecado mortal, ni venial.

Fernando Muñoz, vicario de Sandoval, mandó a Nuestra Señora del Rosario, que se venera en esta villa, una tierra y una viña.

El último dato que tenemos de la cofradía es de 1954.

Bibliografía: Vicario, Matías. Censo-Guía... pág 498.

 

2.1 Libro de la Fundación, Cofrades, Arrendamientos y Constituciones.
Papel. Encuadernado en pergamino. 30 x 21 cm. 90 Folios 1784 - 1954.

Contenido: En el libro va insertada la licencia del Maestro General de los Predicadores impresa, con su sello para la fundación de la cofradía, solicitud enviada por el concejo y vecinos del lugar para tal fin, licencia de los provisores del arzobispado y fundación canónica de Fray Tomás de Baquedano.

Siguen las constituciones formadas por siete capítulos.

La inscripción de cofrades en este libro van desde 1785, varones y mujeres, hasta 1954. En este año los hermanos era ciento ochenta y nueve.

En 1806 y 1826 hay dos arrendamientos de una tierra de la Virgen.

No se conserva otro tipo de documentación.

Observaciones: La mayor parte del libro en blanco.

 

 

3. COFRADÍA DE SAN PEDRO, APÓSTOL
Archivo Diocesano de Burgos. 1621 - 1883.

Historia: En 1621 el abad, prior y cofrades renovaban esta cofradía de San Pedro. A esta cofradía se podían asociar clérigos, prestes, diáconos, escuderos, dueños, labradores y otras cualesquier personas de religión o seglares de Sandoval o de cualquier otro lugar, con el fin de seguir las buenas obras de misericordia que comenzó Pedro Martínez, clérigo que fue de esta iglesia de San Pedro, difunto, instituyendo un hospital con una cama y ropa y heredades suyas y de otras personas que dieron limosnas, para recoger a los pobres, hijos de Dios.

Para el mejor gobierno de la cofradía, redactaban una regla en la que se establecía que el día de San Pedro se reunían en junta general a honra de Dios y del patrono San Pedro. Este día tenían una misa de réquiem por todos los difuntos que fundaron el hospital y dieron sus limosnas, y por los vivos que le mantienen e hicieron esta cofradía; después de la misa daban de comer a los pobres.

Por cada cofrade fallecido se decía una misa a la que asistían todos los hermanos con las velas encendidas, y le acompañaban en su entierro.

Cada hermano mandaba decir dos misas por el difunto.

Abonaban un cuartillo de trigo y media libra de cera como cuota de entrada y un cuartillo de trigo y una cántara de vino de la salida por defunción.

Quien hablare mal de un cofrade era multado con cinco maravedís y debía pedir perdón, y si sacare arma pagaba cuarenta maravedís. Levantar falso testimonio contra un cofrade era penado con cincuenta maravedís y una libra de cera. Si alguno de los oficiales o mayordomos hiciere algún hurto en las limosnas o en las compras o en el precio de lo que comprare o se llevare carne, o vino, o pan a su casa, pagaba cuatro doble del fraude y quince maravedís y una libra de cera.

Por cualquier hermano que falleciere, la familia daba a la cofradía cuarenta maravedís, una fanega de harina, dos cántaras de vino, hortaliza, sal y leña para la comida. Si alguno era pobre, lo pagaba la cofradía. Además, se daban diez maravedís para el hospital.

Si un cofrade tenía pleito con hombre ajeno [a] la cofradía, se le apoyaba, según derecho.

El 3 de diciembre de 1622 la regla era aprobada por la autoridad eclesiástica.

La cofradía tenía un censo de veintiún mil maravedís del principal en el año 1723. En 1746 eran dos censos, posteriormente serían cinco censos.

No hay documentación posterior a 1883.

Bibliografía: Vicario, Marías, Censo-Guía... pág. 498.

 

3.1 Libro de la Regla, Visitas Pastorales, Acuerdos, Cofrades y Nombramientos
Pergamino y papel. Encuadernado en pergamino. 32 x 20 cm. 114 Folios. 1621 - 1855.

Contenido: Después de una larga introducción sobre la caridad, viene la regla formada por varios capítulos con sus correspondientes textos en latín de la sagrada escritura.

Varias visitas pastorales aprueban y confirman la regla.

El 29 de junio de 1739, los hermanos reunidos en junta general, llegan a un acuerdo sobre las cuotas a pagar de entrada, tenido en cuenta la edad. Este mismo asunto se tratará en una nueva junta en 1741. En 1834, ante la salida de algunos hermanos, se acordó que se pague cien maravedís.

Hay relaciones de hermanos de 1816 hasta 1833, y nombramientos desde 1817 a 1855.

Observaciones: En la cubierta de pergamino apenas se puede leer "Regla de la Cofradía del Señor San Pedro del lugar de Sandoval, siendo abad de ella Andrés Pelay de la Huerta, cura beneficiado en la parroquial del dicho lugar perpetuo y renovada el año por su mandato. Año 1621 ..." Al final, hojas en blanco. Ocho hojas en pergamino, el resto en papel.

 

3.2 Libro de Cofrades, Cuentas, Visitas Pastorales y Arrendamientos
Papel. Encuadernado en pergamino. 30 x 21 cm. 134 Folios. 1710 - 1789.

Contenido: En la primera hoja hay una relación de cofrades del año 1716.

Las cuentas de cargo y data de la cofradía comienzan a asentarse en este libro en 1710 y finalizan en 1789. Tenía como ingresos la renta de heredades y de la huerta, réditos, venta de árboles, cuotas de entradas y multas. Estos ingresos iban destinados a la compra de cera, contribución del subsidio, misas, colaciones, derechos de visita, reparos de la casa de la cofradía, hospital.

Fueron frecuentes las visitas de los visitadores generales del obispado a la cofradía. Fray Ángel Benito [Ángel Benito Gaztañaga], obispo auxiliar de Burgos, visitó el libro de la cofradía en 1719, en la que aprobó las cuentas y encargó a los cofrades mirar por la conservación y aumento de la cofradía, distribuyendo sus rentas en cera, misas y sufragios por las ánimas de los hermanos fallecidos, para que todo ceda en honra y gloria de Dios y veneración del Apóstol San Pedro, y observar los capítulos de la regla, que eran confirmados. En la visita de 1725 se observaron varios errores en las cuentas, que se mandaron subsanar y que se limiten los gastos en colaciones. En 1755 el visitador advierte que las cuentas están dadas sin formalidad alguna, confusas, enredadas y con muchos errores, por lo que mandaba formarlas de nuevo. Atendiendo a este requerimiento, Juan Marcos Ayala, juez de comisión, hizo comparecer a los mayordomos para rehacer las cuentas de los últimos años.

Al final del libro hay varios arrendamientos de las heredades y prados.

Observaciones: En la cubierta va escrito "Cuentas de la Cofradía de San Pedro. 1710 - 1789. Tomo 1º Tiene al principio un acuerdo y al fin varios contratos de arriendo de las fincas de la cofradía".

 

3.3 Libro de Cuentas, Visitas, Pastorales, Arrendamientos y Cofrades.
Papel. Encuadernado en pergamino. 30 x 21 cm. 199 Folios. 1790 - 1883.

Contenido: Las cuentas de cargo y data de la cofradía asentadas en este libro comienzan en 1790 y concluyen en 1883. En un cuaderno suelto al final del libro van las cuentas de 1846 a 1864. La cofradía tenía los ingresos de los réditos de censos, rentas de la huerta y heredades, cuotas de entradas y salidas y venta de árboles. La data contiene los gastos para la compra de cera, misas, contribución del subsidio, derechos de visita, colaciones y limosna a los pobres del hospital. En 1794 la cofradía abona doscientos ochenta y dos reales para la obra del pósito y arca de misericordia.

En 1819 la cofradía recibe la visita pastoral de Miguel de la Piedra, visitador del obispado, que detecta algunos errores en las cuentas que manda subsanar, y manda invertir los caudales en los fines que señala la regla y unificar el criterio de la cuota de entrada. En 1852 hace la visita el arzobispo Cirilo Alameda y Brea, quien reconoció cuidadosamente las cuentas y notó que se hallaban sin extender las de 1834, por lo que manda comparecer al mayordomo de dicho año para que rinda la cuenta con los competentes documentos. Como consecuencia de este auto se anotan los alcances de cada mayordomo de 1803 a 1851.

Hay relaciones de hermanos desde 1860 hasta 1866, así como arrendamientos de las heredades desde 1795 a 1844.

Observaciones: En la cubierta va escrito "Libro de la Cofradía de San Pedro de Sandoval de la Reina. Cuentas de la Cofradía de San Pedro. 1790 - 1864 Tomo 2º." La mayor parte del libro hojas en blanco. Cuadernillo de cuentas en papel de sello, suelto.

 

 

4. COFRADÍA DE LAS ÁNIMAS
Archivo Diocesano de Burgos. 1678 - 1908.

Historia: El año 1700 la cofradía obtenía del Papa Inocencio XII un Breve concediendo indulgencias a los cofrades en determinados días y circunstancias. El 5 de julio de dicho año Gonzalo Fernández de Córdova, comisario de la Santa Cruzada, alzaba la suspensión que existía para la publicación de bulas y breves de Roma y daba licencia y facultad para publicar y ganar las indulgencias concedidas, con la condición de que su publicación se haga sin solemnidad de trompetas ni pendón, sino solo en los púlpitos. El 6 de agosto de este año Juan de Isla, arzobispo de Burgos, daba también su licencia para la publicación de indulgencias. Sin embargo, ya hay noticias de esta cofradía desde 1678.

En 1700 el vicario general de arzobispado aprobaba la regla, sin perjuicio de la jurisdicción ordinaria. Ponían la cofradía bajo la protección de San Miguel Arcángel, cuya fiesta celebraban con solemnidad de vísperas y misa con asistencia de todos los cofrades pidiendo a Dios por el alivio de las ánimas del purgatorio.

Cualquier persona podía ingresar en la hermandad pagando seis reales de cuota para cera y sufragios de las ánimas.

En la cofradía había un abad, un regidor o prior y dos mayordomos, encargados estos de pedir limosna todos los domingos y fiestas para cera y sufragios, no para otras cosas.

Todos los cofrades se hallaban presentes a acompañar el cuerpo del hermano fallecido, por quien se decía una misa cantada el domingo siguiente a su muerte. Uno de los días de ánimas se tenía misa con sermón.

Las relaciones entre hermanos debían ser de paz y caridad, viviendo ejemplarmente, con quietud, no escandaloso.

En los papeles sueltos hay un requerimiento de 1905 a un notario para que este requiera a su vez al Sr. Lacalle por el contrato firmado con Gregorio Martínez Ibeas, hermano de la cofradía, para que se haga las gestiones necesarias a fin de recabar del Estado la indemnización correspondiente por la venta que hizo la Hacienda Pública de las fincas que la cofradía poseía y que fueron incautadas en virtud de las leyes desamortizadoras. Ante la imposibilidad de recuperar dichos efectos se da por roto el contrato con dicho Juan Antonio Lacalle.

Bibliografía: Vicario, Matías, Censo-Guía... pág. 498.

 

4.1 Libro de Cuentas, Visitas Pastorales, Arrendamientos y Cofrades.
Papel. Encuadernado en pergamino. 32 x 22 cm. 152 Folios. 1678 - 1769.

Contenido: En las primeras hojas vienen relaciones de cofrades desde 1678 hasta 1768.

Las cuentas de cargo y data dan comienzo en 1697 y llegan hasta 1769. En el cargo se anotan las limosnas en metálico y especie, préstamo de cera para los entierros, cuotas de entrada, renta del prado y heredades, venta de reses dadas a la cofradía como limosna, venta de manojos de la viña y de uva. Estos ingresos iban destinados a la compra de cera, predicador, misas, conservación de la bodega y jaraíz, cultivo de la viña y colaciones.

En 1722 la cofradía recibió la visita de Fray Ángel Benito, obispo auxiliar de Burgos, y observó algún error en las cuentas que mandó corregir y encargó la conservación y aumento de la cofradía dedicando las rentas y limosnas a misas y sufragios por las ánimas del purgatorio, por ser este el único fin de la fundación de estas cofradías, evitando gastos superfluos.

Al final del libro hay varios arrendamientos de heredades.

Observaciones: En la cubierta va escrito "Cuentas de la Cofradía de las Ánimas. 1697-1712". Algunos cuadernillos van sueltos.

 

4.2 Libro de la Regla, Breve de Inocencio XI, Licencias, Indulgencias y Fincas.
Papel. Encuadernado en pergamino. 34 x 24 cm. 11 Folios. 1700 - 1879.

Contenido: Comienza el libro con la regla de la cofradía formada por una introducción y diez capítulos firmados por los cofrades y su aprobación.

A continuación se inserta dada por el comisario de la Santa Cruzada, dando el paso para poder ser publicado el Breve del Papa concediendo indulgencias a los cofrades, la licencia del arzobispo y, en un bifolio suelto, una transcripción del Breve del Papa.

Relación de las indulgencias que ganan los cofrades en determinados días, confesando y comulgando, rogando por la paz entre los príncipes cristianos, victoria contra los enemigos y la exaltación de la iglesia.

Relación de las doce fincas y cuatro viñas que pertenecían a la cofradía en 1879.

Observaciones: El libro está encuadernado con un pergamino perteneciente al cantoral del siglo XVI. "Qui diligitis Deum" [Los que aman a Dios].

 

4.3 Libro de Cuentas, Cofrades, Acuerdos y Visitas Pastorales.
Papel. Encuadernado en pergamino. 31 x 22 cm. 130 Folios. 1769 - 1858.

Contenido: En una nota en la primera hoja del libro Tomás Martínez, abad de la cofradía, escribe que con el fin de que no sufran retraso los sufragios por las ánimas, hizo comparecer al mayordomo para rendir cuentas, que estaban sin escribir desde 1806, según un mandato del visitador general en 1819, hasta 1818, que van asentadas en un cuaderno añadido al comienzo del libro. Las cuentas comienzan en 1769 y finalizan en 1858. Los ingresos de la cofradía provenían de las cuotas de entrada, producto de las viñas, renta de las fincas, rebaño lanar, limosnas, que eran empleadas en derechos del predicador, misas, compra de cera, gastos en cultivar las viñas, guarda del rebaño, colaciones, reparación de la casa y trojes del arca de misericordia.

Solamente hay relación de los hermanos que van ingresando en la cofradía desde 1771 a 1814, y de mayordomos desde 1806 a 1851.

En 1795 toman el acuerdo de elevar la limosna al predicador a cincuenta reales, dado que la cofradía tenía caudales. En 1809, teniendo en cuenta que había fondos suficientes, acordaron dar el refresco y la torta el tercer día de Pentecostés también a las hermanas, no solo a los hermanos como hasta ahora, y porque además la cofradía de la Vera Cruz, con menos fondos que esta de Ánimas, se daba el refresco y la torta tanto a hermanos como a hermanas.

En el libro hay varias actas de visitas pastorales. En 1773 hace la visita el arzobispo José Javier Rodríguez Arellano, quien advirtió varios errores en las cuentas, que manda deshacer en las próximas cuentas, y encarga que las cuentas se empleen en cera, misas y sufragios por las ánimas del purgatorio, como establece la regla, y que los hermanos vivan en paz, unión y caridad. En 1819 el visitador general, viendo que el cultivo de las viñas no producía beneficio alguno, sino pérdidas, manda que no se trabajen a costa de la cofradía.

Observaciones: La encuadernación que tiene el libro es un pergamino que pertenece a un cantoral del siglo XVI. Mayúsculas en negro, En la cubierta se puede leer "Cuentas de la cofradía de Ánimas. 1814 - 1906. Tomo 3º. Falta el 2º."

 

4.4 Libro de Cuentas, Diligencia y Visitas Pastorales.
Papel. Encuadernado en pergamino. 31 x 22 cm. 66 Folios. 1855 - 1908.

Contenido: Este cuaderno contiene las cuentas de cargo y data desde 1855 a 1906.

En 1858 hace la visita pastoral a la cofradía Felipe Pérez, visitador general, quien aprueba las cuentas y encarga que las rentas se destinen a los fines que se propusieron los fundadores de la cofradía y se eviten los gastos excesivos con el nombre de refrescos o convites.

Al final del cuaderno hay una diligencia con fecha de 1908 en la que se dio por terminado este cuaderno de cuentas, dando principio a otro nuevo libro, que no ha llegado hasta nosotros [está actualmente en Sandoval de la Reina, en poder de la cofradía].

Observaciones: El cuaderno está señalado como el 4º tomo. Papel de sello.

 

 

5. CONGREGACIÓN DE SACERDOTES
Archivo Diocesano de Burgos. 1719 - 1935.

Historia: El 7 de febrero de 1719 los bachilleres Nicolás Martínez, Domingo Ruiz, Juan Sancho, Manuel Muñoz y Juan Renedo, clérigos al frente de la parroquia de San Pedro de Sandoval, acordaban presentar al arzobispo de Burgos, Manuel Francisco Navarrete, para su aprobación, los capítulos de la regla de esta congregación, fundada a la gloria de Dios, asistencia de su Iglesia y al más exacto cumplimiento de su oficio.

En el primer capítulo se manifiesta que, dado que los sacerdotes son el espejo en el que se miran los feligreses, y este se empaña con el polvo de sus malas operaciones, causando grave ruina a las almas, los congregantes sacerdotes se proponen vivir honestamente, evitando jurar y maldecir y otro cualquier vicio, apartándose todo lo posible de la compañía de los legos, pues se diferencia en el hábito, por lo que es necesario que también se diferencien en las costumbres; si alguno caía en el vicio de la sensualidad o embriaguez, vicios escandalosos, sería castigado con cuatrocientos maravedís cada vez, además de la pena del prelado, para lo que se le daría cuenta del caso.

La dignidad del oficio exigía vestir decentemente, por lo que estaba prohibido ir a la iglesia con gorra o montera, salvo si fuere de viaje o al campo, ni traer almadreñas o abarcas con escarpines, que es todo propio de la gente rústica, y si por el mucho lodo o barro no se puede venir con zapatos solos, se podía venir con almadreñas, pero con zapatos, no con escarpines, ni se traigan botines, pero debido al frío de esta tierra se traigan bien ajustados a la pierna con botones o groteches.

Todos se debían sentir unidos, quietos y pacíficos, los menores con reverencia a los mayores y estos traten a los menores como a hijos; en caso de que un mayor injuriase a un menor, había de pedirle perdón, y lo mismo al contrario.

Nadie debía dedicarse a negocios ajenos al estado sacerdotal, como es acarrear, trillar, beldar, andar en la era, podar las viñas, excepto una hora por diversión, para evitar la codicia a lo que deben estar muy ajenos los eclesiásticos.

Celebraban las misas de las fiestas del Señor y de la Virgen con toda solemnidad, con diácono y subdiácono, con incienso, cantando pausadamente, sin atropellamiento, debido a que es un acto de alabanza a Dios.

Asistían con puntualidad a las misas; si se llegare después de los Kiries se perdía la ración de pan cocido, que se repartía entre los asistentes o a los pobres.

Se avisaba tocando dos clamores con las campanas o esquilones para asistir a las misas de memorias, ánimas o de entierros y honras. Asistían a todos los entierros, aunque fueran de pobres.

Todos los beneficiados asistían los sábados a cantar la Salve, y las noches de Cuaresma y los viernes de Cuaresma a cantar el Miserere.

El semanero mayor estaba encargado de rezar todos los días el Rosario después de la puesta de sol, dando lugar a que la gente del campo pueda asistir.

Las noches de Cuaresma se explicaba la doctrina cristiana a los fieles, así como los días festivos de Adviento.

Los medio racioneros tenían el encargo de tocar las campanas a media vuelta las dos campanas, o repicar los esquilones, o badajo, según la fiesta que se celebre. Estos no podían oficiar el beneficio entero.

En los días festivos, un seglar ayudaba a misa, lo que parecía indecente, por lo que a partir de ahora el beneficiado más moderno ayudará a misa vestido de sobrepelliz.

A principio del año se hacía inventario de toda la ropa litúrgica, de la que cuidaba el medio racionero, que tenía cuidado de que luciera permanentemente la luminaria del Santísimo. También se hacía inventario de todos los documentos puestos en el archivo con dos llaves.

Se celebraba un novenario cantado por el hermano fallecido con diácono, subdiácono, capas y cetros, y un responso sobre su sepultura, y cada sacerdote decía otras dos misas.

No se permitía decir misa rezada mientras se celebraba la misa mayor.

Al mayordomo, por llevar las cuentas y por el trabajo de las cobranzas, se le gratificaba con ciento ochenta reales, tres fanegas de trigo, cuatro cántaras de mosto, un queso a su elección, cuatro mañas de lino y un cordero o cordera a su elección. [maña: manojo pequeño]

El uno de abril de dicho año de 1719 los provisores y vicarios generales, Juan Antonio Marrón y Francisco Magdaleno, aprobaban los capítulos, excepto que había que reformar el capítulo 4º que trata sobre que los eclesiásticos puedan trillar o beldar una hora a modo de diversión, por ser contrario al estado eclesiástico, y el capítulo dieciséis sobre la renovación del Santísimo cada quince días, se entienda que se renueve cada ocho días para evitar, sobre todo en verano, la corrupción de las especies.

El último dato que se conserva de esta congregación es del año 1935.

Bibliografía: Vicario, Matías. Censo-Guía... pág. 498.

 

5.1 Cuaderno de la Regla y Aprobación
Papel. Sin encuadernar. 28 x 21 cm. 6 Folios. 1719 - 1935.

Contenido: El cuaderno contiene los estatutos de la congregación formados por treinta y cuatro capítulos y su aprobación por la autoridad eclesiástica.

Observaciones: Estos estatutos son una copia a ciclostil hecha en 1935, sacada del original por Hilario Martínez Pérez, que dedica a la iglesia de su pueblo, Cañizar de los Ajos. En la cubierta se lee "Estatutos del Cabildo de Sandoval de la Reina. Año 1719".

 

 


             


             


             


             


                        


agradecimiento al sacerdote Emilio José Ibeas Cuasante por haber facilitado la fuente de la información para la elaboración de este artículo
página creada el 13/10/2022