Sandoval de la Reina y sus fundadores. La familia de los Sandovales.
Capítulo XI: La invasión francesa
... anteriorCapítulo XI A los vecinos de Sandoval de la Reina les tocó sufrir mucho durante la invasión francesa. Desde el principio les exigieron cereales y dinero para las tropas y el rey francés. Además les llevaban lo que podían de las casas particulares y perseguían a las mujeres, por lo que tenían que ocultarse lo más posible donde podían. Cansados de sufrir vejaciones y malos tratos, un día decidieron terminar con los primeros franceses que vinieran al pueblo y así lo hicieron. Según nuestros antepasados, les prepararon una fiesta con baile y vino a discreción y cuando estuvieron bastante bebidos les quitaron las armas, que habían dejado a un lado y terminaron con ellos. En el cuartel que tenían los franceses en Sasamón decidieron vengar la matanza y al parecer mandaron más fuerzas con la intención de diezmar a los mayores de 10 años en adelante. Para ello quisieron llegar de madrugada y sorprender a los vecinos de Sandoval en sus casas, pero en camino se perdieron porque había una niebla muy cerrada. Cuando llegaron era más de media mañana y los vecinos de Sandoval, avisados por algunos que les vieron venir, se aprestaron si era preciso a morir matando. Al llegar los franceses, estos se dieron cuenta de no les iba a ser fácil cumplir las órdenes. Trataron de que les entregara a los responsables de la matanza para llevarles presos a Sasamón, justificarse ellos de alguna manera. Los vecinos del pueblo convencieron a un vecino soltero, que era el tabernero, para que asumiera él esa responsabilidad y al final se prestó a ello entregándose a los franceses, que exigían a más de uno. Y en esto estaban cuando les llegó un aviso del cuartel de Sasamón para que volvieran rápidos, pues les estaba atacando un guerrillero español con sus tropas y los franceses se fueron llevándose con ellos al vecino soltero que se ofreció como responsable. Como al parecer no les seguía le fusilaron [a] entre uno y dos kilómetros del pueblo, le fusilaron el día 24 de marzo del año 1809. Desde entonces se le dice una misa tal día, votado en concejo, cada año. Este que se prestó a morir por los demás se llamaba Manuel Hortega Carpintero y a través de su hermano y dos hermanas, casi todos los nacidos en Sandoval en los últimos cien años somos sus descendientes. De momento en Sandoval no hubo más muertes por esto, pero los franceses siguieron presionando y exigiendo al concejo, al cabildo y a los vecinos lo que no tenían, por lo que un cura del pueblo con algunos vecinos se fue, posiblemente a luchar contra los franceses enrolados en alguna de las guerrillas organizadas por los españoles. A otro cura de la parroquia, que se opuso a los atropellos de los franceses, se lo llevaron prisionero a Castrojeriz a últimos de noviembre del año 1810 y el 22 de diciembre del mismo año murió estando prisionero; no sé qué muerte le dieron. Este cura se llamaba D. Juan Antonio Martínez. Todavía se mantuvieron allí los franceses casi tres años más. En el año 1812, en el libro de defunciones de la parroquia, hay anotada una defunción de un guerrillero español, que se llamaba Bentura González y era de la Vid de Bureba. Había pertenecido a la guerrilla del capitán D. Francisco Salazar. Este guerrillero quedó herido en una batalla cerca o en el mismo Sandoval y lo recogió un vecino para atenderle, pero se le murió y, dice el escrito de defunción, que le enterraron en la ermita de San Juan porque la iglesia estaba ocupada y llena de franceses. Al año siguiente se fueron los franceses perseguidos por tropas inglesas. En las cuentas de una cofradía ponen como pérdida, en el año 1813, el valor de tres borrillos que se llevaron los soldados ingleses cuando pasaron por el pueblo persiguiendo a las tropas francesas. Una vez que se fueron los franceses, volvieron al pueblo el cura beneficiado D. Tomás Martínez y los vecinos que se habían ido, aunque no sé si todos. De todas las maneras, con la invasión y ocupación francesa del pueblo los vecinos cambiaron mucho en sus comportamientos, sobre todo [en lo] religioso. No sé si influenciados por los franceses o a otros ejemplos que pudieron percibir en aquellos años. Me ha llamado la atención que de los tres curas que había el uno se fue a luchar contra los franceses, al otro se lo llevaron preso y lo mataron, al otro no le pasara nada, y es que a lo mejor defendió su casa y hacienda, más que a los demás vecinos, como los otros dos. También estos años las viñas se perdieron. Dice un escrito que por falta de brazos para trabajarlas, y las tierras de cereales también estuvieron mal trabajadas. Para recuperarse de todo esto los vecinos tardaron unos cuantos años y algunos vecinos tuvieron que abandonar el pueblo por falta de trabajo. Esto se ve en los libros de los diezmos, y cómo, hasta por lo menos en la década de 1820 al 1830, no recuperan las cosechas de antes de la invasión.
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